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Virginio Rognoni

Virginio Rognoni es una de las figuras más importantes de la política italiana contemporánea. Ha sido ministro de Defensa, de Justicia y del Interior. Recientemente, ya con ochenta años encima, fue presidente del Consejo Superior de la Magistratura. Rognoni fue nombrado ministro del Interior después del secuestro y asesinato del ex primer ministro italiano Aldo Moro por parte de las Brigadas Rojas en 1978, el año del plomo. El asesinato de Moro, la fotografía de su cuerpo abandonado en un Renault 4 rojo en las calles de Roma, sigue siendo, para mi generación al menos, un recuerdo perdurable del poder destructor del terrorismo. Rognoni estuvo cinco años en el Ministerio del Interior y logró lo que parecía imposible: derrotar a las Brigadas Rojas, acabar con el terrorismo que amenazaba con destruir la sociedad y la economía italianas. El legado de Rognoni tiene, creo yo, una relevancia creciente en nuestra lucha contra el terrorismo.
Como escribió recientemente el escritor australiano Clive James, Rognoni confrontó una amenaza genuina y logró neutralizarla por medios razonables, siempre del lado de la ley. Los ideólogos de izquierda lo acusaron de ser más benigno con los terroristas de derecha, los de derecha, de lo contrario. Pero Rognoni siempre desestimó los argumentos de unos y otros, sus intentos por establecer una gradación moral de los terroristas. Rognoni fijó desde el comienzo los límites y los principios de su lucha. Como escribió el mismo James, en la guerra contra el terrorismo, urge definir los principios de antemano, mucho antes de que la presión de los acontecimientos comience a reforzar la idea de que la eficacia es el único principio. Rognoni creía que el Estado no debe usar todos los medios en la lucha crucial contra sus enemigos.

Rognoni marcó una diferencia clara entre sus métodos y los de los dictadores latinoamericanos que, durante los años setenta, recurrieron a la tortura y a la desaparición forzada. Nunca cedió a la tentación de suspender las libertades individuales. Lo pensó muchas veces. Pero jamás cruzó la línea, jamás les dio el gusto a los terroristas de usar la suspensión de las libertades como excusa para su barbarie. “La impresión que da —escribió Clive James— es la de un hombre para quien el terrorismo era tan repugnante, que usar el contraterrorismo para combatirlo le parecía inconcebible”.

El presidente Uribe también ha insistido en la necesidad de marcar una diferencia con los dictadores latinoamericanos de las décadas precedentes: la “seguridad democrática” está definida en oposición a la “seguridad nacional”. Pero ahora más que nunca, ahora que su éxito militar es incuestionable, es crucial definir claramente los principios y los límites de la Seguridad Democrática. No se trata, por supuesto, de pelear la guerra con la urbanidad de Carreño en los morrales (“lo invito a un duelo, señor terrorista”). Pero sí de establecer de manera explícita que la lucha contra el terrorismo, en el campo y en la oficina, debe darse dentro del marco de la ley. 


Rognoni no era un moralista. Pero entendía que el terrorismo no sólo amenaza la democracia de manera directa, sino también de forma indirecta, a través de las respuestas antidemocráticas del mismo Estado. “Vengan de donde vengan sus dolencias —decía—, el terrorismo nunca cura a la democracia; la mata. La democracia se cura con democracia”. Esta frase puede sonar idealista. Pero contiene, una enseñanza fundamental en nuestra legítima batalla por derrotar el terrorismo y proteger las instituciones.

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  • Tarantini
    15 marzo, 2008 at 1:01 pm

    Alejandro:

    Excelente su comparación entre Rognoni y el ejemplo que deberá guiar al gobierno en la ejecución del programa de seguridad democrática, y sobre todo la defensa a la idea de estado democrático en la lucha contra el terrorismo.

    Creo que por esa misma línea va el Consejo de Estado al exigirle a la Policía Nacional a pedirle perdón a la familia de las víctimas en un acto público por la muerte de los hermanos Castaño en 1995 en Tuluá, por violación a los derechos humanos.

    El gobierno parece que no estará solo ejecutando sus políticas de protección a la democracia, sino que también parece estar secundado por la rama judicial.

  • Carlos
    15 marzo, 2008 at 1:31 pm

    Que bueno que se recuerde que no todo vale, cuando el Estado persigue fines que muchos quieren, como la seguridad y la paz.

    Buena columna.

    Saludos,
    Carlos

  • Anónimo
    15 marzo, 2008 at 2:18 pm

    El fin NO justifica los medios. Se supone que las recompensas se establecieron para incentivar la delación, cuyos resultados deberían desembocar en la acción de la justicia, no en el asesinato. Si se recompensa el asesinato se pervierte la famosa doctrina de la «seguridad democrática» y se sigue fomentando la «justicia» por mano propia, que fue lo que dio origen al paramilitarismo.Esto no ayuda para nada a ganarse la comprensión de los gobiernos de otros países, pues en esencia no hace más que confirmar la vocación que tiene este gobierno por los atajos de la ilegalidad. Además, ¿no se supone que se está gastando miles de millones de pesos en restaurar el Estado de derecho, uno de cuyos pilares es el dominio exclusivo de la fuerza por parte de la autoridad establecida? Si es cierto que el fin del conflicto está cerca, es mejor no imaginarse cómo será el posconflicto en un Estado que «guía» con semejante ejemplo.

  • jaime ruiz
    15 marzo, 2008 at 2:43 pm

    Bueno, hay algo de este escrito que parece en exceso obvio y no se sabe a qué remite. Tanto el editorialista de El Espectador como Armando Montenegro o el impagable Noé Ochoa han aludido directamente al problemático asunto de la recompensa a alias Rojas, pero en este artículo se habla más en general, en un contexto en el que nadie dirá «Pues no, señor, eso de los límites éticos no nos lo venga a mentar que ya hemos sufrido suficiente». De ningún modo, todos de acuerdo. ¿Alguien recuerda, por ejemplo, las protestas de los humanistas por todas las recompensas y por las capturas masivas? Cuando se afina un poco se descubre que la «renuncia-al-todo-vale-para-combatir-el-terrorismo» fácilmente puede llevar al reproche por llamar «terroristas» a las FARC (como Carlos Gaviria) o aun a la condena furibunda por la presencia de las Fuerzas Armadas en las zonas de conflicto (como los cientos o miles de universitarios de los foros de El Tiempo).

    Bueno, ¿de verdad se puede comparar a las Brigadas Rojas con las FARC? ¿Cuánto territorio tuvieron despejado?, ¿cuántos países visitaron respaldados por su gobierno?, ¿cuántos sueldos de 50 personas pagó el Estado italiano a los ideólogos de la banda para que públicamente promovieran sus actividades (es decir, de forma manifiesta, como ocurría con el IEPRI en tiempos de Samper)?, ¿cuántos grupos económicos y grandes medios de comunicación las apoyaban abiertamente?, ¿cuántos ex jefes de gobierno o de Estado promovían el premio de sus acciones?, ¿cuánto reconocimiento tuvieron en otros Estados?

    Es verdad que en la lucha contra el terrorismo se puede (y no se debe) caer en conductas atroces pero eficaces. Lo que hace irrelevante y falaz esa discusión es la absoluta falta de consenso acerca de las guerrillas, que según la opinión predominante en la prensa son un fenómeno extraterrestre (sin partidarios, sin orígenes, sin ninguna conexión con la política nacional). Para que en Colombia las políticas antiterroristas pudieran seguir el ejemplo italiano habría que empezar por aceptar que la inmensa mayoría de los sectores sociales poderosos no quieren la derrota de los terroristas sino el premio de sus crímenes, que el mismo editorialista que clama contra el «todo vale» (al igual que decenas de «formadores de opinión») llamaba a participar en una protesta apoyada públicamente por las FARC sin que sus organizadores desaprobaran ese apoyo (como sí hicieron cuando salió Mancuso apoyando la marcha). No les molesta lo atroz sino lo eficaz. Son los socios de los terroristas.

    A ese respecto el interés del editorialista de El Espectador es transparente: teme que la impunidad del traidor aliente a otros de modo que siga siendo posible hacer realidad el sueño de una paz negociada, para lo que son necesarias muchísimas masacres todavía. Quiere que no haya impunidad para que siga siendo posible secuestrar y masacrar gente y prosperar gracias a eso, como (en mi opinión) aspira a lograr esa parte de la sociedad que se ilusionaba cuando Pastrana llevaba una agenda de reorganización del país para discutirla con los terroristas.

    Específicamente el caso de las recompensas es sumamente complicado, pero la manipulación del editorialista de El Espectador tiene un sentido claro: encender en la gente ese sentido de «justicia» como «venganza» que considera la mayor atrocidad que un personaje como Rojas quede impune. Es una noción de justicia cuyo secreta promesa es que para que no queden impunes criminales semejantes debe morir mucha más gente inocente.

    De eso se trata, de sectores sociales que han prosperado y esperan seguir prosperando gracias a la muerte de gente inocente. El dilema de la impunidad por personajes como ése es complicado, pero primero habría que ver si se está en el «No más FARC» o en el «Más FARC», y eso es imposible de dilucidar en un «país» en el que el diablo siempre es el que hace las hostias.

  • syllogismes_mao
    15 marzo, 2008 at 2:52 pm

    Lo que es irrelevante y falaz es considerar al sicario Montoya un antiterrorista.

  • Anónimo
    15 marzo, 2008 at 3:11 pm

    Pagar por matar no es moralmente correcto, independiente de quien sea el muerto…pagar por matar solo demuestra la incapacidad del ser humano de encontrar soluciones racionales a sus problemas…pagar por matar nos enrostra de manera dolorosa nuestar condicion de primates superiores (leaase bestias)…pagar por matar terrosirsta nos pone en el mismo nivel moral de ellos, no marca diferencia, y eso lo saben ellos y no les importa saccrificar a muchos de ellos mismo para confundir al resto de la sociedad…pagar por matar no tiene sentido alguno, pero funciona, diran marulanda, castaño y jose obdulio, tres mandamatar de la misma calaña…que complique…buen escrito Alejandro.

  • quintiliano
    15 marzo, 2008 at 3:38 pm

    El Uribismo siempre confio en un estado satelite tutelado por la lucha antiterrorista de mr bush. Despues del 11 de septiembre uribe se propone asegurar carreteras e imsertar el discurso de guerra preventiva de la administracion republicana.

  • Anónimo
    15 marzo, 2008 at 4:32 pm

    El secretario general de la OEA desmiente al Grupo Prisa.

  • JuanDavidVelez
    15 marzo, 2008 at 4:52 pm

    Que puteria de columna, muy relevante y con un ejemplo que es lo mas importante.
    Que viva don Virginio Rognoni.

  • charlie
    15 marzo, 2008 at 5:32 pm

    Matar veinticinco o treinta, incluyendo varios que estaban de patos, para eliminar un enemigo importante, o pagar cinco mil millones para eliminarlo con uno de los propios.
    Es la diferencia entre cortar la pierna o usar penicilina..

  • Anónimo
    15 marzo, 2008 at 5:38 pm

    La mentalidad que creo la guerra de Irak tiene un reconocido desprecio por la rama judicial.Quieren un territoro despejado en donde juzgan le conviene a sus intereses de clase dominante.No se buscaron consensos pero se afilo hasta el paroxismo la popularidad del maximo lider.

  • quixiote
    15 marzo, 2008 at 5:43 pm

    La re-eleccion de uribe seria un ‘consenso’ terrorista contra el fragil Estado de Derecho en Colombia

  • Lanark
    15 marzo, 2008 at 6:38 pm

    Lo bueno de que con los golpes a las FARC la popularidad de Uribe se haya disparado al 84% entre el bien escogido 30% que siempre encuestan, es que los uribistas, y el mismo Uribe, se sienten mucho mas libres para pelar el cobre. Y comienzan a mostrar cuánto les importa la ley.

    El jeringa de la casa de Nariño, el DotorJoseOdulio, ya nos regaló con una entrevista absolutamente deliciosa. Bueno, al menos deliciosa en las partes que tienen algún sentido. Otras sí debieron darle mucha vergüenza ajena a los uribistas que saben leer y escribir, como la que dice «cuando algunos nos tildan del Israel de América Latina, en cierto sentido el perfeccionamiento sí se parece a lo que cuentan los libros sobre la organización del Mosad, es decir, es impresionante«

    Entre los puntos de la doctrina oficial que él quiere dejar claros, está que las FARC tiene un frente, como cualquier otro, en internet. Otra idea que le roba a Jaime Ruiz. ¿qué significa esto? Pues que nunca se va a poder declarar la victoria militar; a menos que se pasara por las armas a todos los que se sospeche que hacen parte de ese fantasmagórico frente virtual, cosa a todas luces imposible. La idea, desde luego, abona el terreno para que se persiga a la oposición como Dios manda.

    Supongo que Rognoni no tenía algo así como una santísima trinidad tipo Fercho Londoño – DotorJoseOdulio – Plinio Apuleyo que se encargaran de denunciar ante los medios a «terroristas» como los que se involucraron demasiado en la marcha del 6. Los mismos que, por pura casualidad, han ido muriendo misteriosamente uno por uno. Y no de pena moral.

    En la última columna de Fernando Londoño también se advierte el miedo de que la derrota contra las FARC signifique el fin de ese conflicto que no existe. Ya me puedo imaginar la nostalgia por los «guerrilleros de verdad», los que tanto ensalzan los uribistas en comparación con los «guerrilleros de civil», que ni siquiera se pueden matar en acciones «quirúrgicas».

  • Camilo Andrés
    15 marzo, 2008 at 7:11 pm

    Los vínculos del POLO con las farc cada día son más evidentes:

    “Raúl Reyes no era un terrorista”: Jaime Caicedo del PDA

    Ahora que salga a la flote la información de los vínculos del polo con las farc y los datos del computador de Iván Ríos y la información que este le robó al frente Carlos Alirio Buitrago del ELN, se conecerá la Farcopolítica y la Eleno política y el llamado Pacto del Rapto de Elena. Jaja. Ya tengo nombres de varios parlamentarios del Pda involucrados.

    Suelto Uno: Un tal Avellaneda.

  • jaime ruiz
    15 marzo, 2008 at 7:15 pm

    El que tenga alguna duda de que El Espectador promueve a las FARC debe leer con atención el enlace que puso Lanark. ¡El consejero presidencial resulta sindicado de unos asesinatos por decir que las FARC apoyaban la marcha de desagravio a las FARC! Si yo fuera investigador sin la menor duda buscaría entre los amigos de las víctimas. Es perfectamente verosímil que hayan matado a esas personas para generar la noticia, cuantas más víctimas haya, más humanistas resultan y menos se les nota que no condenan el asesinato de militares y sí exigen que las masacres se conviertan en fuente de derecho.

    La inteligencia colombiana definitivamente exhibe una condición moral impresionante. Cepeda II no vacila en reivindicar los sueños de su padre (como si no bastara con el otro delfín, el lince con cara de abad), el periódico de Santodomingo no vacila en propagar calumnias grotescas y los pensadores que adornan el tinglado desde la filosofía de la ciencia (vertiente zen) se dedican a verter amenazas anónimas. Prodigioso.

  • Lanark
    15 marzo, 2008 at 8:11 pm

    Jaime: Y ¿cuál dice que es mi amenaza? No me di cuenta de haber amenazado a nadie. Porque supongo que me corresponde la distinción de ser el filósofo de la ciencia «vertiente zen». Parece que el zen es al budismo como el luteranismo al protestantismo: todos los budistas son zen.

    Supongo que mi condición moral es impresionante en el mismo sentido que lo que le cuentan los libros al DotorJoseOdulio sobre la Mossad es impresionante. (porque, nuevamente, supongo que para usted también me cabe la dicha de ser parte de la inteligencia colombiana)

    Sobre los muertos, ahí tienen: Si las víctimas se quedaran en su sitio y dejaran de joder, dejarían de morirse. Salvémosles la vida no dejándolos que hablen por los medios ni organicen marchas ni nada.

  • Anónimo
    15 marzo, 2008 at 8:23 pm

    Es increíble el grado de cinismo de José Obdulio-Fernando Londoño (Jaime Ruiz) al ocultar el rechazo que Iván Cépeda hizo sobre la ignominia de las FARC de unirse a la marcha.

  • jaime ruiz
    15 marzo, 2008 at 8:25 pm

    Muy interesante Kalmanovitz: parece que a pesar de no leer y carecer de conocimientos básicos, los profesionales colombianos son excelentes gracias al milagro que se produce durante los años de universidad.

  • jaime ruiz
    15 marzo, 2008 at 8:28 pm

    Anónimo 15.23: ¿dónde está ese rechazo? Es muy difícil leer a ese tipo sin tener la sensación de que se siente amo de las FARC, a las que regaña por tener mala puntería y afectar a civiles que no están en el campo de juego.

  • Alejandro Gaviria
    15 marzo, 2008 at 10:21 pm

    Jaime: quisiera hacer dos comentarios acerca de su primer comentario. El primero tiene que ver con la distinción que usted propone entre las Farc y las Brigadas Rojas. Esta distinción es irrelevante. Las Brigadas Rojas causaron una conmoción en la opinión pública italiana semejante (o mayor) a la que han causado las Farc en la colombiana. La sociedad italiana creía que su supervivencia estaba en juego. Pero a pesar de la conmoción, Rognoni decidió no respetar la ley y no decretar medidas especiales. El ejemplo no es exacto pero no por ello es irrelevante.

    Segundo, me parece que usted está cayendo en lo que hace unas semanas llamábamos la falacia de las intenciones. Usted interpreta la mayoría de las opiniones en contra del pago de la recompensa a “Rojas” como movimientos tácticas o mentiras malintencionadas de los amigos o promotores de las Farc. Cuando se desprecian los argumentos visibles y se cuestionan las intenciones invisibles, la discusión se vuelve imposible.

    Por último, la columna está llena de argumentos obvios. La última frase, por ejemplo, no es original de Rognoni: es una frase conocida de John Dewey. Pero, en estos momentos, lo obvio es que se ha olvidado.

  • Anónimo
    15 marzo, 2008 at 10:38 pm

    Lelo 69

    «que la guerra no me sea indiferente,
    es un monstruo grande y pisa fuerte
    toda la pobre inocencia de la gente»

    Guerra es guerra..

    Los soldados y la oficialidad son entrenados para matar, por que estamos en guerra y las experiencias en los combates los endurecen y deshumanizan, por lo que no es extraño que se den actos de barbarie por parte de las fuerzas militares.
    En ocasiones estos desafueros son reconocidos gallardamente por los generales, pero desafortunadamente hay una tendencia a negarlos o justificarlos.
    Para agravar el asunto aparecen estímulos perversos que el gobierno otorga por las bajas lo que ha dado como resultado “los falsos positivos” que no es más que la muerte de inocentes en manos de soldaditos que quieren unas vacaciones o capitanes necesitados de ascensos o lo que es peor congraciarse con los jefes.
    Los guerrilleros no son arcángeles caídos del cielo y su accionar bélico no esta regido por ninguna convención de Ginebra, para sus promotores el principio máximo es “el fin justifica los medios” pero dentro de una institucionalidad y un orden democrático en la medida de lo posible hay que pelear limpio, no podemos apropiarnos de los métodos salvajes y terroristas de la FARC para combatirlos con la misma moneda.

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 1:48 am

    Jaime prohombre y fiel representante de la alcurnia fascitoide cachacona y racista, niega sus ancestros chibchas y odia a la universidad colombiana a donde no pudo entrar por su precario ICFES y su severa dixlesia

    Pietro Vareta

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 1:53 am

    PIETRO DISLEXIA LA TUYA

  • Mauricio
    16 marzo, 2008 at 1:55 am

    «De eso se trata, de sectores sociales que han prosperado y esperan seguir prosperando gracias a la muerte de gente inocente…»

    Hermosa frase, retrata de cuerpo entero a Colombia y sus castas de terratenientes del MOIR, ganaderos del PCC, hacendados de la JUCO y a los yuppies de la Bolsa que en vez de leer a Friedman cargan en su Bottega Veneta las obras completas de Marx y Engels y ladrillos y papas-bomba que aprendieron a fabricar en la Nacho.

    Y es que aquí la izquierda jamás ha sido perseguida, no, nunca el Estado ejecutó sumariamente a líderes sindicales (los subversivos de la época), nunca hubo detenidos-desaparecidos, no hubo torturas en las caballerizas, nunca existió el Estatuto de Turbay, el Ejercito jamás se permitió tirar gente viva desde los aviones en pleno Llano y a Toledo y a Fayad, entre otros tantos (y muchos de ellos ni guerrilleros ni simpatizantes) se les hicieron juicios justos y fueron condenados a la pena de muerte, legal en aquel entonces.

    Es por eso que la marcha del 6 no tenía ningún objeto, esa pobre gente (los familiares, las «víctimas») que ha vivido décadas engañada, hoy en día permanece manipulada por los millonarios rentistas del PDA que la saca a desfilar cada vez que hay que desagraviar a las FARC, cada vez que matan a un Reyes o a un Acacio.

    Porque, sin darnos cuenta, hemos vivido gobernados por la izquierda todo este tiempo, y son los farcos los que han impuesto un régimen corrupto y de terror del que sólo Uribe pudo sacarnos, y de paso revelarnos que el Estado, antes de él (como si él mismo jamás hubiese sido elegido en cargo público alguno) era un alcahueta de las guerrillas.

    Por eso mismo nuestro prócer, venerado sea, sugirió ese famoso «Juicio al Estado», para que vieramos que antes de él vivíamos al garete, gobernados por los títeres de Marulanda, leyendo a los propagandistas de la lucha armada, legitimadores de la dictadura fariana que desde los diarios de Julio Mario y de los Santos le ponían la letra al himno de la Guerra Popular Prolongada.

    Pero ahora todos, el 84% de colombianos, desde Leticia hasta la Guajira, somos, o creemos ser, de derecha.

    ¡Gracias a Dios!…. Y a Jojoy también.

  • camilo ernesto
    16 marzo, 2008 at 2:50 am

    Veo que la columna a pesar de ser sobria, bien argumentada y tener un ejemplo obvio ( y todo un icono a emular), tiene una intencion noble: la primacia de la legalidad y la defensa de la democracia liberal.

    Pero esta vez creo que ud alejandro peca un tanto de moralista. Ya Dario Echandia decia: » que la democracia colombiana es un orangutan con sacoleva». Hoy en dia parece más evidente que esta en cuestión el sacoleva, las formas republicanas, legales y constitucionales, indudablemente el orangután esta alli para quedarse

    Temo que en Colombia no es posible «vencer el mal con el bien», parodiando el titulo de la cinta de los hermanos cohen, este ya no es país para abogados y hombres intachables.

    El fiscal en el caso Rojas se apresuro a decir que la actuación de alias «rojas», podría encontar algun eximente de culpabilidad, «el miedo insuperable» (el estar rodeados, salvar su vida de la incursión y la retaliación de Rios, su propia muerte). Al parecer se retracto como lo deja bien en claro en la entrevista hoy en el espectador.

    Ahora si hay que encontrar una legalidad, entender que guerra estamos librando, pero no estoy seguro que el legalismo liberal nos permita ganarla.

  • Alejandro Gaviria
    16 marzo, 2008 at 3:11 am

    Camilo Ernesto: no creo que sea tanto una cuestión de clase (legalismo o no) como de grado (¿hasta dónde llegamos?). Y esta vez, creo yo, se nos fue la mano.

  • jaime ruiz
    16 marzo, 2008 at 4:37 am

    Mauricio, los líderes de la izquierda democrática no son ganaderos porque están en otra fase de la cadena trófica. Eso sí, son mucho más ricos que los ganaderos y finqueros, a los que desprecian infinitamente (Alf consideraba las verduras y frutas «comida de la comida»).

    La idea del «Estado» que persigue a la «izquierda» es la típica retórica legitimadora de las FARC. Los delitos los cometen las personas y puede haber un grado de implicación muy alto. El mismo «Estado» paga miles de salarios altos por predicar que es lícito matar militares. Como no hay alternativa al «Estado» aparte de la revolución, queda claro que sólo es un cambio de nombre. Donde dice «Estado» sólo quiere decir «sistema democrático». Los únicos crímenes de Estado, es decir, de los que se hace responsable todo el poder público, fueron el proceso de paz de Betancur y el despeje del Caguán, con sus miles de niños reclutados y los cientos de asesinatos permitidos que se cometieron ahí.

    La marcha del 6 de marzo, convocada por quien añora los ideales de su padre, dirigente de las FARC por mucho tiempo, y quien ciertamente jamás pedirá a la banda terrorista que se desmovilice, no impedirá crímenes de enemigos de las guerrillas sino precisamente los causará, al tener como objetivo legitimar a las guerrillas invocando el pretexto que emplean para seguir luchando por la revolución bolivariana y contribuyendo a formar una facción considerable con quienes llaman a negociar con los terroristas, a premiar las masacres convirtiéndolas en fuente de derecho.

    Yo no sé de qué se dará cuenta usted, lo cierto es que en Colombia han gobernado durante los casi 200 años de vida independiente, y antes también, los ancestros de los líderes de la izquierda: personajes desaprensivos, ladrones, arbitrarios, ignorantes, brutales… ¡unos verdaderos guerrilleros!

    Claro que como «izquierda» ha pasado a significar «industria del secuestro» (y de la legitimación del secuestro y de las marchas en las que se minimiza y se convierte en víctimas, todas buenas, a los propios jefes de la industria del secuestro, como el citado Cepeda (I) Vargas, es inevitable que la gente (que no lee a Bobbio porque en realidad tiene que ir a la escuela pública, donde en realidad no se aprende a leer sino a recitar el catecismo fariano) termine considerándose de derecha.

    El gobierno de derecha, y según todos los intelectuales universitarios «paramilitar», ha dirigido el país en una época en que se ha recuperado ampliamente la seguridad y el nivel de vida de la mayoría de la gente. Mientras que la clientela de la industria del secuestro sale a clamar contra el sistema democrático la gente excluida comprueba que su situación mejora. Cuanto más identifiquen al gobierno con «paramilitarismo» más favorecen la imagen de esos asesinos. Pero no tienen alternativa, ciertamente: cuando todos somos monstruos nadie es monstruo, cuando esas mayorías que sólo pagan el precio del poderío que han alcanzado los tirapiedra (el mejor oficio posible en Colombia, el que permite pensionarse a los 40 años sin haber producido nada aparte de la intimidación y la recitación aneja) proclaman su aspiración a vivir en un país en paz hay que atribuirles todas las atrocidades posibles para considerarlas igualmente legítimas que los clubes de intelectuales que aplauden a Piedad Córdoba y a Martha Catalina Daniels.

  • jaime ruiz
    16 marzo, 2008 at 5:16 am

    Alejandro: bueno, uno abre la página de Opinión de El Espectador y se encuentra con cinco artículos destacados: todos sobre lo mismo. Todavía hay más, uno de Camacho Guizado y otro de Felipe Zuleta. Si a uno le da por ir a Cromos, se encuentra con el impresionante William Ospina convertido en valedor del más escrupuloso respeto a las normas, yo entiendo que a ustedes eso no los escandalice, a fin de cuentas todo el mundo aprende que «El-derecho-no-es-más-que-la-voluntad-de-la-clase-dominante-convertida-en-ley», de modo que ¿qué es la ley? No se entiende a Colombia sin registrar ese hecho formidable, el mismo que admira a Chávez y proclama con orgullo que «A Cuba la respetan» es el profeta de la ley… (Claro que el gran poeta presenta esa muerte como un acto punitivo, como aplicación de la pena capital, muestra de que las miles de personas que Iván Ríos habría asesinado le importan un comino: la pena de muerte no resuelve nada.)

    Bueno, tanta unanimidad es muy curiosa, y hace pensar que lo único que debe interesar a los colombianos es ese episodio lamentable de la recompensa a Rojas. ¿Qué piensan los columnistas de la cuestión pendiente de la negociación política? Unos, la mayoría, son abiertos promotores de esa solución, los otros no son especialistas y así esa situación comprometida de premiar a un asesino se vuelve bandera legítima de muchos que trabajan desde hace tiempo para que ese asesino siga matando y secuestrando inocentes y así se llegue a la justicia social. ¡No faltaría más sino que cunda el ejemplo y se premie la traición y la deslealtad! Como bien lo expresó la columnista Claudia López con respecto a la liberación unilateral de guerrilleros presos, eso no es lo que pide el Secretariado ni corresponde a una negociación formal. Moralmente no se pueden premiar asesinatos salvo cuando eso conduce a una situación de paz en que, según los términos de la Corte Suprema de Justicia, el rebelde se convierte en héroe.

    Ciertamente es un terreno resbaladizo, empezando porque no se sabe bien quién planteó matar al comandante, si fue el desmovilizado amigo de «Rojas» o algún militar relacionado con el caso. Pero lo mismo podría decirse de la muerte de Raúl Reyes: ¿desde cuándo es lícito matar a los delincuentes dormidos? Es imposible no ir a las intenciones, porque el respeto escrupuloso a la ley podría conducir a esta situación, y es lo que pretenden los Ospina y los Molano: por mucho que se sepa dónde están los guerrilleros, será imposible impedir que sigan ordenando masacres y organizando toda la trama criminal. Ante cualquier intento de captura matarán a los rehenes, muertes que los columnistas correrán a cargarle al «Estado» y cualquier recurso que se emplee para impedir que sigan matando gente será cuestionado igualmente. Supongamos que Rojas no mata a Iván Ríos sino que ayuda a capturarlo: ¿desde cuándo la traición que comete un criminal se convierte en un acto honroso? ¿Desde cuándo un Estado puede permitirse fomentar en sus adversarios las conductas más infames como la traición y la delación? ¿Es el Estado igual que una organización criminal? Los criminales delinquen, salvo cuando les va bien y se convierten en héroes y gobernantes, pero el Estado legítimo (al que los abimolanos llaman a destruir, por lo demás), no puede rebajarse a ese nivel…

    Claro que si no se mata a los líderes de las FARC la situación puede escalar y entonces esas atrocidades multiplicadas podrían dar lugar a una renovación del país. El problema siempre es quién quiere que cesen todas las atrocidades, incluidas las recompensas y demás. Es decir, quién exige la desmovilización inmediata, completa y sin contraprestaciones de las FARC.

    Es lo que pasa, que a veces no es fácil evitar quedar en un inventario en el que predominan los que no esperan tal cosa, los que invocan el respeto escrupuloso a la ley pero valoran la ley surgida de esas atrocidades («A Cuba la respetan»). Si había recompensas por la traición y la delación, habría que reconocer que en ese caso el aspirante a traidor no tenía muchas opciones, y que cuando la gente aprueba el método y el resultado tiene en cuenta a las miles de víctimas latentes, a tantas personas cuya muerte es necesaria para que Molano y Ospina y tutti quanti puedan llegar a ministros y embajadores.

    Sobre todo, que perseguir al traidor resultará en fortalecimiento de la cohesión interna de las FARC.

  • Gheysel Naranjo
    16 marzo, 2008 at 5:19 am

    De la paz a la acción y de la guerra a la paz… si que vale la pena leer la novela del escritor ruso Liev Tolstói “La guerra y la paz” , o la obra de género filosófico y político-social Los hermanos Karamázov, ambas cumbres de literatura rusa de coraje y confianza…

    El cielo se toma por asalto- eso me queda clarisimo- y para conquistar lo divino se necesita de estrategias agresivas… hasta para nacer se necesita de medios violentos como la sangre y el principio agresivo de una madre contra lo natural para expulsar el bebé… es más, hasta para morder una manzana se requiere cierta violencia -“Kranch…!!!”– pues se aplica una presión en contra de la pobre manzana…

    En fin la guerra es un riesgo, y no es economía, ni política sino Ardid de Ajedrez… y es que en el régimen del terror la partidas se alargan y se ven peones coronando convirtiéndose en jefes de escuadrones – que riesgo!!- y ajedrez donde se necesitan guayos para jugarlo y hacerlo más ofensivo en el campo de batalla, y donde también se necesita de un castillo (los altos mandos no está en el frente sino en el castillo) o una oficina para poner en orden las cosas y cranear el plan y EL FACTOR SORPRESA O PRUDENCIA DEL FACTOR SORPRESA (como los jaques dobles al rey y a la reina …) y tener el lugar, o prudencia y exactitud del lugar!!!… No queda de más utilizar los principios del Taichi, la misma fuerza con que viene el opositor utilizarla para vencerlo, que para el caso sería el arte de conducir el terrorismo con el disimulo de la electrónica, y el uso de radares y fotografías satelizadas…
    En suma vencer el terrorismo es bastante complicado… partiendo de que el concepto terrorismo puede ser desde una palabra mal dicha que causa terror, hasta el pánico que se genera en la gente cuando se suben los impuestos y se le expropian sus tierras (stress de que la plata no les alcanza caramba ), inclusive el propio terrorismo hogareño cuando una mamá amenaza a sus hijos de decirle al papá cualquier pendejada de los niñitos (la propia mamá incentivando el machismo- carajo…)

    Ah, para entrar en la danza del ajedrez con un nivel más artístico, o tener el lujo de vislumbre de bailar el futbol, se necesita primero llevar una ventaja enorme… algo así como un 5-1…

  • JuanDavidVelez
    16 marzo, 2008 at 6:50 am

    Hablando de relaciones, esto de pronto les puede interesar.

    http://blogs.zdnet.com/emergingtech/?p=863

  • Maldoror
    16 marzo, 2008 at 9:53 am

    ¿desde cuándo la traición que comete un criminal se convierte en un acto honroso? ¿Desde cuándo un Estado puede permitirse fomentar en sus adversarios las conductas más infames como la traición y la delación?

    La verdad no quería intervenir, pero Jaime, ¿en serio ud es tan…[cualquier insulto conocido describiendo su falta de inteligencia y su carencia del más elemental sentido ético se queda corto]…que no puede ver la diferencia entre asesinar a sangre fría a alguién (así sea un criminal) y propiciar su captura? ¿Es tan jodido tener que explicarle a alguién que pagar por un asesinato a sangre fría es inaceptable para cualquier gobierno que se precie de respetar leyes medianamente civilizadas? Bueno, igual el gobierno tampoco ha demostrado ser capaz de notar la diferencia. Al fin y al cabo, dime con quién andas….

  • jaime ruiz
    16 marzo, 2008 at 11:23 am

    Muy bien, Sergio, ¿qué hace el toro encima de la vaca? Los pensadores de la izquierda democrática no sólo defienden los límites éticos de un Estado que se considere verdaderamente democrático, sino que de paso aprovechan para ver si pueden morir unos cuantos paramilitares. ¡Y a pesar de semejante atrocidad de impedir cientos de muertes el presidente aumenta su popularidad! No hay quien nos entienda.

    Como en otro chiste de ese tipo: ¡Bonita su ética!

  • Carlos
    16 marzo, 2008 at 1:46 pm

    Recomiendo esta entrada de un blog de Semana.

    Analiza la posicion del PDA en la reciente crisis diplomatica.

    Copia una parte:


    «El corazón revolucionario se niega a aceptar que la única «solución política del conflicto» deseable es acordar impunidad e inmunidad, básicamente:

    i) penas mínimas de cárcel para los jefes y mandos medios guerrilleros,

    ii) protección frente a la Corte Penal Internacional y a la extradición,

    y iii) reintegración socio-económica de los guerrilleros rasos.

    Para llegar a esa solución política se requiere la vía militar. Obligarlos a negociar su desmovilización.

    Si el Polo quiere que nos sentemos a la mesa para discutir las reformas del país con las Farc, está legitimando su violencia.»

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 2:31 pm

    Se nota que Jr es mas peligroso que las farc. Da miedo sus opiniones.

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 2:34 pm

    Veo que ustedes los colombianos son en verdad despreciables. No han entrado a la civilización,se encuentran en estado primitivo.

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 3:06 pm

    «EL FIN JUSTIFICA LOS MIEDOS»

  • jaime ruiz
    16 marzo, 2008 at 3:21 pm

    El fin del fin justifica los miedos de los medios.

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 3:32 pm

    Grabación chuzada……..

    La revista Semana publicara en su edición de Noviembre 15 del 2010 la siguiente conversación entre el Intendente Piraquive y alias Rojas….

    Rojas…Alo, alo, alo, mano me copias….

    Piraquive…Si mano, lo escucho como un cañón…

    Rojas…El man esta encuevado con su hembrita voy esperar que este remamao y le doy chumbimba a los dos….

    Piraquive…Proceda mano, sin agüero que nos esperan cinco mil barritas para curarnos los sabañones…

    Rojas…Positivo mano, le afrijole unos plomitos a los tortolitos, que hago ahora mano..

    Piraquive…Mano coronamos, córtele la mano a ese man y tráigasela que acá lo esperan a manos llenas…

  • jaime ruiz
    16 marzo, 2008 at 3:36 pm

    �Ven que el crimen de estimular la traici�n no era un invento m�o? Mejor dicho, era el decubrimiento del agua tibia. Mientras que el grueso de los columnistas protesta por el acto de pagar asesinos, para el Dandi Taurino da lo mismo, el hecho de pagar recompensas es el gran crimen:

    Ahora le dicen a ‘Rojas’, para ponerle conejo, que no ley� la «letra peque�a» del cartel de ‘Se busca’, la parte que dec�a «aplican restricciones», como en las mentirosas ofertas de gangas para incautos. Y dice el presidente �lvaro Uribe que habr� que esperar los resultados de las investigaciones a ver si se paga o no, porque «Colombia es un Estado de derecho que no estimula masacres». Hipocres�a. Cuando se le pone precio a la cabeza de alguien, como ha hecho el gobierno con los miembros del Secretariado de las Farc, de antemano se sabe que eso puede tener consecuencias sangrientas.

    De modo que siempre queda alguna migaja para protestar: del ahogado el sombrero, no importa si se ha mojado por fuera o por dentro. Si no se incentiva el asesinato sino s�lo la delaci�n, el resultado ser�a el mismo:

    Y lo que ya se vino abajo por completo, precisamente a causa de la utilizaci�n de m�todos perversos como la delaci�n pagada, es la moral de los colombianos.

    S�lo me queda esperar la previsible pr�dica de Mockus: �c�mo es que no se conf�a en que «Rojas» cumpla con su deber c�vico de denunciar?

    Alguien deber�a escribirle una eleg�a a Iv�n R�os: �tener que morir y matar en un mundo en el que reinan tales pensadores! Y todo por ser del Putumayo, que si fuera bogotano tendr�a su sueldazo en Telesur o en alguna ONG escandinava.

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 3:47 pm

    JR, ud fue comunista cuando joven cierto? Yo creo que en su momento hasta pensó en enlistarse en las guerrillas, pero al fin no lo hizo. Aunque varios amigos suyos sí lo hicieron? Ud se dio cuenta de todos los horrores y se arrepiente de haber estado cerca a enlistarse entre los sicarios y hoy en día padece el síndrome del converso!

  • Alejandro Gaviria
    16 marzo, 2008 at 3:48 pm

    Insisto en un punto: el problema no es de clase, es de grado: para combatir a un grupo terrorista toca incurrir en algunas prácticas detestables. Pero una cosa es la delación pagada y otra muy distinta, el homicidio. Antonio Caballero iguala una cosa con la otra, como lo señala Jaime. Sin delación y incentivos, por supuesto, sería imposible combatir el crimen. No sólo el terrorismo.

    Y bueno los papeles, se invirtieron. Ahora Jaime celebra la reciedumbre de la sociedad colombiana (reflejada, entre otras cosas, en la popularidad del Presidente) y el anónimo (ex zangano) condena su falta de civilización.

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 4:15 pm

    El meollo del asunto

    Lelo69

    Las acciones sucias del contrario siempre lo son, las nuestras siempre son una respuesta valida lógica y ética a esa provocación, como si se tratara de una simple partida de fútbol cuando se responde leña con leña.
    Pasar esa frontera (otra) y caer en el terrorismo de estado es un peligro gravísimo que se avizora teniendo en cuenta el respaldo casi unánime del alto gobierno y el apoyo de las inmensas mayorías que respaldan el pago del asesinato de un criminal mientras dormía a manos de otro criminal elevado a la categoría de prohombre y valiente ciudadano.

  • jaime ruiz
    16 marzo, 2008 at 4:52 pm

    Alejandro, pues ciertamente el tener que pagar a ese asesino es de lo más detestable y moralmente problemático, pero la cantidad de vidas que se salvarían consiguiendo el desistimiento por parte de las guerrillas compensa esa vileza. La alternativa siempre es la persistencia de la labor terrorista. El cinismo llega a su extremo más espantoso en el caso de Abad Faciolince: el «somos mejores que ellos» supone la muerte de montones de soldados y policías, de campesinos y pobladores indígenas de las regiones martirizadas por las guerrillas, pero la decencia que venden los que son uña y mugre con quienes no exigen el fin de los crímenes es naturalmente más importante que la vida de esa gente.

    El caso de la recompensa que se tiene que pagar a un terrorista traidor me parece menos comprometido moralmente para el Estado que el de la RAF. Pero las diferencias son muy llamativas: aparte de una minoría ínfima de extremistas nadie apoyaba a la RAF ni a las Brigadas Rojas mientras que en Colombia es otra cosa, y un asesinato de personas presas provocó mucha menos polvareda en Alemania que el caso de Rojas en Colombia (son la mayoría de los columnistas).

    Sí, los mismos que lamentaban cada semana la destrucción de pueblos con cilindros de gas y apremiaban por la paz para que eso no siguiera, ahora, buena gente que son, nos advierten de que no debemos volvernos como «ellos». De la resignación a la dignidad que se rebela, nuestros creadores de opinión se muestran bastante peores que «ellos», que Rojas y que Iván Ríos.

    (No, Lelo, nadie ha considerado a Rojas un héroe, mucha gente sintió alivio gracias a su crimen, es el vicio de sentirse todos moritori.)

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 5:00 pm

    En fin en que quedamos ¿La vida merece respeto o no? ¿cuando si? ¿cuando no? ¿el crimen es bueno o es malo? parce que llega la noche para los colombianos mientras en el resto del mundo es de día.

  • Apelaez
    16 marzo, 2008 at 5:13 pm

    Yo si creo que «rojas» le han debido pagar la recompensa. Incumplir la palabra empeñada, sobre todo cuando es el estado el que la empeña, tampoco es una buena cosa para el estado de derecho.

  • Maldoror
    16 marzo, 2008 at 6:19 pm

    El argumento tipico de ¨»si pudiera salvar un millon de vidas torturando a un terrorista» que Jaime Ruiz quiere aplicar (y que en el fondo crea una falsa disyuntiva con una situación extrema) y que le gusta tanto a sus amigos norteamericanos (no me parece casualidad que el amigo Bush haya vetado una ley en el congreso que prohibía ciertas practicas de tortura), ni siquiera se aplica para este caso:< ¿Cuantas cientos de miles de vidas se salvaron pagando un asesinato a sangre fria de un jefe guerrillero cuya columna estaba rodeada? ¿Que pierde el gobierno por no pagar ex post un crimen ya cometido? Ya no es simplemente una cuestión de razonamientos absurdos y criminales, en los que JR y los esbirros de este gobierno son expertos, sino en exageraciones o extrapolaciones que no tienen ni siquiera sentido

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 6:42 pm

    «…pero la cantidad de vidas que se salvarían consiguiendo el desistimiento por parte de las guerrillas compensa esa vileza…»

    ¿Acaso el «desistimiento de las guerrillas» (que en este caso sería de la acción «puramente» guerrillera, por llamarla de algún modo)implica «el desistimiento del narcotráfico», que es lo que verdaderamente subyace a esta etapa de degradación de un movimiento que comenzó con unas motivaciones y termina sustentado y alimentado por un negocio criminal?

  • Javier Moreno
    16 marzo, 2008 at 7:04 pm

    ¿Por qué es que se salvan cientos de vidas con la muerte de Ríos?

  • Alejandro Gaviria
    16 marzo, 2008 at 7:41 pm

    Apelaez: ¿qué opina de la decisión del Fiscal (aparentemente el tipo ya se arrepintió parcialmente) de no investigar a “Rojas”?

  • Apelaez
    16 marzo, 2008 at 7:55 pm

    Alejandro: Me parece que el tema con el señor Rojas tiene dos problemas diferentes, a saber: 1. Pagar la recompensa y 2. la responsabilidad penal por el homicidio de Ivan Rios. Para el primer problema, creo que es importante pagarle al señor, al fin y al cabo eso era lo que prometía el gobierno y, aun cuando no lo digan abiertamente, las recompensas sirven también para asustar a los comandantes y tentar a sus subordinados. Son una especie de espada de damocles.

    A mi me parece estúpida la decisión del fiscal de no investigar. Dentro de sus funciones no esta la de definir si vale o no la pena investigar un homicidio. Primero se investiga y despues si se define si se precluye la investigación o se acusa ante el juez. Y mire, le pongo un ejemplo, si usted estrella a un peatón que irresponsablemente cruza la calle por debajo de un puente peatonal y el peatón se muere (una situación en la que claramente usted no tiene la culpa), la fiscalía, de oficio, abre la investigación en su contra.

    El otro debate es si Rojas debe ser condenado, pero ese es otro cuento, el fiscal, por lo menos, debe abrir la investigación.

  • Maldoror
    16 marzo, 2008 at 8:08 pm

    Apelaez:

    ¿No le parece que si el gobierno paga una recompenza, estaría pagando por un asesinato a sangre fria?

  • jaime ruiz
    16 marzo, 2008 at 8:16 pm

    El anónimo de las 13.42 es típico, creo que casi nadie se aparta mucho de ese discurso en Colombia: ¡lo malo es que los terroristas y secuestradores se hayan vuelto narcotraficantes, es decir, hayan caído en las redes de los intereses de los gringos! Genial.

    ¿Por qué la muerte de alguien del Secretariado salva cientos o miles de vidas? Porque acelera la disolución de la organización criminal. Tan simple como eso, porque muchos mandos medios perderán la esperanza de sacar algún provecho de la persistencia en la banda, porque algunos dirigentes pensarán en buscar una salida, porque muchísimos de los que podrían enrolarse terminan disuadidos de una carrera tan poco promisoria. Yo no veo la dificultad de entender algo así.

    Mejor dicho sí la veo: para uno o dos millones de personas la derrota de las guerrillas es una derrota propia, es el fin de algo que han deseado y aprobado. Es el triunfo del capitalismo en el que hay que trabajar y hasta peligran los derechos adquiridos consagrados por la Constitución.

    Es esa gente la que debería desmovilizarse primero, pero como no les cuesta nada divulgar toda clase de calumnias contra el gobierno, contra EE UU, contra cualquiera que ponga en duda la validez del socialismo totalitario, pues ahí seguirán pues a fin de cuentas (como sale en los textos publicados del computador de Iván Ríos), el poder del PDA se basa en las guerrillas, de las que intentan desentenderse cuando las ven en declive.

  • jaime ruiz
    16 marzo, 2008 at 8:21 pm

    Sí, lo del fiscal es llamativo, pero tiene que ver con la conducta que exhiben los «juristas» en Colombia. Un clásico del derecho, Graciano, decía que el deber del juez no era juzgar la ley sino según ella. En Colombia todos juzgan la ley, una vez copié un texto de una fiscal de un proceso contra paramilitares que citaba Ernesto McCausland:

    El derecho penal no se puede seguir sosteniendo en su carácter punitivo y represivo sino que debe trascender a niveles superiores en los que el hombre sea su centro, con un nuevo perfil que permita construir un orden más justo…

    Es el principio: nadie respeta la ley sino que todos hacen política a costa suya. El fiscal es otro caso, como antes el procurador, como las Cortes, como cualquiera que tenga relación con el Derecho.

  • Felipe
    16 marzo, 2008 at 8:23 pm

    Una pregunta, con el programa de reinserción no se supone que se meten todos los crímenes en un mismo saco y después se dan penas bajas? El asesinato cometido por Rojas no entra entre ese bulto? Es decir, a Rojas se le debería juzgar por un lado el asesinato de Rios y por el otro los crímenes cometidos en las FARC?
    Esa vaina todavía no me ha quedado clara. Gracias por la respuesta.

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 8:40 pm

    “Confundir lo que esta bien con lo que conviene” parecer ser lo que nos esta pasando….

    Lelo69

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 8:43 pm

    «¿Por qué la muerte de alguien del Secretariado salva cientos o miles de vidas? Porque acelera la disolución de la organización criminal. Tan simple como eso, porque muchos mandos medios perderán la esperanza de sacar algún provecho de la persistencia en la banda, porque algunos dirigentes pensarán en buscar una salida, porque muchísimos de los que podrían enrolarse terminan disuadidos de una carrera tan poco promisoria. Yo no veo la dificultad de entender algo así».

    Otra vez patina y se cae en las posaderas don Jaime. Admítalo usted o no, las FARC originalmente tenían otra motivación (no dije yo que «buena» o «mejor», sino «otra»), mientras que en este momento se dedican al narcotráfico y el discurso político solo les sirve de maquillaje y de pronto para no decepcionar a un octogenario que lleva casi medio siglo tratando de hacer la «revolución». Siendo así, con la muerte de los miembros del Secretariado no va a pasar cosa distinta de lo que sucedió cuando mataron a Escobar Gaviria, Rodríguez Gacha y otros cuantos del «secretariado» del cartel de Medellín. ¿Depareció la actividad criminal? Para nada. Pasó a las manos de sus perros guardianes, los paramilitares y las guerrillas, que se convirtienon en narcoparamilitares y narcoguerrillas con acento en el «narco». Entonces, la desaparición de los miembros del Secretariado sólo significará que la criminalidad ni siquiera tendrá un mando relativamente centralizado que se preocupe por unas ciertas apariencias ideológicas, sino que simplemente se dedicará del todo «a lo que vinimos». Habrá, claro, algunos reacomodos, y posiblemente alianzas más regulares y permanentes entre quienes anteriormente fungían como enemigos a muerte.

  • jaime ruiz
    16 marzo, 2008 at 10:21 pm

    Si los miembros del Secretariado fueran simples narcotraficantes las FARC se habrían acabado en tiempos de Pastrana. Eso siempre resulta muy desconcertante, esa idiotez clasista de creer que la revolución prohíbe a los secuestradores negociar con drogas. Es muy tedioso seguir con eso, realmente esa creencia es lo único que sostiene a las FARC. (Perdón por enlazar un post mío pero es para no repetir los mismos argumentos.)

    La relación entre los delincuentes y los revolucionarios es siempre muy curiosa: los talibanes reclutaron a su aparato militar entre antiguos delincuentes, al igual que Al-Qaeda entre los vendedores de droga en Europa y el norte de África. Pero leyendo a Paul Johnson me he enterado de que al fracasar los intentos de «replicar» la revolución francesa en Inglaterra, casi todos los radicales británicos se dedicaron a la pornografía. La revolución es a la política lo que la pornografía y la prostitución son al sexo.

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 10:50 pm

    Lo que realmente esta en juego es el STATUS colonial de America Latina. Asi que los paseos de jaime ruiz por plaza sesamo aun con la presencia furibunda del radar de Manta pueden divertir a los argumentadores de este blog… pero ni fu ni fa.

    ( a mi me encanta la pornografia usa.la pre-pago del gobermnador de New York tiene talentos millonarios que no violan los derechos humanos. )

  • Javier Moreno
    16 marzo, 2008 at 10:55 pm

    Pero si se supone que los miembros del secretariado son monigotes manejados por la jerarquía de los rentistas y cobra masacres, como Jaime ha insistido tantas veces, entonces no debería costar demasiado sustituirlos por otros iguales o piores ¿o sí?

  • Maldoror
    16 marzo, 2008 at 11:06 pm

    El «argumento» de Jaime Ruiz es básicamente el siguiente: Cualquiera que ose criticar a gobierno en su aplicación de la guerra, es porque desea fervientemente que la guerrilla gane. Es un argumento con base a la motivación del otro, no de lo que dice, que es en el fondo el único argumento que Ruiz tiene para todo. Jaime Ruiz podría encontrarse mañana con que Uribe ejecuta extra judicialmente a guerrilleros en la plaza de Bolivar frente a las camaras, con el revolver humeante y el vestido manchado de sangre. Diría exactamente lo mismo. Igual, aún si fuera cierto que la motivición de los criticos de Uribe es desear que el otro bando triunfe, ¿en que invalida el argumento de que pagar por matar a alguién a sangre fría está mal, y peor si lo hace un gobierno que se supone debe hacer cumplir la ley?

  • jaime ruiz
    16 marzo, 2008 at 11:12 pm

    Javier, pues para la moral de la organización sin duda es un golpe tremendo que los jefes caigan y que en cualquier parte aparezcan traidores.

    Pero algo de que las causas persisten es cierto, como bien muestra el último anónimo, el problema es el estatus colonial de América Latina. Es como una danza penosa de los comentaristas universitarios o farianos, el que levanta las banderas antiimperialistas pronto le deja el turno al que lamenta la caída de los muchachos en la delincuencia común; eso sí, entre bomberos no se pisan las mangueras. Bueno, en realidad no tienen porque estar en desacuerdo, tanto Carlos Lehder como Pablo Escobar eran también típicos antiamericanos, justos precursores de Hugo Chávez, incluso en lo de financiar a la izquierda democrática.

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 11:18 pm

    Mexico exige «investigacion puntual» sobre el asesinato de esdtudiantes en campamento de las FARC.

  • jaime ruiz
    16 marzo, 2008 at 11:24 pm

    Sí, Sergio, por casualidad recuerdo lo que salía en la prensa en tiempos del Caguán. Supongo que gente como Bejarano o Claudia López no desean fervientemente nada más allá de sus ingresos, pero ciertamente tratan de impedir la derrota de las FARC, como tantos.

    Algo de la mentira colombiana resulta puro infantilismo. ¿A quién engañan? ¿Cuánta gente cree realmente que las FARC no tienen partidarios o que el PDA y sus partidarios comparten fines con la gente que se opone a las guerrillas? Desgraciadamente hay que volver a señalar ese aspecto de humanización deficiente, cuando la historia parece una representación teatral de niños de cuarto de Primaria.

    Se puede hacer otra prueba: mientras que en El Espectador los cinco primeros artículos, incluido el editorial, están dedicados a lo mismo; mientras que en Semana tres de cinco artículos están dedicados a lo mismo, ¿cuántos artículos de la prensa extranjera, aun de los que se ocupan de Colombia, se ceban en el asunto?

    Un examen riguroso de la clase de gente que lee esos medios y de los que creen que las guerrillas intentan cambiar el estatus colonial, que son intercambiables por los que lamentan la pérdida de ideales, debería servir para entender sociológicamente el problema guerrillero-comunista. Sólo es cierto orden social, ciertos valores persistentes, cierto tipo de personas características del país. Las mismas que mostraban ojos brillantes el 11 de septiembre de 2001 viendo que empezaba a desplomarse el imperio, las mismas que en lugares como los países vecinos han elegido a esos próceres, la raza maldororiana, en fin. La ridícula pretensión de una guerrilla extraterrestre o «telúrica» es parte de ese infantilismo increíble de esa clase de personas.

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 11:26 pm

    Fidel Castro : los estudiantes que Bogota ultimo eran inocentes.

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 11:33 pm

    cual es el problema ?

    se le encarga a cualquier alias rojas la manito del enano uribe y el 84% del periodico planeta se disuelve mas rapidito que el alka-seltzer.

    es perfectamente verosimil la ejecucion de un nuevo plan caguan del ladito del parlamento europeo y los amigitos chinos.los extraterrestres que se metan a editorialistas.

  • Anónimo
    16 marzo, 2008 at 11:35 pm

    Que nos perdone Viginio Rognoni…

  • charlie
    17 marzo, 2008 at 12:11 am

    Jaime:
    Al Establecimiento no le interesa la derrota de las Farc. Si estuvieran próximas a una victoria buscarían pactar con ellas como trataron de hacerlo hace 15 años en el Caguan.
    Apoyaron a Uribe, y lo hicieron elegir Presidente, porque si las Far no quisieron ser socias había que acabarlas. Y Uribe era el preciso. Además, la idea, después de la humillación del Caguan, era muy popular.
    Pero, sobre todo, lo apoyaron y lo siguen apoyando porque su ideario, en Economía, les ha resultado muy rentable ( y muy prometedor (?): el TLC )
    Pero esa es su debilidad. Cuando ha estado a punto de acabarse el comercio con Venezuela lo han chantajeado. Cuando venga la crisis, así no tenga la culpa, lo tumban.

  • Anónimo
    17 marzo, 2008 at 12:22 am

    Dos chilenos publican entrevista a Raul Reyes obtenida horas antes de la masacre. ( http://www.elsiglo.ch )

  • Felipe
    17 marzo, 2008 at 1:21 am

    Pues respecto a los estudiantes mexicanos El Comercio de Quito publicó un artículo
    de lo mejorcito que he visto sobre el tema.

    La semana pasada tuve una clase con una profesora Mexicana, ella había estado toda la semana en Chiapas. Cuando llegó le pregunté sobre la situación y dijo que el gobierno andaba bastante callado. Pero que la verdad era que los únicos que dudaban que estas personas tuvieran nexos con las FARC eran los papás de los jóvenes. Decía que hacen parte de un grupo de la UNAM que siempre se han caracterizado por eso. Que de hecho, en Chiapas, convencían a los Indígenas para que protestaran. Les daban una cantidad de carteles que los indígenas ni siquiera sabían qué decían y los mandaban a protestar. Que los indígenas en muchas oportunidades salían heridos y en algunos casos hasta muertos por culpa de estas joyas que los mandan a primera fila. Al mejor estilo de los generales que querían limpiar la raza y en la batallas contra los españoles mandaban a los indios a primera fila.

    El punto es que esta señora dijo que había gente que sostenía que a estos jóvenes los estaban entrenando en Colombia para hacer este tipo de manifestaciones. Que a nadie en sus 5 sentidos se le ocurre ir a hacer una tesis al lado de un grupo terrorista y mafioso. Pero bueno, son puras especulaciones al fin de cuentas y están sujetas a cambio.

    En fin, me pareció interesante ver que el Mexicano no se ofendió por esto como lo hicieron la mayoría de Ecuatorianos y a lo mejor por eso las reacciones de ambos presidentes también han sido distintas. Imagínense que los muertos hubieran sido Venezolanos, Argentinos o Ecuatorianos, ya estaríamos en guerra. Chistoso, es que hay gente que se empeña en defender a sus nacionales a cualquier precio, a pesar de que ni los conozcan…

  • Apelaez
    17 marzo, 2008 at 1:35 am

    Sergio, no creo que se este pagando por un asesinato a sangre fria. Aunque sin duda es un caso complicado en el que se tienen que sopesar muchos argumentos. Yo, en este caso, estoy de acuerdo en pagar porque esa era en cierta forma la promesa. Aun cuando siendo estrictos, la promesa era pagar a quien entregara información que condujera a la captura y no al que llevará el cuerpo vivo o muerto al estilo del oeste (como han notado mil columnistas).

    El problema es difícil porque no pagar podría debilitar la política de recompensas y pagar podría pasar como el pago por la justicia por propia mano. En este caso concreto yo me inclino por pagar la recompensa.

  • Alejandro Gaviria
    17 marzo, 2008 at 1:50 am

    Como bien dice Jaime, es tedioso volver sobre lo mismo, discutir nuevamente si la droga es causa o consecuencia de las guerrillas o si ambas son el resultado del un orden social atávico o de una sociedad enferma. Si aceptamos por un minuto la hipótesis de Jaime, tenemos dos opciones: el fatalismo (la misantropía elocuente que Jaime practica con tanta devoción) o la proscripción de la izquierda democrática o alguna vaina por el estilo. Yo prefiero seguir con la utopía infantil de la legalización.

    El tráfico de drogas no es simplemente la ocupación de revolucionarios venidos a menos. El mecanicismo sociológico de Jaime es más un discurso que una hipótesis.

    Data curioso: Aldo Moro fue secuestrado el 19 de marzo de 1978.

    Conexiones: un abogado judío se vuelve famoso por sus ataques a los banqueros y es elegido gobernador por su reputación de hombre intachable pero el abogado no puede evitar la tentación de la conveniente industria de las prepago que había surgido para atender a los banqueros. El abogado gasta miles de dólares en su afición, las prepago utilizan el dinero para comprar droga vendida por los mafiosos colombianos que gastan una parte del dinero en la industria local de las prepago y envían el resto a los banqueros que había denunciado el abogado.

  • Carlos
    17 marzo, 2008 at 11:41 am

    Es cierto que como tal la política de recompensas no dice vivo o muerto.

    Que yo recuerde, las propagandas siempre dicen, «por información que permita la captura».

    No veo porque el Estado deba pagar . De hecho ya el ministerio de defensa dijo que iba a pagar por el computador no por el asesinato de Rios. Asi que estamos discutiendo por discutir. No pagaron por el asesinato.

    Hubiera dado igual si Rojas se hubiera robado el computador.

    Ahora, no se si las leyes colombianas permitan pagar por asesinatos. En ese caso, toca seguir una ley que institucionaliza las ejecuciones extrajudiciales?

    Es el viejo problema de que todo lo que es ley no necesariamente es moral. La ley es simplemente la voluntad del legislador, bien sea un congreso o un tirano. Y eso no garantiza que sean buenas o correctas.

    Saludos,
    Carlos

  • Anónimo
    17 marzo, 2008 at 12:36 pm

    FELIPE,
    USTED SIMPATIZACON CON EL ORDEN BURGUES Y NOE DE SHAKIRA.PERO A LO MEJOR USTED GLOBLAL SUJETO ENTIENDE A OBAMA PERO NO HA VIAJADO A CHIAPAS.LES DUELE SUCEDER A USTEDES

  • Anónimo
    17 marzo, 2008 at 12:41 pm

    … que recompensa pagarian ustedes por juan manuel santos ?

  • Anónimo
    17 marzo, 2008 at 12:47 pm

    … le enviarian una prepago con un alijo de motosierras decorativas pero letales ?

  • Anónimo
    17 marzo, 2008 at 1:02 pm

    Alto Comisionado denuncia el asesinato de lideres sociales que participaron en la marcha del 6 contra los crimenes del paramilitarismo.

  • Anónimo
    17 marzo, 2008 at 5:49 pm

    Sicariato de Estado:chequera del Plan Colombia mata constitucion del 91

  • Apelaez
    18 marzo, 2008 at 12:48 am

    Esta semana va a estar malo este blog.

  • Carlos
    18 marzo, 2008 at 1:44 am

    Sip. Tantos comentarios anónimos se estan tirando este blog.

    El que si esta bueno esta semana es el blog de Becker y Posner. el tema es la responsabilidad individual. Hasta argumentos kantianos han aparecido en el debate.

    Saludos,
    Carlos

  • Anónimo
    18 marzo, 2008 at 8:48 am

    Larrea aburrido con el diario El Tiempo de Bogota.

  • lelo69
    18 marzo, 2008 at 1:01 pm

    La foto del supuesto Larrea publicada por el diario El Tiempo, que implicaciones traerá en la credibilidad de las informaciones contenidas en los computadores de Reyes que sin lugar a dudas es el mayor botín de guerra obtenido hasta ahora por nuestro gobierno.

    Quien en el Tiempo asumirá este error que nos deja tan mal parados?

  • Alejandro Gaviria
    18 marzo, 2008 at 1:13 pm

    Copio la siguiente comunicación que recibí el día de ayer:

    Doctor
    ALEJANDRO GAVIRIA
    Columnista
    El Espectador
    L. C.

    Respetado doctor Gaviria:

    Comparto plenamente el tenor de su columna de opinión publicada en El Espectador de esta semana, titulada ‘Virginio Rognoni’.
    Tengo la firme convicción de la razón de sus argumentos, lo cual he plasmado de forma clara y contundente en el Plan de Guerra ‘Consolidación’ que reemplazó al Plan Patriota en 2006, y que es el documento rector para la campaña militar que las Fuerzas Militares conducen y ejecutan contra el narco-terrorismo. En tal documento se deja consignado que la legitimidad es el centro de gravedad estratégico de las Fuerzas Militares, la cual sólo se obtiene actuando con eficiencia y transparencia, es decir, con toda la contundencia del poder de una fuerza militar, pero con el riguroso cumplimiento de nuestra Constitución y la ley.
    Cordialmente,
    General Freddy Padilla de León
    Comandante General Fuerzas Militares

  • Apelaez
    18 marzo, 2008 at 1:15 pm

    Alejandro, digale al general que mejor se meta al blog.

  • Anónimo
    18 marzo, 2008 at 1:29 pm

    Las declaraciones de la sobreviviente mexicana ponen en evidencia los ‘mecanismos terroristas’de la violacion de la soberania Ecuatoriana.Tambien es muy preocupante la version que sobre los hechos tienen las autoridades ecuatorianas.

  • Anónimo
    18 marzo, 2008 at 1:59 pm

    El Tiempo y el periodismo Papagayo.Hace tiempo que la familia Santos utiliza el pasquin como correa de transmision de los intereses del ejercito y la policia.El ministro de Defensa entiende que la desinformacion y la ‘guerrapsicologica’ van de la mano y aprovecha su su ascendiente sobre editores y subordinados.O periodistas.

  • Alejandro Gaviria
    18 marzo, 2008 at 2:18 pm

    Carlos:

    Estuve leyendo el blog de Becker y Posner. Hay dos interpretaciones del comportamiento individual (del excesivo endeudamiento) que dio origen a la actual crisis financiera. La primera interpretación, un ejemplo aparece hoy en la sección del WSJ en el El Tiempo, dice que muchos deudores no entendieron a cabalidad las condiciones de los contratos de crédito y por lo tanto no sabían en que se estaban metiendo. La segunda interpretación, la de Becker, supone que los deudores sabían lo que estaban haciendo y tomaron una decisión racional basada en un pleno conocimiento de los riesgos.

    Dice Becker: “the many excuses offered by some home owners for their plight, and also eagerly by the authors of these human interest stories, is that the borrowers did not understand that these introductory interest rates might rise a lot after a few years, or that they would have negative equity in their homes if housing prices stopped rising and began to fall. An obvious alternative explanation for their behavior is that they gambled that the good times would continue indefinitely.”

    La distinción no es académica. Si se acepta la primera interpretación, el Estado debe pagar parte de la cuenta, como lo está haciendo y como lo hizo el domingo en el caso de Bear Stearns. Si se acepta la segunda, cada individuo es responsable por sus desafueros y la intervención estatal debería ser mínima.

    Algo hay de cierto en las opiniones de Becker y Posner pero, en épocas de crisis, los economistas pragmáticos (como Bernanke) son más confiables que los ideólogos (como Becker). Esta crisis, en últimas, parece contradecir muchos de los postulados que Becker ha defendido toda su vida (ver aquí).

  • Anónimo
    18 marzo, 2008 at 2:35 pm

    El Dalai Lama quiere renunciar.No es un moralista narcisista.

  • Felipe
    18 marzo, 2008 at 3:41 pm

    Pues esta frase lo resume todo, para mi gusto; «The tendency to blame others when things go wrong is deeply rooted in human nature and I imagine no less common in America than in any other country.»

    La verdad es que la culpa de todos, empezando por los que aceptaron los préstamos, pasando por las rating agencies y terminando en las instituciones financieras. A mi el hecho de que no hayan entendido bien me parece una disculpa floja, siempre y cuando no haya habido dolo de parte de las instituciones. Cuanta gente que sí entendió tiende a decir que no entendió a ver si se le perdona alguito o se le renegocia la deuda?

    La pregunta sería si las mismas instituciones entendían lo que estaban haciendo. Las securitizaciones son instrumentos verdaderamente complicados y fueron tratados a la ligera, creo yo. Apostaría que la mayoría de gente en trabajos relacionados no entendían bien lo que hacían, solo sabían que les daba plata. La gente sintió que poner todas las deudas en un mismo saco era prácticamente libre de riesgo. Vamos a ver si el sector financiero aprende. Es una lástima que el gobierno tenga que recoger la cuenta por culpa de las irresponsabilidades del sector; pero claramente dejar derrumbar el sector financiero sería una catástrofe.

    Vea, por ejemplo si ud va a un concesionario le van a dar un préstamo rápido y lo que van a revisar es mínimo. A duras penas les importará si ud tiene ingresos. Al fin de cuentas ellos le terminan vendiendo la deuda a alguien y ese alguien la pone en un saco lleno de deudas. Para mi gusto, el sector financiero es feliz enredándose la vida con estructuras complicadas que piensan que le maman gallo a la lógica del mercado.

  • Alejandro Gaviria
    18 marzo, 2008 at 5:46 pm

    Felipe: tal como había ocurrido en la crisis de Long Term Capital Managment, algunos financieros creyeron haber encontrado la piedra filosofal y metieron a todo el mundo en una dinámica que parecía no tener fin y bueno… ya vemos lo que pasó.
    Hace tres meses, yo todavía estaba oyendo historias sobre un cambio estructural en los mercados financieros, sobre el fin de las crisis y demás. Lo mismo ocurrió hace diez años con la burbuja de Internet cuando los libros más leídos tenían títulos como Dow 36.000 y cosas parecidas. Lo que me parece curioso de Becker et al. es que han defendido de manera casi religiosa la idea de los mercados perfectos, avivaron las llamas con su oposición obtusa a cualquier tipo de regulación y ahora vienen a hablar de responsabilidad individual.

    Hyman P. Minsky , con su escepticismo, con su idea de que las crisis financieras son todas iguales (un exceso de entusiasmo financiado por banqueros irresponsables), con su negación de los mercados perfectos y su insistencia en la necesidad de mayor y mejor regulación, ha surgido, varios años después de su muerte, como la figura intelectual clave para entender lo que pasó.

  • Anónimo
    18 marzo, 2008 at 5:59 pm

    URGENT
    Tax Rebate
    This morning President Bush said each one of us would get a $1200.00tax rebate. It was previously slated to be $1400.00, but they dropped it to a $1200.00 tax rebate because of various budget problems. Now, if we spend that money at Wal-Mart, all the money will go to China, if we spend it on computers, most of the money will go to Korea or India. If we spend it on gasoline it will all go to the Arabs…..and none of these scenarios will help the American economy. We need to keep that money here in America …..so the only way to keep that money here at home is to drink beer, gamble, or spend it on prostitution. It seems that these are the only businesses left in the U.S.

  • Anónimo
    18 marzo, 2008 at 6:38 pm

    Felip su inocencia solo puede ir de la mano de su decencia, ojala ellos pensaran como usted, pero afirmar que «…siempre y cuando no haya habido dolo de parte de las instituciones.»…solo pensando de la manera mas inocente se podria llegar a creer que no existe dolo…o alguien monta un negocio para perder….?, me adelanto, no tengo pruebas del dolo, seguramente nadies las tiene, pero mi abuela decia: «..mijo toqueselas a ver si las sigue teniendo en el puesto…»

  • Anónimo
    18 marzo, 2008 at 9:36 pm

    Alejandro:

    Cuando la Reserva Federal de Estados Unidos baja la tasa de interes, ¿existe algún efecto en la Banca Nacional ? que clase de efecto ?

  • Carlos
    19 marzo, 2008 at 12:28 am

    Alejandro: algunos comentarios sobre su apreciación del texto de Becker:

    1.Creo que el punto de Becker no es que las personas tenían información perfecta y tomaron la decisión de forma racional. Al contrario, cuando Becker dice: «An obvious alternative explanation for their behavior is that they gambled that the good times would continue indefinitely.», al usar el verbo «gamble»(apostar) subraya claramente un comportamiento irracional y desinformado.

    Me parece que su apreciación sobre lo que Becker dijo en este articulo particular esta un parcializada por su conocimiento de escritos anteriores de Becker.

    No creo que se pueda inferir, de este texto particular de Becker, que el este recalcando algunos de los peores supuestos de la teoría neoclásica, como son la información perfecta y decisión racional de los agentes económicos.

    Lo que Becker quiere subrayar es que si queremos que los agentes económicos tomen mejores decisiones (y eso incluye que ellos realizen un mayor esfuerzo para informarse mejor) no debemos quitarles los incentivos para hacerlo mediante intervenciones estatales que los individuos terminan incluyendo en sus expectativas (tanto los banqueros como los prestamistas si saben que el Estado al final los va a rescatar, tenderán a comportarse de forma irresponsable. Es el famoso riesgo moral que todos los economistas conocen).

    Además, Becker enfatiza que el evitar el riesgo moral tambien contribuirá a que los agentes aprendan a tomar mejores decisiones: «An important foundation of the philosophy behind the arguments for private enterprise, free economies, and free societies more generally, is that these societies rely on and require individual decision-making and responsibility. This philosophy not only emphasizes the moral hazard reasons to require individual responsibility, but also «the use it or lose it principle», a colloquial expression indicating that various mental and physical capacities wear down and erode if they are not used on a regular basis. This principle implies that people who are accustomed to having other persons or governments make their decisions for them lose the ability to make good decisions for themselves. Free societies lead to better decision-making partly because men and women accumulate more experience at making decisions that affect their well-being and that of others.»

    Este argumento(que tiene un sabor kantiano como señale en mi blog) me parece a mi, muy convincente, a partir de mi propia experiencia con los procesos de aprendizaje propios y de amigos.

    2. Usted se une al coro stiglitziano que pide mas regulaciones bancarias (una pregunta relacionada esto: todavía esta en la junta de BanColombia?) y referencia un articulo de New Yorker que menciona a Minsky. Y utiliza la frase «banqueros irresponsables»)
    Lo curioso que ese mismo articulo de New Yorker dice lo siguiente:
    «If anybody is at fault it is Greenspan, who kept interest rates too low for too long and ignored warnings, some from his own colleagues, about what was happening in the mortgage market.»

    Me pregunto si el abjetivo irresponsable incluye al banquero mayor, Mr. Greenspan. Porque no he leído que ninguno de los ideologos del intevencionismo, incluyendo el autor del articulo de New Yorker (a pesar que le da la principal culpa a la reserva federal) pedir mayores regulaciones PARA LA FED. Supongo que en los tiempos que vivimos, pedir limitaciones a agencias/instituciones estatales es tabú, porque de eso no hablan. Milton Friedman si propuso regulaciones para limitar o prevenir las malas decisiones de los bancos centrales.Pero el ideologo neoliberal, al que nadie quisiera escuchar en estos momentos.

    Otro punto, si de regulaciones se trata, tambien quisiera que los amantes de intervencionismo reconocieran que algunas regulaciones a los bancos pudieron en realidad, contribuir a la misma crisis. La «Community Reinvestment Act of 1977», de la epoca de Carter obliga a los bancos a realizar hipotecas en favor de las minorias asi estas no buenos sujetos de crédito. Así lo explica este columnista del Boston Globe:

    «The subprime mortgage collapse is another tale of unintended consequences.

    The crisis has its roots in the Community Reinvestment Act of 1977, a Carter-era law that purported to prevent «redlining» – denying mortgages to black borrowers – by pressuring banks to make home loans in «low- and moderate-income neighborhoods.» Under the act, banks were to be graded on their attentiveness to the «credit needs» of «predominantly minority neighborhoods.» The higher a bank’s rating, the more likely that regulators would say yes when the bank sought to open a new branch or undertake a merger or acquisition.

    But to earn high ratings, banks were forced to make increasingly risky loans to borrowers who wouldn’t qualify for a mortgage under normal standards of creditworthiness. The Community Reinvestment Act, made even more stringent during the Clinton administration, trapped lenders in a Catch-22.

    «If they comply,» wrote Loyola College economist Thomas DiLorenzo, «they know they will have to suffer from more loan defaults. If they don’t comply, they face financial penalties . . . which can cost a large corporation like Bank of America billions of dollars.»

    Banks nationwide thus ended up making more and more subprime loans and agreeing to dangerously lax underwriting standards – no down payment, no verification of income, interest-only payment plans, weak credit history. If they tried to compensate for the higher risks they were taking by charging higher interest rates, they were accused of unfairly steering borrowers into «predatory» loans they couldn’t afford.

    Trapped in a no-win situation entirely of the government’s making, lenders could only hope that home prices would continue to rise, staving off the inevitable collapse. But once the housing bubble burst, there was no escape. Mortgage lenders have been bankrupted, thousands of subprime homeowners have been foreclosed on, and countless would-be borrowers can no longer get credit. The financial fallout has hurt investors around the world. And all of it thanks to the government, which was sure it understood the credit industry better than the free market did, and confidently created the conditions that made disaster unavoidable.»

    Con esta información(lo de Greenspan y lo ley que acabo de citar), yo me pregunto, si es tan cierto que el problema fue por falta de regulación?

    Porque salen tantos casi de forma automática siempre a satanizar el mercado y a pedir mas regulaciones?

    Por supuesto que los banqueros, los deudores, los compradores de titulos hipotecarios y muchos mas actuarón de forma irresponsable, pero quisiera un análisis mas realista de lo que realmente sucedió y de cual es la mejor solución. Un anális que reconozca los errores y problemas de los bancos centrales y de regulaciones que poner la corrección política, por encima las consideraciones de riesgo de los créditos.

    Ok, regulen a los bancos. Pero limiten tambien a los bancos centrales y a los políticos que crean malas leyes sobre prestamos hipotecarios. Si no, esto es solo un debate motivado por ideologías estatistas e intervencionistas, nubladas por la permanente satanización del mercado y la indulgencia y apología a políticos y burocratas cuya irresponsabilidad rara vez cuestionan.

    Cordial saludo,
    Carlos

  • Anónimo
    19 marzo, 2008 at 12:41 am

    Apelaez, como dice mi abuelita, acertates.

  • Anónimo
    19 marzo, 2008 at 12:58 am

    Para que sufran un rato:

    El TLC trasnochado
    Eduardo Sarmiento

    La discusión del TLC se inició durante la administración Clinton, cuando el libre mercado estaba en todo su apogeo y aparecía como una de las doctrinas dominantes del Partido Demócrata. Hoy en día las cosas son muy distintas. Tanto Hillary Clinton como Obama han culpado al libre mercado del retroceso social de Estados Unidos y se han comprometido a introducirles modificaciones de fondo a los acuerdos existentes. El TLC ya no se presenta como un instrumento económico para favorecer a los países, sino como un medio para afianzar las relaciones diplomáticas.

    El TLC se fundamentó en las teorías de ventaja comparativa que han sido controvertidas por los hechos. La presunción de que el libre mercado conduce a una especialización en los bienes de mayor productividad relativa y de que todos los países ganan, no se cumple en la práctica. En su lugar, la competencia de los países para aumentar las exportaciones y conformar superávit en cuenta corriente ha llevado a una confrontación que coloca el salario por debajo de la productividad y amplía la brecha entre la mano de obra calificada y la no calificada. En todas partes y en un mayor grado en las economías más expuestas al libre mercado, como Estados Unidos, ha significado la caída de los ingresos laborales, el incremento de las ganancias del capital y la especulación y el retroceso de la distribución del ingreso. Además, la globalización se manifestó en severas crisis cambiarias financieras y recesivas en América Latina y Asia, y ahora por razones similares está causando los mismos estragos en Estados Unidos.Lo cierto es que las actitudes se han venido transformando. En la actualidad Estados Unidos imprime billetes sin consideración para devaluar el dólar y en el Congreso cursan todo tipo de propuestas para limitar las exportaciones chinas. Los bancos centrales autónomos para bajar la inflación, el corazón de las reformas de libre mercado, son materia de serios cuestionamientos e, incluso, del abandono de su filosofía central. Desde Greenspan y ahora Bernanke, la prioridad de la inflación le ha dado paso a la estabilidad financiera y el crecimiento económico. En la actualidad, la prioridad de la Reserva Federal es inyectar liquidez para evitar el desplome del sector financiero y moderar la recesión. Ante la ineficacia del incentivo de las bajas tasas de interés, en combinación con el Gobierno, están empleando la emisión monetaria con fines selectivos. Como lo señala un editorial del New York Times, las autoridades económicas de Estados Unidos están aplicando todo lo que ellos y el Fondo Monetario le proscribieron a América Latina en la década del noventa.La ola de insatisfacción no ha dejado de reflejarse en el país. Ante el aumento de la liquidez mundial y los efectos devastadores sobre las tasas de cambio, en el desespero las autoridades económicas han acudido, en forma vergonzante, a la heterodoxia. Se ha intervenido el mercado cambiario, se han aplicado controles de capitales, se anunció la reestructuración de los aranceles e, incluso, se insinúa la fijación de precios. En todos los casos las medidas han resultado inoperantes, porque se han aplicado en dosis mínimas y con indecisión. No se han articulado dentro de un criterio y una estrategia, y en muchos casos no se ha pasado de la proclama. Lo cierto es que la indisciplina deja al descubierto la incapacidad de las políticas convencionales para detener la revaluación, moderar la inflación y sostener la actividad productiva.Las medidas de mercado que predominaron en los últimos quince años están desacreditadas, vienen siendo sustituidas en forma soterrada y el TLC hace las veces de una camisa de fuerza que las vuelve inflexibles e irreversibles. El país renuncia a los aranceles, la intervención cambiaria, los controles de capital y la fijación selectiva de precios, es decir, a todo lo que se requiere en este momento para armonizar la política macroeconómica ante el fracaso de los bancos centrales y la modalidad de cambio flexible. Lo más curioso es que estas restricciones no aplican a Estados Unidos, que dispone de amplios medios para eludir los designios del mercado. El país del norte mantiene inmodificada la discrecionalidad para aplicar los subsidios agrícolas, inundar al mundo de liquidez para devaluar el dólar, endeudarse en su propia moneda y emplear la política fiscal y monetaria para conceder incentivos al sector financiero, las empresas, los contribuyentes y el empleo.El TLC fue concebido y negociado con criterios de mercado que han sido invalidados por los hechos y rechazados por sus mismos promotores y gestores. Se pretende subsanar el vacío conceptual con pronunciamientos políticos y diplomáticos pasajeros, que le dan un claro tinte ideológico y le restan toda credibilidad científica. El peor aval para el TLC, que en buena medida define el modelo de desarrollo de largo plazo, es que su razón de ser y aprobación se sustenten en argumentos efectistas. Las cosas se deshacen como se hacen.

  • Carlos
    19 marzo, 2008 at 1:59 am

    Para que sufran un rato (los proteccionistas y rentistas Sarmientistas):

    «Another Parable
    Arnold Kling

    Greg Mankiw writes,

    A 2006 poll of Ph.D. members of the American Economic Association found that 87.5 percent agreed that “the U.S. should eliminate remaining tariffs and other barriers to trade.”

    The benefits from an open world trading system are standard fare in introductory economics courses…The basic lessons can be traced back to Adam Smith of the 18th century and David Ricardo of the 19th century

    As an argument for free trade goes, this one is weak. In effect, Mankiw is saying, «Economists are for free trade, so you should be, too.»

    The challenge is to make an argument for free trade in terms that everyone can understand. Perhaps a parable is in order. Perhaps we could start with «Once upon a time,» and describe an economy that works like ours today. But we decide that free trade has gone too far.

    First, we enact national protectionism. Then, the «buy local» movement catches on and leads to effective elimination of the Constitutional provisions against trade barriers within the United States. Cities and states start enacting tariffs, quotas, and trade subsidies.

    Finally, the movement moves toward its logical conclusion: only buy products made in your own household. People give up computers, cars, packaged food, electricity, and plumbing. We go back to subsistence farming and hunter-gathering.»

  • Alejandro Gaviria
    19 marzo, 2008 at 2:07 am

    Carlos:

    En economía hay una diferencia muy grande entre la “irracionalidad” y la “incertidumbre”. Becker está diciendo que los agentes apostaron con plena conciencia de los riesgos y pleno conocimiento de los contratos.

    La discusión sobre las causas de la crisis es compleja (y en retrospectiva alguna culpa la cabe a la Reserva Federal). Pero las agencias calificadoras son mucho más culpables. Y una mayor regulación a su actividad es casi inevitable.

    Los pedidos de mayor regulación no son un embeleco heterodoxo. En la actual coyuntura, es Becker no Stiglitz quien luce como un ideólogo inmune la realidad.

  • Carlos
    19 marzo, 2008 at 2:38 am

    Alejandro: insisto en que realiza una lectura equivocada del texto de Becker. Sin el animo de llevar a una exégesis beckeriana o una apología del nobel, no veo en ninguna parte que el diga que «los agentes apostaron con plena conciencia de los riesgos y pleno conocimiento de los contratos».

    Es mas, me atrevería a decir, nuevamente que el uso del verbo «gamble» sugiere todo lo contrario de plena conciencia de los riesgos.

    Por otra parte, esto dice Becker sobre los contratos en el mismo texto:

    «People sometimes get fooled by how contracts and transactions are presented to them, perhaps because of cognitive quirks. College-educated persons generally manage their financial assets better, and respond more successfully to many types of economic, health, and other stresses, than persons with less schooling.»

    A mi me parece que con ese texto SI reconoce que algunas personas, muy probablemente los menos educados, no entendieron bien los contratos ni tuvieron/tienen las habilidades para manejar bien sus finanzas. Eso sugiero que si reconoce que NO tenían plena conciencia de los riesgos ni entendieron bien los contratos.

    Becker tambien enfatiza que el punto no puede ser simplemente que algunos se endeudaron por inexperiencia financiera o por malos tomadores de decisión, puesto que en la crisis tambien han caído banqueros y personas de la industria financiera(si no saben ellos quien sabe?). Y esgrime que todos se contagiaron de una fiebre por una burbuja inmobiliaria que parecía no tener fin:

    «For example, the sub prime mess that continues to devastate financial institutions of the United States and elsewhere is not due to the limited information given to borrowers since this crisis has also financially ruined many highly educated and sophisticated bankers, hedge fund managers, and others with years of experience dealing with complicated financial assets. Borrower and lender alike, regardless of their financial experience, were caught up in the atmosphere brought on by a bubble that seemed to promise perpetual good times in financial markets.»

    Creo que esta crisis podría revalidar algunos de los hallazgos de la economía del comportamiento, en particular lo que llaman «instinto de rebaño»

    Por ultimo, lamento que el tema de la columna se haya desvíado hacia lo de la crisis de las hipotecas cuando lo interesante, desde mi punto de vista, era el tema general de la responsabilidad individual y los incentivos par mejorar la calidad en la toma de decisiones en los agentes económicos.

    Cordial saludo,
    Carlos

  • jaime ruiz
    19 marzo, 2008 at 6:10 am

    Ese artículo de Sarmiento llama la atención porque muestra sobre todo la aptitud retórica de su autor, algo que se percibe en muchos economistas que más parecen políticos o lobistas de determinados intereses que científicos o sabios cabales. En el artículo encuentro un tufillo demagógico que me recuerda a Cecilia López Montaño.

    Pero a la postre los recursos que emplea para predisponer a los lectores contra el TLC son los mismos de siempre: artificios falaces. Por ejemplo, cuando habla del aumento de la brecha en los salarios en EE UU va dando por sentado que eso debe motivar rechazo entre los colombianos. Se crea un agente de interés universal que a veces se define como «los países»: ¡eso no conviene a los países! La preocupación de Hillary Clinton y Obama por la pérdida de empleos en EE UU por la apertura comercial resulta un interés de quienes podrían precisamente beneficiarse de ese hecho. El libre comercio resulta una moda de los noventa rechazada hoy por los candidatos demócratas, cosa que mágicamente, por efecto de esa manipulación de los sobrentendidos y los silencios convenientes, resulta una causa que el lector colombiano debe compartir.

    Es divertidísimo el encadenamiento de causas y efectos:

    El TLC se fundamentó en las teorías de ventaja comparativa que han sido controvertidas por los hechos. La presunción de que el libre mercado conduce a una especialización en los bienes de mayor productividad relativa y de que todos los países ganan, no se cumple en la práctica. En su lugar, la competencia de los países para aumentar las exportaciones y conformar superávit en cuenta corriente ha llevado a una confrontación que coloca el salario por debajo de la productividad y amplía la brecha entre la mano de obra calificada y la no calificada.

    ¿De qué modo la competencia por las exportaciones refuta la idea de las «ventajas comparativas»? ¿No era un supuesto lógico de la idea inicial del libre comercio que los países iban a competir por aumentar las exportaciones? ¿No iban a estar eso determinado por las ventajas comparativas de cada uno? Parece que se recurriera al prejuicio anticapitalista arraigado del lector, manifiestamente un rechazo de la competencia, para llevarlo a las certezas que interesan a Sarmiento. «Dado que todos compiten por vender más barato, los salarios resultan afectados a la baja», parece ser el aserto, cosa que podría ser correcta para «los países» como EE UU, donde los salarios son en algunos casos decenas de veces más altos que los de los colombianos. Lo dicho: el lector de Sarmiento, motivado por toda clase de incentivos racionales ligados al orden precapitalista, resulta reforzado por altas motivaciones morales, ¡defender el ingreso de los pobres de los países ricos!

    En todas partes y en un mayor grado en las economías más expuestas al libre mercado, como Estados Unidos, ha significado la caída de los ingresos laborales, el incremento de las ganancias del capital y la especulación y el retroceso de la distribución del ingreso.

    Prueba de lo anterior: ¿cómo demostraría esto que el TLC no conviene a Colombia? No importa, el opositor, sea un patriota bolivariano o un paniaguado de Santodomingo, necesita un cojín moral en el cual recostarse, como las ganancias de los banqueros prohibicionistas en el caso de Caballero.

    Además, la globalización se manifestó en severas crisis cambiarias financieras y recesivas en América Latina y Asia, y ahora por razones similares está causando los mismos estragos en Estados Unidos.

    Esta vez el rechazo es a toda la globalización, contra la que el lector, transmisor de ideología a los futuros votantes, encuentra el enorme queso flotante al cual ladrarle para sentirse bien y hacer sentir bien a los demás. ¿Va a detener la globalización la no firma del TLC? Sólo dejaría a Colombia en posición más insegura, aunque a los patrones de Sarmiento les aseguraría un control más seguro.

    Lo cierto es que las actitudes se han venido transformando. En la actualidad Estados Unidos imprime billetes sin consideración para devaluar el dólar y en el Congreso cursan todo tipo de propuestas para limitar las exportaciones chinas. Los bancos centrales autónomos para bajar la inflación, el corazón de las reformas de libre mercado, son materia de serios cuestionamientos e, incluso, del abandono de su filosofía central. Desde Greenspan y ahora Bernanke, la prioridad de la inflación le ha dado paso a la estabilidad financiera y el crecimiento económico. En la actualidad, la prioridad de la Reserva Federal es inyectar liquidez para evitar el desplome del sector financiero y moderar la recesión. Ante la ineficacia del incentivo de las bajas tasas de interés, en combinación con el Gobierno, están empleando la emisión monetaria con fines selectivos. Como lo señala un editorial del New York Times, las autoridades económicas de Estados Unidos están aplicando todo lo que ellos y el Fondo Monetario le proscribieron a América Latina en la década del noventa.

    ¿Alguien entiende de qué manera esto contribuye a demostrar que a Colombia no le conviene el TLC?

    La ola de insatisfacción no ha dejado de reflejarse en el país. Ante el aumento de la liquidez mundial y los efectos devastadores sobre las tasas de cambio, en el desespero las autoridades económicas han acudido, en forma vergonzante, a la heterodoxia. Se ha intervenido el mercado cambiario, se han aplicado controles de capitales, se anunció la reestructuración de los aranceles e, incluso, se insinúa la fijación de precios. En todos los casos las medidas han resultado inoperantes, porque se han aplicado en dosis mínimas y con indecisión. No se han articulado dentro de un criterio y una estrategia, y en muchos casos no se ha pasado de la proclama. Lo cierto es que la indisciplina deja al descubierto la incapacidad de las políticas convencionales para detener la revaluación, moderar la inflación y sostener la actividad productiva.

    Ojo con la heterodoxia: aquí se emplea el viejo recurso que llamaré del «látigo bífido», «palo porque bogas y palo porque no bogas». Si el lector desaprueba la heterodoxia, se pondrá de parte de Sarmiento y en contra del gobierno, pero si la aprueba, con mayor razón, es que no se ha hecho de verdad.

    Las medidas de mercado que predominaron en los últimos quince años están desacreditadas, vienen siendo sustituidas en forma soterrada y el TLC hace las veces de una camisa de fuerza que las vuelve inflexibles e irreversibles.

    Es decir, por una parte se declara la caducidad de las leyes de mercado, moda pendeja que ya nadie usa, y por la otra se condena el TLC porque prohíbe la heterodoxia.

    El país renuncia a los aranceles, la intervención cambiaria, los controles de capital y la fijación selectiva de precios, es decir, a todo lo que se requiere en este momento para armonizar la política macroeconómica ante el fracaso de los bancos centrales y la modalidad de cambio flexible.

    Todo eso que «el país» perdería es lo que permite gobernar para unos pocos, sean los amigos de Uribe, sean los de Sarmiento. El último argumento, y ahí es donde se ve la destreza retórica de Sarmiento, es el rechazo doctrinario al capitalismo y a la competencia, es decir, a la aceptación de las normas de libre mercado. Bueno, es doctrinario en el caso de los lectores, imbuidos de buena conciencia católica y socialista y de razonable miedo a un mundo en el que perderían privilegios, en el caso de Sarmiento es clara la inferencia: la «camisa de fuerza» es la que impide la asociación del gobierno con los grandes empresarios.

    Lo más curioso es que estas restricciones no aplican a Estados Unidos, que dispone de amplios medios para eludir los designios del mercado. El país del norte mantiene inmodificada la discrecionalidad para aplicar los subsidios agrícolas, inundar al mundo de liquidez para devaluar el dólar, endeudarse en su propia moneda y emplear la política fiscal y monetaria para conceder incentivos al sector financiero, las empresas, los contribuyentes y el empleo.

    Pero ¿no estábamos defendiendo el ingreso de la gente que se gana sólo 2.000 dólares al mes? Bueno, claro, el socio rico no tiene los mismos condicionamientos que el socio pobre, esta vida es injusta: ¡por tanto es válido aceptar que el sintagma «el país» puede significar «el gobierno y su margen de maniobra para manejar la economía en favor de las camarillas de amigos».

    El TLC fue concebido y negociado con criterios de mercado que han sido invalidados por los hechos y rechazados por sus mismos promotores y gestores. Se pretende subsanar el vacío conceptual con pronunciamientos políticos y diplomáticos pasajeros, que le dan un claro tinte ideológico y le restan toda credibilidad científica. El peor aval para el TLC, que en buena medida define el modelo de desarrollo de largo plazo, es que su razón de ser y aprobación se sustenten en argumentos efectistas. Las cosas se deshacen como se hacen.

    Es triste, no se puede caer bien a los colombianos cuando se tienen otros hábitos, no «misantropía elocuente», sino el recelo ante actitudes como ese certificado de defunción del mercado, tan típicas. El rechazo al TLC en EE UU por parte de cierto sector asustado de votantes demócratas no demuestra que no le conviene a Colombia, sobre todo a los colombianos de bajos ingresos que podrían competir por los puestos de trabajo con esos votantes, sino lo contrario. Pero es un recurso corriente, propio de un país en el que la labia reemplaza a cualquier razonamiento coherente.

  • Anónimo
    19 marzo, 2008 at 12:39 pm

    En materia de responsabilidad individual, ¿qué deduciría Carlos de la existencia de sendos anuncios televisivos donde se ofrece a deudores potenciales el acceso a bienes de alto costo y/o a sus servicios financieros correspondientes «sin importar su pasado como deudor»?

  • Anónimo
    19 marzo, 2008 at 1:02 pm

    La ESTATURA MORAL de la fiscalía en Colombia.

    ¿Hasta cuando el gobernador Ramos desistirá de sus nexos ?

  • Anónimo
    19 marzo, 2008 at 1:05 pm

    La inocencia de Felipe no es chapaneca.El tipo nunca estuvo alli.

  • colombiano
    19 marzo, 2008 at 1:16 pm

    Una vez la Registraduría del Estado Civil dio a conocer que la oposición entregó el número de firmas suficientes sobre el tema de las transferencias para seguir adelante con un referendo que contrarreste el sistema uribista, el jefe del Estado salió al paso y dijo que dicho referendo contra el actual régimen de transferencias no se puede aprobar porque quebraría a la Nación. “Hemos hecho un gran esfuerzo con esas transferencias. Pero si volvemos a la Constitución del 91 quebramos a la Nación. Nosotros vamos a manejar ese referendo con argumentos, pero hablándole muy claramente al pueblo colombiano, porque eso no se puede aprobar”, señaló Uribe. Advirtió que hay que ser cuidadosos porque con decisiones como ésta no se puede jugar con la economía del país, menos en el momento difícil por el que atraviesa la economía mundial. “Tenemos que crear una gran sensibilidad colombiana sobre el tema. Y no estamos para jugar con la economía. Nosotros en alguna forma somos una economía muy dependiente. No de un país sino de muchos. Cualquier fracaso en un país vecino, es un fracaso para nosotros. Si nosotros fracasamos, es un fracaso para nuestros vecinos.”, dijo Uribe.

    Más información en éste link

  • Anónimo
    19 marzo, 2008 at 1:31 pm

    Jaime:
    Si los TLCs fueran tan buenos, no seria necesario construir muros para que la mano de obra barata no se escape.
    De todas maneras, la circunstancia nos va a salver de ese esperpento y los riquitos colombianos se van a quedar con los crespos hechos, sin poder comprar el apartamento en Park Avenue para codearse, como parientes pobres, con los ricos gringos.

  • jaime ruiz
    19 marzo, 2008 at 1:37 pm

    Anónimo 8:31, tremenda confesión: ¡EE UU resulta convertido en la libertad, el territorio al que escapan los retenidos en el infierno hispánico! Tremendo, tremendo, seguro que sin el TLCAN los estadounidenses emigrarían a México a buscar trabajo.

  • Anónimo
    19 marzo, 2008 at 1:43 pm

    El TLC es uno de los «inamovibles» de Jaime Ruiz.Son divertidisimas las cadenas de este contertulio secundado por el unilateralismo uribista y el shakira-felipe.

    Se pone malisimo este blog.

  • Anónimo
    19 marzo, 2008 at 1:49 pm

    … debo aclarar: el unilateralismo dependiente del combo uribista.

    … cuanto billete de tranferencia le cae en remesas-Juanes al regimen ?.

  • Felipe
    19 marzo, 2008 at 2:19 pm

    De verdad hay una cantidad de gente que cree que los bancos sueñan con que sus clientes no logren pagar los préstamos y así estos poderse adueñar de las propiedades. Da hasta risa! Todos se deben imaginar a Bush y a Uribe reunidos con los banqueros ingeniándose una forma para hacer que la gente no logre pagar sus deudas y se vuelvan pobres. Nadie más interesado en que los deudores puedan pagar que los mismos bancos. Pensar lo contrario es tener una cabezota conspirativa y no entender el negocio de un banco. ¿Qué interés podría tener un banco en hacer un préstamo que una persona no pueda pagar? Pero en la lógica colombiana no importa, porque los bancos son malos y punto. Si uno dice que la culpa también la tiene la gente se convierte en un desalmado o un ingenuo.

  • Anónimo
    19 marzo, 2008 at 2:36 pm

    el interes de los bancos son los intereses, no las propiedades.prestar sin importar a quien pareceria una política francamente irresponsable de parte de las instituciones financieras, no precisamente una conspiración

  • quintiliano
    19 marzo, 2008 at 2:41 pm

    Me presto el banco 8 millones de dolares por mi linda naricita.Soy un catador de vinos.

  • Daniel Vaughan
    19 marzo, 2008 at 3:33 pm

    Jaime,

    No pretendo defender a Sarmiento, porque lo poco que leí de su columna es lo que usted pegó.

    Lo único que quiero agregar (a nuestras ya largas y aburridas discusiones) es que el problema del libre mercado y de la globalización se puede discutir de manera estructurada, o de manera pasional. La primera implica dar unos argumentos claros y concisos, teóricamente consistentes o empíricamente falsificables, mientras que la segunda se hace desde lo que «uno cree», lo que «todos sabemos», o sencillamente, como en cualquier otro dogma, como un acto de fé.

    Si me pregunta a mi, si yo voy a discutir de algo, prefiero la primera. A mi las discusiones desde la fé, con argumentos ad-hoc, me parecen aburridísimas porque no existe la menor posibilidad de discutir algo (ej: JR dice: «yo creo en el laissez faire», DV dice: «yo no». Hasta ahí llegamos, no hay discusión, no hay peleas, todo es un problema de en qué cree uno, independientemente de su fundamento).

    El problema de las discusiones estructuradas es que tienen como prerequisito conocer la estructura, y desafortunadamente esto implica que se reduzcan a lo que «los especialistas» dicen, porque generalmente «los especialistas» son los que han estudiado los argumentos de fondo.

    En el caso del TLC, una discusión estructurada está dada por los modelos económicos, ya sea el viejo modelo ricardiano de ventaja comparativa, o el más sofisticado y aún vigente, desafortunadamente, modelo neoclásico. Gústele o no le guste a uno, por lo menos esta es una forma de estructurar una discusión, pues estos modelos hacen unos supuestos (empíricamente contrastables) y de estos se desprenden lógicamente (donde la consistencia interna juega el papel importante) unas consecuencias igualmente empíricamente contrastables.

    El problema de esta discusión es que el «especialista» puede no comunicarse fácilmente con el «no especialista» y creo que eso pasa frecuentemente en las discusiones entre economistas y no economistas, y al fin al cabo, estos últimos son los encargados de tomar las decisiones.

    En el caso de Sarmiento pasa algo similar, e intuyo que sus protestas tienen que ver con que sencillamente están hablando de dos cosas distintas. Sarmiento estructura una crítica al TLC desde la teoría económica, teoría que— intuyo, aunque puedo estar equivocado— usted desconoce. No sólo eso, como usted no conoce esta estructura, su discusión parece no tener ninguna estructura (ni consistencia interna de argumentos, ni conocimiento de los datos, etc.etc.etc.), es decir, usted discute desde la fe.

    Y bueno, yo no voy a decir si eso está bien o mal. Cada uno se divierte como pueda. Lo que toca por lo menos intentar entender es que Sarmiento y usted están hablando lenguajes diferentes, y el de Sarmiento por lo menos se puede refutar (porque discute desde una estructura): el suyo se queda sencillamente como el grito exasperado de un libertario pro-mercado, que realmente no ha hecho el esfuerzo de entender bien de qué se está discutiendo.

    DV

  • Apelaez
    19 marzo, 2008 at 3:39 pm

    Si ve Jaime, eso le pasa por no haber ido a la universidad. No tiene estructura y solo puede discutir desde la fé y la retórica. Jaime, péguese una rodadita a la U, todavía esta a tiempo.

  • Alexander Tamayo
    19 marzo, 2008 at 4:29 pm

    Daniel:

    Estoy deacuerdo en que el entusiamo ideológico no es un «instrumento» si así se puede llamar para llegar a conclusiones medianamente «racionales». Pero también es cierto que la debilidad de los modelos son los «supuestos». Quizá mas estructurados. Quizá funcionen como argumentos de poder. Sin embargo me quedo con la realidad, con lo empírico y con deliberaciones tal vez fundamentadas que logren explicar la evidencia empírica.

    Esto para decir, que más que argumentar en base a modelos llámese neoclásico o cualquier otro. Me parece mas acertado ver que ha pasado con la historia del libre mercado en países latinoamericanos. Ejemplo México. Quizá de esta manera se pueda tener una idea más clara y menos ambigua que simplemente pensando en modelos económicos y su funcionalidad.

  • Daniel Vaughan
    19 marzo, 2008 at 4:35 pm

    Alexander,

    Los modelos le dan una estructura para discutir. Hace explícitos los supuestos y la derivación lógica, así que los hace fácilmente contrastables empíricamente.

    El estudio de casos particulares no permite encontrar regularidades, ni siquiera permite identificar las relaciones causales (por no poner el problema de la falta de contrafactuales observables).

    Con esto no quiero decir que los modelos que tenemos actualmente sean buenos. Pero es claro que nos permitieron estructurar una discusión.

    DV

  • Anónimo
    19 marzo, 2008 at 4:43 pm

    Alejandro y Carlos, si usted «gamble» , tiene conciencia de que puede ganar o perder, sopesa los riesgos, los beneficios y decide…cuando usted «gamble» lo hace con pleno conocimiento de las posibles consecuencias…Alejandro y Carlos, disculpenme por ser tan simple con la explicacion del «gamble», no soy economista…pero es que arlos ya saco la pistolita de agua….

  • jaime ruiz
    19 marzo, 2008 at 5:34 pm

    Daniel, bueno, habrá que preguntarse si usted leyó mi comentario. Lo digo porque varias veces usted ha declarado que no lee lo que escribo. Es la diferencia entre las personas que exhiben una «formación» en una universidad colombiana y las demás, que las segundas atienden al significado de las palabras y las primeras sólo a la presencia del correspondiente anillo de grado.

    Pero podría aun darse por sentado que sí lo leyó, eso no aseguraría que lo haya entendido, ni muchísimo menos. De lo que escribe deduzco que en todo caso no lo entendió, pues ¿dónde hay algo que se pueda concebir como sustentación de algo en la fe en el libre mercado? ¿Cuál es la afirmación de Sarmiento (todo el texto lo pegó alguien antes) que esté basada en conocimientos económicos o en estructuras de exposición propias de la ciencia económica, que yo no tengo en cuenta o no entiendo?

    Ahí se puede hablar de la estructura de mi comentario: me refiero a lo que dice Sarmiento citando sus palabras y aludiendo a ellas. La estructura de su descalificación es la perfecta armonía del cilindro hueco que se lleva en el dedo anular. No alude a lo que yo digo, podría haberlo escrito sin haber leído lo que yo escribí (cualquiera que lo dude puede intentar leer de nuevo el comentario de Daniel y lo comprobará) y sólo remite a lo mismo, a la demostración por el diploma.

    ¿Dice o no dice Sarmiento que las teorías del libre mercado han caducado? ¿Usa o no el rechazo de los demócratas y sus votantes al TLC como argumento para disuadir a los colombianos?

    En realidad no importa, no hace falta que conteste pues siempre se estará dando vueltas a lo mismo: dado que usted hace estudios de doctorado está exento de leer y de entender lo que escriben los demás. Aquellos a quienes les interese la cuestión del TLC verán si lo que escribí comentando el texto de Sarmiento está estructurado o no, si tiene sentido o no.

    La universidad colombiana llega a eso: la demostración del saber superior es la incapacidad de entender.

  • Daniel Vaughan
    19 marzo, 2008 at 5:52 pm

    Jaime,

    Mi comentario salió de la lectura de la primera observación a la columna de Sarmiento. (ver primer párrafo en cursiva de su comentario)

    Ahí Sarmiento hace referencia explícita a la estructura desde donde va a argumentar. Su respuesta (ver párrafo inmediatamente después) muestra que están hablando en dos idiomas diferentes: cuando Sarmiento argumenta desde la teoría económica ahí usted se pierde, y por eso sus críticas son infundadas (por ejemplo, el argumento no es que «la competencia por exportaciones refute la idea de las ventajas comparativas»: el modelo asume una determinada estructura de mercado— competencia perfecta en los mercados de bienes y factores, y por lo tanto movilidad perfecta de factores entre sectores— y dados unos supuestos de racionalidad económica se desprende que los salarios (reales) son iguales a la productividad (marginal) de los trabajadores. Si la forma de abaratar los costos de producción es reduciendo salarios, entonces el supuesto anterior se viola: los mercados no son competitivos).

    Pero bueno, esto es sólo para hacer claro el punto que ustedes están hablando en idiomas distintos.

    Ahora, hablando del resto de su comentario, el punto es que Sarmiento no está argumentando que el TLC es inconveniente para Colombia, que es el punto que a usted parece preocuparle, porque es su principal comentario después de cada párrafo en cursiva.

    Así que no sólo están hablando en idiomas diferentes, sino que usted, que tanto critica mis problemas de comprensión de lectura (consecuencia esperada— a diferencia de las de Carlos— de mi paso por «la universidad colombiana»), está discutiendo algo que Sarmiento no pretende discutir (seguro en otras columnas ya lo ha comentado, y bueno, uno puede estar de acuerdo o en desacuerdo con lo que él dice).

    DV

  • jaime ruiz
    19 marzo, 2008 at 6:32 pm

    Daniel, esto es del texto citado de Eduardo Sarmiento:

    El país renuncia a los aranceles, la intervención cambiaria, los controles de capital y la fijación selectiva de precios, es decir, a todo lo que se requiere en este momento para armonizar la política macroeconómica ante el fracaso de los bancos centrales y la modalidad de cambio flexible.

    Esto parece demostrar (a mí) que Sarmiento está argumentando que el TLC es inconveniente para Colombia.

    Y respecto al párrafo al que usted alude, dado el contexto de todo el escrito de Sarmiento, que, como ya expliqué, alguien copió arriba, es verdad que un profano puede perderse en las alusiones a esos modelos, lo cual resulta problemático porque no es un texto académico sino una columna de prensa. Ahí, dadas las conclusiones del escrito, da la impresión de que ese lenguaje técnico que el lector no puede refutar sirve para sustentar esas conclusiones más allá de lo que el lector entienda. El viejo argumento de autoridad.

    En últimas, ¿en qué afecta esa competencia por las exportaciones y el superávit de cuenta corriente a la conveniencia de tener asegurada la entrada al mercado estadounidense?

  • Daniel Vaughan
    19 marzo, 2008 at 6:49 pm

    Jaime,

    Sarmiento no está argumentando que el TLC es inconveniente para Colombia. Sarmiento está diciendo varias cosas:

    1. La teoría económica sugiere que dadas unas condiciones o supuestos, el libre comercio y las políticas ortodoxas (independencia banco central, sistema flexible de precios y tasas de cambio, liberalización financiera, comercial y de capitales) son benéficas.

    2. Los supuestos de la teoría económica se han mostrado empíricamente que son falaces, así que no sorprende que las conclusiones también sean falsas.

    3. Si esto no es suficiente, es decir, si el argumento científico no es suficiente, mire las «preferencias reveladas» de los países desarrollados, aquellos que nos invitaron en las décadas pasadas a utilizar políticas económicas ortodoxas. De ahí se puede inferir que estos países no están tan convencidos que la ortodoxia sea el mejor camino.

    Ahora bien: una lectura de la columna de Sarmiento es la que usted da. El tipo está abogando por acabar con el uso indiscriminado de políticas «neoliberales» u ortodoxas, para quitarle el contexto negativo. Está, como dice usted y el otro soldado libertario, motivado por su ideología.

    Y bueno, es una posibilidad. La otra posibilidad es que esté siendo responsable: si vamos a implantar un modelo de desarrollo, miremos su conveniencia o no con argumentos y no porque los «niños grandes» nos dicen qué tenemos que hacer. Eso para mi es lo responsable, y objetivo. Y bueno, si a usted le sigue incomodando la postura de Sarmiento, discuta sus tres argumentos que me parecen claros, y con los que coincido, valga la pena la aclaración.

    DV

  • jaime ruiz
    19 marzo, 2008 at 7:44 pm

    Daniel, sólo una cosa: el artículo de Sarmiento se llama «El TLC trasnochado».

    Sus tres puntos se centran en el segundo, el de que los supuestos de la teoría económica son falaces. Creo que discutir precisamente eso se haría extenso y llevaría a las consecuentes descalificaciones por insolvencia técnica, etc.

    En el «nosotros» tácito de su tercer punto me parece que hay una falacia grave. O la posibilidad de una interpretación falaz. Los economistas de los países desarrollados, la banca multilateral, etc., «nos» aconsejaron seguir políticas ortodoxas que convenían a unas personas más que a otras. Si no aplican esas políticas podría ser por la misma razón por la que los médicos no se hacen las biopsias ni se toman los antibióticos que tan alegremente nos recetan. Y sobre todo, no se abstienen de consumir aquello que nos prohíben (que es por lo que tenemos que ir a ponernos en sus manos).

    ¡Tanta ciencia y ni siquiera se han dado cuenta de que hay que predicar con el ejemplo!

  • Daniel Vaughan
    19 marzo, 2008 at 8:03 pm

    Jaime,

    Gracias por la referencia al título de la columna. Si la lee otra vez verá que el argumento va mucho más allá del TLC: tiene que ver con la adopción indiscrminada (este adjetivo es clave en la crítica) de políticas ortodoxas.

    Yo no pretendo descalificar a nadie por «insolvencia técnica»: sencillamente quería llamar la atención sobre el riesgo de discutir de cosas diferentes.

    En economía y las ciencias sociales pasa algo que no pasa con las ciencias «duras»: así no se entienda el lenguaje, uno se siente con derecho a discutir en las ciencias sociales, porque finalmente los fenómenos sociales son mucho más intuitivos y cercanos a nuestras experiencias personales.

    Y esto está bien. El riesgo en el que se cae es en la trivialización de los problemas. La economía, por encima de todas las otras ciencias sociales, tiene un método y un lenguaje claramente diferenciado. En economía, como en las ciencias duras, hablamos en términos de modelos: «si A, entonces B» y estas discusiones son tremendamente técnicas, no porque haya unos cuantos que quieren (o «queramos», probablemente me incluirá usted) mantener una dictadura intelectual, sino porque esa es la forma como nos educamos y como sabemos tratar estos problemas. Insisto en esto: los modelos permiten estructurar de manera clara la discusión. Se corre el riesgo de la simplificación, pero en la gran mayoría de los casos eso permite identificar un problema particular.

    Sobre su último párrafo, déjeme empezar por decir que está tremendamente confuso. De lo que alcanzo a entender, puedo decir lo siguiente: es cierto que el uso del «nos aconsejaron» tiene esa connotación. Quítesela si quiere: así no hay ni víctimas ni victimarios. Acá sólo nosotros somos víctimas de nosotros mismos (y de nadie más) y tal vez somos víctimas sin que hubiéramos podido hacer nada al respecto: la políticas neoliberales se pusieron de moda no porque los ricos quieran mantenernos pobres a los pobres, sino porque hicieron parte de la ortodoxia económica durante por lo menos 20 años, y en algunos casos más. Los economistas aprendemos del paradigma vigente, y ese fue el paradigma vigente durante muchos años. Poco a poco está cambiando, en un proceso natural de evolución de una ciencia tan joven como la economía. Por eso no es de extrañar las estadísticas del artículo/columna o lo que sea que Carlos pegó ayer: el cambio de paradigmas es lento y la ortodoxia tiene un componente inercial enorme.

    DV

    pd. Hablando de Carlos, me preocupa su silencio. O está trabajando fuertemente hoy (cosa que me preocupa por supuesto), o está investigando fuertemente preparando la contraofensiva de esta noche: probablemente citará a Barro y Sala-I-Martin, tal vez hablará del trabajo de Sachs sobre efectos de la apertura sobre el crecimiento económico. De cualquier forma me preocupa.

  • Anónimo
    19 marzo, 2008 at 9:18 pm

    Sufre ud. tooodo el día sentado frente al computador inflando barriga y realizando comentarios que no tienen sentido?

    Doloran es la solución !

  • Anónimo
    19 marzo, 2008 at 10:08 pm

    Los tratados de libre comercio en principio son buenos. Pero depende.
    Depende de las condiciones de los contrayentes. Un TLC de Colombia con Estados Unidos es como el matrimonio de un pobre sin pedigree con una loba rica.

  • Anónimo
    19 marzo, 2008 at 10:27 pm

    Carlos no debía ser tan fanático neoliberal y de todos sus accesorios. Me imagino que no esta consiguiendo plata con eso, como, por ejemplo, los cacaos, de manera que es un fanatismo medio pendejo Es como ser fanático del sistema métrico decimal. Ademas, el neoliberalismo es lo que pudiéramos llama una moda retro. Ese liberalismo imperialista ya lo había ensayado Inglaterra en los años 20 del siglo 19, y casi acaba con Europa.
    Lea un poco y verá como el mundo estaba tan globalizado como ahora hasta antes de la crisis de 1929. Y verá, también, lo que va pasar ahora.

  • paradigmatico
    19 marzo, 2008 at 11:05 pm

    Eso del ‘Paradigma’ lo ha explicado D.V. una y otra vez.Ya entendi:el paradigma es una receta;cada quien lo cocina con los dogmas de su propia meditacion.

  • Rafael
    19 marzo, 2008 at 11:14 pm

    Hay que tener en cuenta que la ortodoxia económica también depende de la política. Descartar los paradigmas vigentes por los cambios de los paises desarrollados sin atender a explicaciones dentro del mismo paradigma puede traer consigo errores.
    Bueno y también es cierto que no todo es blanco y negro, hay explicaciones alternativas que no se examinan con detenimiento.

    Saludos

  • Anónimo
    20 marzo, 2008 at 4:11 am

    UN GOLPE DE LENGUA.La carta del general al catedratico.El Plan de Guerra Consolidacion esta rigurosamente al servicio de intereses anti-democraticos.

  • Carlos
    20 marzo, 2008 at 5:23 am

    Daniel: tranquilo, no se preocupe. Estaba viajando. Ahorita estoy en Costa Rica con mi novia disfrutando de unos dias de vacaciones.

    Para no aburrirlo con Sala-i-Martin,Barro,etc, mas bien le recomiendo leer a un economista muy critico del neoliberalismo(excepto en la cuestiòn del libre comercio). Krugman es cualquier cosa, menos un «odiado ideologo fanatico neoliberal al servicio de las malvadas multinacionales». Y sin embargo, defiende el libre comercio. Es alguien mas bien cercano a sus ideas.

    Todo el resto del debate es la repetidera de la repetidera. Aqui ya hemos discutido varias veces. Asi que solo dos puntos:

    1. No soy ortodoxo. No creo mucho en la economìa neoclasica u ortodoxa que le enseñaron a Daniel. Soy mas bien cercano a heterodoxia: economia austriaca, institucionalismo, y «complexity economics» (Santa Fe institute).

    2. Daniel deberia revisar un poco de historia economica, y saber que los paises desarrollados en decadas pasadas (antes, antes) no recomendaban la ortodoxia sino las politicas sarmientistas. Lea un poco de las teorias del desarrollo en los años 50,60s, y lo que recomendaban el banco mundial y el FMI en esas epocas.Vera que nos recomendaban politicas muy cercanas a las ideas de Sarmiento y probablemente a las suyas. Si usted cree que estos paises siempre recomendaron neoliberalismo y ortodoxia se equivoca y demuestra su falta de informaciòn historica (como se lo dicho varias veces)

    3. Es curioso y paradojico que se diga que en USA no aplicaron la ortodoxia y precisamente estan criticando las desregulaciones, los tratados de libre comercio, la ausencia de controles,etc. Entonces que? si aplicaron o no aplicaron? Tiene o no tiene Estados Unidos una banca central independiente? Ha impulsado o no ha impulsado tratados de libre comercio (con todos sus defectos pero promovian rebajas de aranceles al fin y al cabo)? desregulò los mercados financieros o no lo hizo? Bajaron o no bajaron las tasas superiores marginales de renta?

    Pues claro que hizo todo esto. Las preferencias reveladas son que si implemento politicas ortodoxas. Por supuesto, siempre se pueden encontrar excepciones. El presupuesto lo balancearon en la era clinton pero ahora Bush volvio al deficit. De resto, Estados Unidos ha aplicado politicas neoliberales al menos desde Reagan. Eso precisamente es lo que critican Obama y la Clinton.

    Hasta Bill Clinton reforma el estado de bienestar hacia 1997 para que fuera menos paternalista e incentivarà (o blasfemia!) la responsabilidad individual. Busque e informese y vera que es cierto.

    Es como raro que el debate comenzo ayer porque Alejandro dice que si deben regular mas el sector financiero en USA y hoy sale Daniel a decir que las preferencias reveladas de esos paises muestran que no implementaron politicas ortodoxas?

    Contradicciones y mas contradicciones.

    Donde estan los controles a capitales en USA?

    Donde estan los controles de precios (ni siquiera en combustibles los han impuesto)?

    Donde? Sarmiento miente. Y Daniel tambien. Y usted lo sabe. Si han implementado politicas ortodoxas en Estados Unidos en los ultimos años.

    Y el intervencionismo sarmientista no es nuevo. Eso es viejo. Son la ideas de los años 30, del new deal, que duraron en boga mas o menos hasta los 70, 80s. Lo nuevo es lo neoliberal. Lo de moda, fue e incluso todavia es el intervencionismo.

    Por otro lado le cuento algo: el mismo Obama que salio, en Ohio, a satanizar el Nafta, al mismo tiempo fue, en secreto, a decirle a los canadienses, que tranquilos, que eso era retorica de campaña que no iba a negociar nada. Pero eso nunca lo dira Sarmiento. Obama es otro politico impostor. Toda la retorica anti-nafta es parte de la campaña.

    Y tampoco es cierto como dice Sarmiento que exista algun consenso contra el libre mercado ahora. Y OJO: Tampoco hay consenso pro-libre mercado. Simplemente entre los economistas no hay consenso de nada. Leer a Mankiw(economista de Harvard con libros de texto muy vendidos sobre introducciòn a la economia) el domingo pasado en el New York Times sobre este tema. Sostiene todo lo contrario a lo que dice Sarmiento Quiere decir que Mankiw tiene razon? NO!. Quiere decir no existe el supuesto consenso ni para un lado ni para el otro.

    Y si Daniel tiene sus evidencias empiricas que las saque. Yo tambien tengo las mias. Que quiere decir eso? Que alguno tiene la razon? No!. Quiere decir, que no hay nada concluyente ni PARA UN LADO NI PARA EL OTRO.

    Todo el debate sobre el Nafta esta altamente politizado. La realidad es que muy dicifil (como lo ha señalado Alejandro) probar nada con respecto al Nafta y las politicas neoliberales. Las economias son demasiado complejas como para poder aislar los efectos de eventos o politicas especificas.Sobre este tema, recomiendo este post. Y de verdad espero que lo lea Daniel. Porque sospecho que lo dice ahi usted sabe que es cierto.

    Finalmente, para lo que quieran comprender de forma facil la crisis de las hipotecas les recomiendo este tutorial. No es un articulo de opiniòn ni nada parecido. Solo describe los hechos con caricaturas. Muy didactico.

    Saludos,
    Carlos

  • Anónimo
    20 marzo, 2008 at 12:37 pm

    Los generales del ejercito colombiano son OTROS politicos impostores.Creo que por eso misma linea van los Fiscales de la parapolitica en Antioquia.

  • tutorial
    20 marzo, 2008 at 12:46 pm

    pobre novia de carlos! a lo mejor es daniel, no ella, el que le quieta el suenio

  • Alejandro Gaviria
    20 marzo, 2008 at 1:02 pm

    Sin ánimo de alargar más de la cuenta una discusión interminable, quisiera aportar algunos elementos a la discusión.

    1. La columna de Eduardo Sarmiento es confusa. El argumento principal parece ser el siguiente. (1) la Fed y el Gobierno de los Estados Unidos están siguiendo medidas heterodoxas para lidiar con la crisis financiera, (2) los candidatos demócratas están denigrando de los acuerdos de sobre comercio, (3) Bush está defendiendo el TLC con Colombia con base en argumentos no económicos, por lo tanto estamos ante un fracaso de la teoría económica, ante la quiebra intelectual de esta disciplina o por lo menos de una parte de ella.

    2. No creo que de los hechos mencionados (1, 2 y 3), uno puede deducir, como lo hace Sarmiento, que los bancos centrales independientes hayan fracasado, que la tasa de cambio flexible no funciona y que el libre comercio no trae beneficios mutuos.

    3. Sarmiento afirma que el TLC define el modelo de desarrollo. Dice también, contrariando la evidencia, que la globalización es la gran culpable del aumento de la desigualdad. Y peor, confunde el populismo económico de Hillary (desperada por los votos de Pennsylvania) con un supuesto consenso de la profesión.

    4. Sarmiento tiene razón al señalar los fracasos de algunas fórmulas ortodoxas. Un buen ejemplo es la oposición del FMI a cualquier intento de controlar los flujos de capital. O la idea de que la tasa de interés es la única forma de intervención monetaria. Pero en este respecto, Sarmiento no es original. La mayoría de los economistas aceptan que los controles de capital son útiles y que los bancos centrales deben usar varias formas de intervención.

    5. Sarmiento está peleando contra molinos de viento, enfrascado en una pelea vieja, en una discusión anacrónica. El pragmatismo domina hoy en día la intervención del Estado en la economía. La Fed, por ejemplo, no ha tenido ningún reato en imprimir dólares para salvar bancos. El Banco Central de Chile ha aplicado por varios años controles a los movimientos de capital. La misma adopción de la tasa de cambio flexible es una renuncia a la vieja ortodoxia de la convertibilidad. Etc.

    6. Sarmiento es un ideólogo. La columna en cuestión me hizo acordar de una frase de Jean François Reve en el «EL CONOCIMIENTO INÚTIL» (me disculpan la cita en inglés pero no tengo la cita original a la mano). “Ideology functions as machine to destroy information, even at the price of making assertions in clear contradiction of the evidence”.

  • Alejandro Gaviria
    20 marzo, 2008 at 1:39 pm

    Leí la última investigación de Claudia López sobe la parapolítica en Antioquia. Me recordó una frase de Maturana sobre Edgar Perea. La señora López como investigadora es muy buena columnista.
    La investigación, que tiene más de cien páginas, es una extensa columna de opinión. El análisis de los datos es rudimentario: un montón de mapas y de gráficos desconectados y mal presentados. No hay una sólo prueba estadística. Las conclusiones no concuerdan con la evidencia. Las cifras son contradictorias. La estructura del ensayo es completamente errática. Aquí no hay academia de ningún tipo. Esta investigación, en su forma actual, no tendría ninguna posibilidad de ser publicada en una revista especializada con evaluadores externos.

  • Anónimo
    20 marzo, 2008 at 1:43 pm

    El chef tras la puerta.

    a- Por que Iguaran escondio el cadaver del guerrillero Reyes ?

    b- Por que el Comandante del Ejercito considera que en colombia no existe un Conflicto Armado,sino una amenaza terrorista ?

    C- Por que los procesos conta varios congresistas y funcionarios uribistas,aunes un hecho judicila sin efectos politicos ?.

  • Anónimo
    20 marzo, 2008 at 2:02 pm

    Va a sufrir un enorme desprestgio la prestigiosa parapolitica de Antioquia.

    Que paso con Mario Uribe ?

  • Alejandro Gaviria
    20 marzo, 2008 at 3:04 pm

    Anónimo 9:02: la parapolítica debe ser investigada hasta las últimas consecuencias. Y digo investigada que es distinto a juntar cuatro mapas y emitir un veredicto retórico con dibujitos de arco iris.

  • Alejandro Gaviria
    20 marzo, 2008 at 3:17 pm

    El puritanismo de los Estados Unidos está desbocado. Primero Spitzer. Después la extraña confesión de infidelidad de su reemplazo. Y ahora esto .

    Lucille Cirillo, a spokeswoman for the New York office of United States Customs and Border Protection, said she could not comment on specific cases. But in an e-mail message, she said that under a waiver program that allows British citizens to enter the United States without a visa, “travelers who have been convicted of a crime involving moral turpitude (which includes controlled-substance violations) or admit to previously having a drug addiction are not admissible.”

  • Anónimo
    20 marzo, 2008 at 3:41 pm

    Hacerse justicia por la derecha es la esencia de la cultura mafiosa.
    La incursión a Ecuador fue como de los «paras».Lo de la mano de Ríos como de la Cosa Nostra.

  • Felipe
    20 marzo, 2008 at 3:51 pm

    Alejandro, la Economist de la semana pasada sacó una buena crítica a ese puritanismo hipócrita.

  • jaime ruiz
    20 marzo, 2008 at 4:25 pm

    Cada vez que me leo comentarios sobre el puritanismo estadounidense me acuerdo de un tipo que hablaba con la mayor ligereza del incesto: le parecía una opción divertidísima. Eso sí, no tenía hermanas, la madre había muerto y él no era gay. Me parece que hay cierto interés en juzgar desde una posición en la que todo eso no afecta directamente al que juzga: en la que no cuesta nada ponerse por encima y pontificar a favor de una mayor tolerancia.

    Bueno, eso está mal, pero hay una circunstancia que lo hace peor: que ellos son los ricos y poderosos, los que viven muchos años y lideran al mundo en todos los inventos, los que exportan su cultura y contienen las oleadas migratorias y no los que necesitan irse a otra parte: en últimas los que no necesitan de los demás. El menosprecio ya no es el de la gente ociosa sobre la vida privada de sus vecinos, sino el de los criados sobre los defectos o aun la salud de sus patrones.

    Esa actitud termina siendo bien jarta: «No hay modo de que ustedes dejen su ridículo y anticuado puritanismo». Recuerda a Fernando Rey en Tristana diciéndole al sordomudo: «No trabajes, haz como yo, yo no trabajo», pero en realidad parecería una parodia grotesca en la que los consejos los diera el sordomudo. Creo que tendría más utilidad entender las causas de todo eso (de las atroces penas por posesión de cantidades pequeñas de drogas o por usar los servicios de prostitutas, o la prohibición del juego en tantos sitios, por ejemplo). Se me ocurre que hay un interés del poder establecido por «aconductar» a la gente, interés que puede tener su fundamento en el miedo a la disolución. La burla desde el punto de vista de los europeos tiene algún fundamento: mucha gente en Europa consume drogas sin destruirse. La idea de prohibir el alcohol sería sencillamente demencial en cualquier país de Europa y un referendo nunca habría tenido siquiera un 1 % de apoyo. En Latinoamérica suena más a compensación psíquica por ciertos complejos (el que lo dude puede proponer que la gente de las oficinas se tome 200 ml de vino con el almuerzo y una copa de brandy después, a ver cuántas oficinas siguen funcionando).

    Bueno, el «puritanismo» respecto a la vida privada del gobernador, o del presidente, es más fácil de explicar: Spitzer era un perseguidor del vicio, si resulta que además era un vicioso estaba engañando a la gente. En Colombia todo el mundo se ríe porque los hombres prefieren al menos tener la posibilidad de la prerrogativa de tener sus aventuras y las mujeres ya pueden agradecer si el padre de los hijos sigue durmiendo en la casa. Yo creo que el menosprecio del ama de casa colombiana por el ama de casa estadounidense que se indigna por la promiscuidad de los gobernantes no hará que la segunda tenga ganas de ponerse en la situación de la primera, más avanzada y madura.

    Sin duda sería muy bonito un liderazgo mundial centrado en Latinoamérica y en Colombia sin esas rarezas estadounidenses, pero creo que para llegar a eso hace falta bastante más que señalar y reírse, y atribuir a esas rarezas la circunstancia de convivir con criminales y en gran medida estar sometidos a ellos. Sobre todo, de no ser capaces de superar esa circunstancia.

  • jaime ruiz
    20 marzo, 2008 at 4:43 pm

    Según Daniel es confuso un párrafo en el que señalo que en el texto de Sarmiento hay un «nosotros» tácito que es falaz. Creo que no lo entendió, y es un argumento simple y claro. «Gracias a los aranceles podemos vender los hidratos de carbono al triple del precio que tendrían sin aranceles», es el punto de vista del economista próximo a un partido que ha gobernado por mucho tiempo. Leído desde otra percepción, significaría: «Gracias a los aranceles tenemos que pagar el triple del precio». Es una falacia que recorre todo el escrito de Sarmiento, pero la resistencia de Daniel a percibirlo produce ganas de decir «ojalá sea mala fe». Parece que no lo es, que realmente cree que hay un interés nacional que los tecnócratas interpretan dando veredictos respecto de los cuales la familia que no alcance a conseguir las suficientes calorías sólo tiene que escarmentar por no entender de economía.

  • syllogismes_mao
    20 marzo, 2008 at 5:15 pm

    Eran mas divertidos los puritanos contra el judio del Match Point.Apostaban a defender koreanitas.

  • SYLLOGISMES_MAO
    20 marzo, 2008 at 5:22 pm

    El mal chiste de Alejandro Gaviria.Dizque hay que investigar la parapolitica hasta las ultimas consecuencias… Que? Apostandole a la renuncia del sacrosanto Presidente del Uberrimo.

    VAYA… Lo que hay en el Arco de la Academia !!!

  • Daniel Vaughan
    20 marzo, 2008 at 5:46 pm

    Carlos,

    Noto con agrado que el amor de una mujer, o tal vez, los bellos paisajes costaricenses, han mejorado su sentido del humor!

    Bueno, eso del «complexity economics» está divertidísimo. Usted es una cajita (libertaria) de sorpresas. No entremos a hablar de eso porque me le tiro las vacaciones por ponerlo a investigar en wikipedia.

    Sobre el cambio de paradigma una cosa rápida. El siglo XX estuvo maracada por 3 cambios bruscos. Hasta 1929 (la gran depresión) la economía neoclásica. Entre la década de los 30’s y finales de los 70s principios de los 80s (crisis del petróleo) el keynesianismo — por razones obvias: las recetas keynesianas (que usted de manera jocosa, me imagino, llama sarmientistas) sacaron al mundo desarrollado de la crisis, y desde los 80s para acá con la entrada en vigencia de la «economía de la información» y una vuelta a lo que se podría llamar nuevo-clacisismo o revolución de las «expectativas racionales».

    En síntesis, el cambio de paradigma está ahí. Hay un chiste entre economistas: le preguntan a Robert Lucas (Nóbel, y líder de la revolución de expectativas racionales) en un seminario si la FED debe subir o bajar las tasas de interés. Lucas, en su sabiduría, se queda pensando, echa derivadas por acá, calcula una que otra ecuación de Bellman por allá, y al final se para en un tablero, dibujar un diagrama IS-LM, mueve la LM y dice que debe subir las tasas.

    Es un chiste interno, que sólo los economistas entenderán, pero resume lo siguiente: lo que para usted es «sarmientismo», ese keynesianismo que tanto le molesta (aunque no entiende, seguramente por andar estudiando «complexity economics, del Santafe Institute», jejejeje) sigue siendo la base de la política económica en todas partes, incluido el primer mundo por supuesto.

    Así que amigo Carlos, para no ponerlo a pelear con su novia, dejemos así. Más bien vaya y tome fotos de cacatúas y guacamayas, tómese unas cervecitas y hablamos después.

    DV

  • Anónimo
    20 marzo, 2008 at 6:37 pm

    “Aquí no hay academia de ningún tipo. Esta investigación, en su forma actual, no tendría ninguna posibilidad de ser publicada en una revista especializada con evaluadores externos” A. Gaviria sobre Claudia López

    A otro profesor de Los Andes le he oído decir: “Llinás carece de rigor académico”

    Un mundo aparte.

  • Maldoror
    20 marzo, 2008 at 8:53 pm

    Syllogismes:

    A mi me huele que para cuando terminen de «investigar la parapolitica hasta las ultimas consecuencias» Alvaro Uribe habrá muerto tranquilamente en su cama…

  • Maldoror
    20 marzo, 2008 at 9:24 pm

    Hablando de la crisis, me llamó la atención este artículo de El País…

    La teoría del riesgo moral es sencilla. Se trata de que si una entidad asume demasiado riesgo y acaba hundiéndose es mejor que nadie la ayude. Así se consigue que el mercado sea racional y prudente: si se produce ese rescate se elevan los incentivos para arriesgar en exceso. «El problema es que en estos años nadie se ha acordado de la prudencia. Lejos de autorregularse, todo el mundo se ha lanzado en una carrera de excesos imposibles», señala Díez.

    La Fed está en el disparadero, pero la mayoría de los expertos apoya su decisión. «Hay un problema moral, la famosa privatización de los beneficios frente a la socialización de las pérdidas. Pero la alternativa, dejar caer el banco, lleva a la catástrofe: a una crisis sistémica. Ante ese extremo no hay dilema posible», dice Juan Luis García Alejo, de Inversis

    Lo que yo me pregunto

    ¿No será que la regulación ya existente al respecto, con el manejo de las tasas de intereses, no sólo no controla a los bancos sino que los favorece para que cada vez que haya una crisis haya que «privatizar los beneficios y socializar las perdidas»?

  • jaime ruiz
    20 marzo, 2008 at 9:40 pm

    Daniel, pues yo había oído decir que el keynesianismo consistía en una fuerte presencia del Estado en la economía (inversión pública) y protección de los más débiles (Estado de Bienestar, seguridad social, etc.). ¡A lo mejor todo es un malentendido y las doctrinas de Keynes son lo que la benemérita Enciclopedia Encarta y la misma Wikipedia describen como mercantilismo. ¿Eran verdaderos keynesianos esos gobiernos alemanes, franceses, británicos y del Benelux que crearon la CEE, en la que se cedía soberanía del Estado en favor de la competencia y el comercio? (No era «libre», sin aranceles, pero tampoco sí lo era entre los Estados firmantes, como sería un TLC, como en cierta medida lo es el TLCAN.)

    Raro, muy raro. Creo que me han engañado.

    (Una investigación sobre la parapolítica que hace Claudia López es como una fábula en que se pone a los ratones a cuidar el queso. Con toda certeza, los que la defienden no la han leído, pues son la clase de personas que escriben «Alvaraco» y «Doptor Varito» y tienen más o menos tanta objetividad como la torera. Tiene mérito leer eso. Eso sí: podría apostar a que muchos de esos personajes ocupan cargos judiciales. La falta de rigor académico parece un problema menor en un país en el que no imperan las leyes sino el capricho de los encargados de aplicarlas, los cuales son bien difíciles de distinguir de sus compañeros del monte.)

  • Daniel Vaughan
    20 marzo, 2008 at 11:00 pm

    Jaime,

    Creo que lo han engañado… la economía mundial se movió desde el keynesianismo entre la década de los 30 hasta finales de los 70s.

    Esa fue la ortodoxia en esas décadas. Yo no se usted qué entiende por keynesianismo, o qué dice Encarta o Wikipedia. Probablemente, como siempre en temas económicos (aunque con usted esto se extiende a temas políticos, filosóficos, de mujeres, de trago, etc.etc.) estamos hablando de cosas distintas.

    DV

  • Anónimo
    20 marzo, 2008 at 11:03 pm

    Jaime, cree usted entonces que Clauida Lopez se esta inventando los muertos, los desplazados?…con que intencion?..de enlodar la imagen de 84% del presidente?…yo tambien pienso lo mismo, no existe ni el paramilitarismo, ni el holocausto judio….ah, superman tampoco.

  • Anónimo
    21 marzo, 2008 at 1:34 am

    Claudia López es la Madame Rochy de la política.

  • Anónimo
    21 marzo, 2008 at 3:29 am

    Preferencia revelada de USA en el mercado laboral: mantuvo el salario minimo federal congelado desde 1996 a 2007.
    En Colombia armarian un lio ni el berraco si lo congelaran siquiera un año.

    Sera que a Danielito eso no se lo contaron en la U?

  • Carlos
    21 marzo, 2008 at 3:53 pm

    Dos links interesantes:

    Crisis de credito para Dummies(http://www.nytimes.com/2008/03/19/business/19leonhardt.html?hp)

    La socialización de las perdidas del sector financiero y la privatización de las ganancias(http://www.nytimes.com/2008/03/21/opinion/21fri1.html?th&emc=th)

  • Alejandro Gaviria
    21 marzo, 2008 at 6:41 pm

    A Minsky Moment .

  • Carlos
    21 marzo, 2008 at 8:50 pm

    Yo diria mas bien que es «Mises moment»

    Tambien ver aqui, aqui y aqui

  • Anónimo
    21 marzo, 2008 at 9:47 pm

    carlos el predicador citando la biblia. qué sorpresa! semana santa en costa rica. jua jua.