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El desliz del Procurador

La Reforma Laboral de 2002 sigue siendo tema de debate y controversia. Esta semana, el Procurador General de la Nación solicitó a la Corte Constitucional que declare inexequible cuatro artículos de esta reforma: uno que amplió la jornada ordinaria de trabajo, otro que disminuyó (marginalmente) los sobrecargos para el trabajo durante dominicales y festivos, otro más que redujo la indemnización por despido sin justa causa, y un último artículo que permitió a empleadores y trabajadores acordar jornadas flexibles de trabajo diario. Según el concepto del Procurador, “los resultados esperados con la aplicación de estos artículos sobre la generación de empleo no se han cumplido… y su aplicación atenta contra la dignidad humana, el derecho al trabajo y las garantías mínimas laborales”. En últimas, el Procurador propone una identidad novedosa: ausencia de resultados = inconstitucionalidad.

La discrepancia entre los resultados previstos por los promotores de la reforma y los observados por los investigadores es un hecho más o menos probado. Mi propio análisis al respecto muestra que la reforma laboral no contribuyó a generar nuevos empleos, pero pudo haber ayudado a reducir el subempleo. Una encuesta realizada por la Universidad de los Andes, con el auspicio del Banco Mundial, indica que la reforma no fue un factor determinante en la contratación de nuevos trabajadores. Otros estudios sugieren que la reforma disminuyó la duración del desempleo y aumentó la calidad del empleo. Pero, en general, los estudios señalan, de manera casi unánime, que el Gobierno y los ponentes sobrestimaron los efectos de la reforma laboral.

Pero el debate no es sobre los efectos de la reforma: es sobre su constitucionalidad. Una cosa nada tiene que ver con la otra. Los jueces constitucionales deberían, creo yo, examinar principios, no evaluar resultados. La conveniencia de las normas –un ejercicio utilitarista– no es asunto de los jueces. El Procurador afirma, de manera engañosa, que en el caso de la reforma laboral los jueces deben estudiar la conveniencia, pues la Comisión de Seguimiento y Verificación creada para tal efecto ya no existe. Como si el estudio de la conveniencia fuera competencia exclusiva dela extinta Comisión. O como si el Congreso (el escenario natural para examinar los resultados de la reforma) no pudiera retomar el tema. En fin, el Procurador está invitando a la Corte a legislar.

En términos generales, el Procurador argumenta que la constitucionalidad de algunas normas depende de si se cumplen o no los resultados previstos. Si no se cumplen, las normas en cuestión deberían ser declaradas inconstitucionales. El argumento del Procurador es peligroso. Si llegase a prevalecer, instauraría una suerte de período de prueba constitucional y ataría la seguridad jurídica al cumplimiento de los pronósticos de los reformadores. En un futuro, la Corte podría, por ejemplo, declarar inexequible el programa Agro Ingreso Seguro si se muestra que no favorece el desarrollo rural. O tumbar la Ley 100 de 1993 si se prueba que ha sido ineficaz. O derogar los estímulos a la inversión privada si se sugiere que no han sido efectivos. En fin, si los jueces constitucionales se transforman en árbitros de los resultados de las leyes, cualquier cosa puede pasar. La seguridad jurídica sería tan tenue, como abundantes son las consultorías.

En últimas, el concepto del Procurador es una opinión política disfrazada de alegato constitucional. La discusión sobre la reforma laboral es bienvenida. Pero debe darse en el Congreso, no en la Corte. El Procurador planteó el debate correcto en el escenario equivocado. Tristemente, en Colombia, los jueces quieren ser políticos. Y los políticos, jueces. Un país extraño, sin duda.

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  • Tarantini
    20 octubre, 2007 at 2:52 pm

    Alejandro:

    En su columna usted tocó la gran discusión que hoy día existe en Colombia entre la Corte Constitucional y la Corte Suprema de Justicia. En otras palabras, la Corte Suprema de Justicia defiende en términos simples sus argumentos de hoy, es decir, la seguridad jurídica prima en las decisiones judiciales, y éstas deben señirse a los postulados de ley señalados por la rama legislativa del poder público.

    Por el contrario, la Corte Constitucional señala que prima la Constitución porque las leyes son imperfectas o en veces no regulan debidamente las realidades actuales de un país. En resumen, sus decisiones son más garantistas que de seguridad jurídica. Además, señalan que los principios constitucionales permiten al juez legislar para darle vida práctica a los mismos porque éstos no solo miran la constitucionalidad de la normas sino también si éstas cumplen con los fines para las que fueron expedidas.

    En fin, la Corte Constitucional le diría que no solamente evalúan los principios sino también los resultados. Es ahí donde surge entonces el denominado choque de trenes, y la patente de corso de la Corte Constitucional para revisar por vía de la tutela las sentencias de la Corte Suprema de Justicia.

    Lo extraño es que el presidente Uribe se mueve con respecto a estas altas cortes de acuerdo al mejor viento. Hoy día, por ejemplo, está «enamorado» de la Corte Constitucional y enemistado con la Corte Suprema de Justicia, pero hace unos años era al revés. En este estado de cosas, el ejecutivo también juzga y legisla, tomando partido e influyéndo en las decisiones judiciales, rompiéndo así el principio de la independencia de poderes, que no es solo un principio, sino también una garantía constitucional, que debería dar resultados. Pero como usted dice, Colombia es difícil de entender y es muy confusa.

  • Jaime Ruiz
    20 octubre, 2007 at 3:22 pm

    Pero ¿es que el procurador tiene competencia para evaluar una reforma laboral? Lo llamativo es el interés que tienen tantos filántropos en defender a la gente más necesitada. Ayer era Cecilia López Montaño.

    De todos modos no se entiende lo de que los políticos quieran ser jueces. En estos días me acordé del reproche a Uribe de que desaprueba la noción de delito político y al mismo tiempo exige que se acepte respecto de los paramilitares. Si se lee la sentencia de la CSJ en que se anula la Ley de Justicia y Paz, eso resulta muy explicable: la alternativa a esa contradicción sería abolir las cortes, por ejemplo convocando a una Constituyente, pero eso encontraría todavía más rechazo. Es decir, lo del delito político es una falacia criminal, pero es la doctrina unánime de la judicatura a un punto que es mucho más recto y honrado lo que sale de las conferencias de las FARC que lo que dicen las cortes. El reproche a Uribe parece obedecer al rigor de Sergio, con la esperanza de que los miembros de las AUC que siguen sueltos se escapen y vuelvan a delinquir para que sea posible justificar las masacres que tienen objetivos altruistas (literal de la CSJ).

    En fin, todos encuentran alguna apariencia de simetría para forcejear por su interés, aunque haya que hacer las encuestas para la Alcaldía de Bogotá ¡en Medellín!

  • Jaime Ruiz
    20 octubre, 2007 at 3:27 pm

    Tarantini, ¿cuándo juzga y legisla el ejecutivo? Usted también juzga, yo también juzgo. Es la polisemia de ciertos términos. Los juicios de los tribunales son otra cosa, nunca hay nada parecido en el gobierno, pero el cuento sirve para lucirse con un descontento general gracias al cual se pone uno por encima de todo.

  • Anónimo
    20 octubre, 2007 at 3:42 pm

    BRABONEL.

    El Ex ministro Londoño a dado buena razones que ponen en tela de juicio la forma de proceder del Procurador Maya. Es corrupto mal intencionado y ha convertido a la Procuraduría en una microempresa familiar.

    El Señor Maya es un arribista de los peores y es lo que motiva sus intervenciones. Para el procurador es más conveniente ponerse del lado de los neocomunistas por que en últimas son quienes posen el poder mediático la academia la rama judicial etcétera. Por mucho menos han llenado portadas de revistas que a puntan a culpabilizar al personaje en cuestión, pero a Maya Villazon solo lo llaman para hacerle entrevistas prefabricadas “donde deja todo claro” sobre las cosas que se le acusan ¿Por qué será? Es obvio, el Procurador como buen arribista se acerca al árbol que mejor sombra da.

    A Maya no le interesa ayudar a preservar el Estado de Derecho-solo si le conviene- al Lo que le interesa es acrecentar su poder y si con eso se lleva por delante el Estado de Derecho, bienvenido sea. Es un peligro para la democracia social y económica que personajes siniestros como Maya lleguen a puestos altos. Ya el siniestro personaje se ve a si mismo como un ayatollah jurídico dictando que le conviene al país y que no, al lado de otros ayatollahs.

    Maya es un ser sediento de poder y lo peor es que tiene rabo de paja, dos combinaciones mortales para la permanencia de la libertad del País, por que por ambos lados es presa fácil para las proposiciones neocomunistas.

  • Maldoror
    20 octubre, 2007 at 3:49 pm

    Alejandro:

    Yo no sé mayor cosa de derecho constitucional, pero ¿no existe en efecto en la constitución de que las normas deben cumplir un objeto social? ¿A qué me refiero? Bueno, hasta donde yo tengo entendido, lo que llamamos «Estado social de derecho» está basado en buena medida en la filosofía de Rawls. Dentro de esta filosofía, algo como la reforma laboral sería permisible en tanto que aunque le quita a los trabajadores (en remuneración y descanso), lo que les quita se los compensa con el supuesto aumento del empleo (creo que esa fue la justificación con que se pasó la reforma). Pero como no generó empleo, la justificación se pierde, ergo (en términos de Rawls) la reforma deja de ser «justa» ¿Eso no atenta contra los predicados de justicia social que articulan está constitución? No lo diría con certeza, pero sospecho que sí. Por qué el punto es si es constitucional, no si nos parece que es razonable (porque quizás ud y yo tengamos otra idea de que es razonable y justo, diferente a lo que en texto de la constitución se considere como tal).

  • Anónimo
    20 octubre, 2007 at 5:11 pm

    los economistas saben de derecho constitucional?y si supieran deciden ellos cual es el procedimiento legal a seguir?o sera que el decano neoliberal prefiere un congreso de mayoria uribista y paramilitar para las reformas laborales?
    cantaleta.

  • Anónimo
    20 octubre, 2007 at 5:52 pm

    «La inseguridad jurídica sería tan tenue, como abundantes son las consultorías».
    En este caso, «tenue» sería la «seguridad» no la «inseguridad» jurídica.

  • Anónimo
    20 octubre, 2007 at 5:52 pm

    EL PROBLEMA ES DE SENTIDO SOCIAL QUE LE SOBRA AL PROCURADOR Y LES FALTA A LOS DESALMADOS NEOLIBERALES, NO VE QUE A PUESTO A TRABAJAR A TODO LA FAMILIA EN LA PROCURADURIA ¿COMO UNO VA A ESTAR TRANQUILO CON LA FAMILIA AGUANTANDO HAMBRE? NO, ES QUE EL PROCURADOR ES UN HOMBRE CON HUMANIDADES Y QUE ME DISEN DEL PDA, ESE ES UN PARTIDO POLITICO CON SENSIBILIDAD SOCIAL NO VE QUE SON DE IZQUIERDA. ELLOS SE PENCIONARON TEMPRANO NO ERA POR QUE SON PEREZOSOS Y ESTAN ACOSTUMBRADOS AL DESPOJO ¿COMO SE LES OCURRE? ¿COMO PUEDEN SER DE IZQUIERDA Y DESPOJAR A LOS POBRES DE RECURSOS QUE PUEDEN SERVIR PARA EDUCACION Y SALUD? BUENO, ELLOS LO HICIERON, LO ASEPTO PERO DEJENME EXPLICAR LAS RAZONES. LOS DE IZQUIERDA NECESITAN TIEMPO LIBRE PARA PODER DEDICARSE A LOS ASUNTOS DE LOS POBRES Y SI NO SE PENCIONABAN TEMPRANO CON MUCHA PLATA ¿COMO ESPERABAN QUE LES ALCASARA EL TIEMPO? POR QUE VIEJOS POCO SIRVEN ¿O SE IMAJINAN A LOS GARZONES DE ALCALDE Y GOBERNADOR DE ANCIANOS? ADEMAS PARA TENER SALUD NECESITABAN ALIMENTARSE BIEN Y PARA ESO NECESITAN PLATA COMO BUENA ROPA Y CARRO Y APARTAMENTO PARA DE ESA FORMA DEDICARSE A LOS PROBLEMAS DE LOS MENOS FAVORESIDOS. NO ES COMO DISEN MUCHOS: NO, LA IZQUIERDA SI LE IMPORTA LO SOCIAL LA VAINA ES QUE COBRAN COMICIONES MUY ALTAS PARA DEDICARSE A ESO, NO SEÑOR LAS COSAS SON COMO SON, ELLOS COBRAN LO JUSTO PARA TENER LAS MANOS LIBRES A LA HORA DE DEDICARSE A LO SOCIAL. LA IZQUIERDA TIENE TANTA SINCIBILIDAD SOCIAL QUE MATAN Y SIGUEN MATANDO POR LO SOCIAL.

    ENTONCES EL PROBLEMA ES DE SENSIBILIDAD SOCIAL Y NO ME VENGAN CON OTRA VAINA.

  • Daniel Vaughan
    20 octubre, 2007 at 5:57 pm

    Independientemente de la discusión constitucionalista del asunto (que será importante para algunos, pero en la que creo sólo unos pocos son expertos), el punto del Procurador está asociado con el Parágrafo del Artículo 46 de la Ley 789:

    Parágrafo. Transcurridos dos años de la vigencia de la presente Ley, la Comisión de Seguimiento y Verificación aquí establecida presentará una completa evaluación de sus resultados. En ese momento el Gobierno Nacional presentará al Congreso un proyecto de ley que modifique o derogue las disposiciones que no hayan logrado efectos prácticos para la generación de empleo.

    El GN no va a presentar al Congreso un proyecto de ley porque sería aceptar que su reforma fracasó. El Congreso tampoco porque tiene una mayoría uribista y los economistas no dicen nada, discuten entre ellos y sus estudios dicen cosas muchas veces contradictorias o poco concluyentes.

    DV

  • Jaime Ruiz
    20 octubre, 2007 at 6:24 pm

    El punto de Daniel me tiene conmovido: ustedes no son expertos en fútbol americano, yo tampoco, por tanto yo puedo decir que se juega con un balón de piedra. Lo mismo, aquí nadie es experto en derecho constitucional, la ley contempla que el gobierno la lleve a revisión al congreso, por tanto es lícita la petición de inconstitucionalidad. Buenísimo.

    Se podría ir mucho más lejos: ustedes no son expertos en genética, yo tampoco. ¡Pero James Watson sí! El problema es que la ONU decretó que los negros son igual de inteligentes que los blancos y ya no sabe uno qué pensar.

    Y a fin de cuentas, ¿cómo puede haber periódicos y columnistas? O bien son puras idioteces lo que escriben, o bien no los puede entender nadie, porque los expertos en alguna cosa son poquísimos y en todas se puede decir que nadie.

  • Camilo Andrés
    20 octubre, 2007 at 7:10 pm

    Jaime Ruiz: ¿Cómo así que en Medellín?

  • Jaime Ruiz
    20 octubre, 2007 at 7:22 pm

    Camilo, siguiendo el enlace, en la parte de abajo está la ficha técnica de la encuesta, donde dicen que preguntaron en Medellín.

  • Alejandro Gaviria
    20 octubre, 2007 at 7:45 pm

    Daniel: el Gobierno sí presentó el informe que menciona el Artículo 46 de la Ley 789. Precisamente porque los economistas no nos podemos de acuerdo y existen muchas lecturas de la evidencia–la del Gobierno es una de ellas–, toca dar la discusión en el Congreso. Cada partido o cada grupo presentará los argumentos del caso y las mayorías tomaran una decisión. Si el Congreso es Uribista o no lo es, es irrelevante en esta discusión.

    Sergio: Con el mismo argumento rawlsiano, uno podría declara inexequible la mitad de la legislación económica. Le doy un ejemplo: los subsidios a la gasolina. Son claramente regresivos (favorecen más a los ricos que a los pobres) y riñen por lo tanto con la filosofía de Rawls. Alguien podría también argumentar que la capitalización de Ecopetrol va en contravía del Estado Social de Derecho. Y así sucesivamente. Si la Corte se dedica a hacer análisis ex post de la legislación económica, la seguridad jurídica sería nula. Cabría nombrar Ministro de Hacienda a Jaime Araujo de una vez por todas.

    Anónimo 12:52: gracias por la corrección.

    Por ultimo, no creo que los temas de la división de poderes y de los límites de los jueces en materia económica (en particular), deban dejarse a los expertos. Dicho de manera más cruda, no se necesita ser un experto para darse cuenta que el Procurador está haciendo populismo.

  • Anónimo
    20 octubre, 2007 at 7:46 pm

    Dr, Gaviria, ¿Está usted seguro de que se leyó la Reorma Laboral de 2002? Debe saber, si se la leyó, que esta es una ley condicionada en uno de sus últimos artículos a los resultados que genere en materia de empleo. Y como los resultados son bastante deficientes, se debe aplicar ese articulo condicionante y devolver la situación al estado original. Ahora, si es la Corte Constituciona o la Corte Suprema de Justicia, esa es una discusión de procedimiento que no puede empañar la verdadera discusión sobre equidad laboral y justicia social.

  • Alejandro Gaviria
    20 octubre, 2007 at 8:02 pm

    Jaime: Muchos congresistas están dedicados, de manera velada, a pasar una ley de amnistía para sus colegas encarcelados. El mismo Gobierno pretende convertir en materia legal sus argumentos ante los jueces. En términos generales, en este país, el Congreso cambia la Constitución para evadir el control de la Corte, y la Corte cambia las leyes para evitar la labor del Congreso. Ese es el punto de la última frase.

    Anónimo 14:46: lo que dice el Artículo 46 es que el Gobierno está obligado a evaluar la reforma y a proponer modificaciones. El Gobierno no encontró méritos para hacerlo pero existen varios proyectos de iniciativa parlamentaria que proponen modificaciones de fondo a la reforma laboral. La Corte no es un instrumento político de las minorías. La discusión sobre justicia social hay que darla en el Congreso.

  • Maldoror
    20 octubre, 2007 at 8:43 pm

    Alejandro:

    Por eso le digo que la cuestión de si el concepto del procurador es constitucional es distinto de si es concepto razonable, justo o populista como ud dice. Sospecho además que si el congreso tuviera hoy mayorias del Polo y estuviera tratando de derrogar la reforma laboral, ud los llamaría populistas también: porque lo que es inherentemente populista no es el metodo (constitucional o no) sino la acción, la forma en que se justifica y los intereses que la provocan.

    Por otro lado…si la reforma laboral -que delimita artificialmente a través del estado el pago y los derechos de los trabajadores- no sirvió para crear empleo ¿para que sirvió?

  • Apelaez
    20 octubre, 2007 at 10:04 pm

    Alejandro

    Generalmente en los debates sobre los efectos económicos de los fallos de la Corte Constitucional, los economistas (Clavijo, Kalmanovitz, por nombrar dos) suelen argumentar que la Corte DEBE tener en cuenta los impactos económicos de sus decisiones.

    Usted mismo ha señalado lo idiota que resultan los fallos de tutela para cubrir procedimientos fuera del POS, otros han señalado la inconveniencia económica de tumbar el cobro por las cedulas entre mil ejemplos posibles.

    En esos casos el argumento es, en palabras de Kalmanovits, «que la Corte Constitucional no se desentienda de los efectos fiscales, financieros y de los incentivos que surgen de sus fallos». En otras palabras, que tenga en cuenta no solo lo que dice la Constitución sino tambien los argumentos económicos.

    En su columna, usted pide algo casi contrario: que los jueces fallen en derecho sin tener en cuenta los argumentos económicos.

    En ultimas lo que molesta es que la Corte falle sobre temas que no conoce y que la constitución sea una colcha de retazos incoherentes imposibles de conciliar de manera armónica.

  • Alejandro Gaviria
    20 octubre, 2007 at 10:17 pm

    Sergio: la reforma pudo haber tenido otros efectos. Por ejemplo, en la legislación antigua, las indemnizaciones por despidos sin justa causa aumentaban abruptamente después de los diez años, lo que históricamente llevó a muchas empresas a despedir de manera “precautelativa” a muchos trabajadores. Esta práctica, nociva para los trabajadores, probablemente ha disminuido como resultado de la reforma. Además, como lo muestra el estudio citado en la columna, la reforma también disminuyó el llamado subempleo por insuficiencia de horas. Pero, al mismo tiempo, disminuyó los ingresos de algunos trabajadores: los vigilantes privados, por ejemplo.

    El balance neto de los diferentes efectos es un asunto de conveniencia que debe ser juzgado por los actores políticos, discutido en el Congreso, con argumentos populistas o neoliberales, o los que fueren, eso es lo de menos. Lo de más es que este asunto no debe ser decidido por jueces mal informados.

    Apelaez: yo prefiero que la Corte siga fallando con base en principios: ojalá teniendo en cuenta ex ante algunos de los posibles efectos de sus fallos. El Procurador está abriendo una ventana bastante peligrosa pues propone que las evaluaciones ex post deben ser parte de los juicios de constitucionalidad.

  • Apelaez
    20 octubre, 2007 at 10:37 pm

    Cual es la diferencia entre argumentar que una norma no debe ser declarada inexequible por los perversos efectos económicos en el futuro, o argumentar que una norma debe ser declarada inconstitucional por los supuestos efectos perversos que tuvo?

    En ambos casos hay especulación, y en ambos casos se introducen variables diferentes al simple juicio basado en los principios constitucionales

  • Apelaez
    20 octubre, 2007 at 10:40 pm

    Ex post o ex ante, el tema es el mismo, se introducen variables por fuera de lo «jurídico».

    De paso lo «jurídico» es básicamente lo que uno quiera, dado la «textura abierta» de las normas constitucionales y la gran cantidad de principios y reglas (muchos incluso contradictorios) que tiene la constitucion.

  • Alejandro Gaviria
    20 octubre, 2007 at 11:01 pm

    Apelaez:

    Un punto importante, no mencionado en la columna, es que la Corte ya se había pronunciado favorablemente sobre la reforma laboral. Pero el Procurador propone que retome el tema dados los resultados de un estudio de la Universidad Nacional.

    Si la Corte le hace caso al Procurador (si su argumento hace carrera) la inseguridad jurídica crecería necesariamente. La Corte seguiría fallando en derecho, como en el pasado. Y adicionalmente entraría a revisar algunos de sus fallos con base en estudios y evaluaciones ex post. Mejor dicho, el CID de la Unal tendría poder de veto sobre las leyes de este país.

  • Jaime Ruiz
    21 octubre, 2007 at 5:45 am

    Lo de que la reforma laboral no sirvió para crear empleo se está volviendo otro artículo de fe, como lo de que el crecimiento perjudica a los pobres. Me parece que un economista que analizara la proporción de comentarios en los foros de personas que aseguran que cada día hay más pobreza haría una gran contribución. A veces parece que son la mayoría, y sólo cabe lamentar un poco que las supersticiones y rutinas mentales más abominables tengan tanto efecto en la política de una sociedad.

    Por otra parte, lo de registrar que la reforma redujo los ingresos de algunos trabajadores no ayuda mucho, pues más bien era previsible. El punto, de nuevo, es la grata operación de convertir esos ingresos en «derechos» y a las leyes en proveedoras de ingresos. ¿Dónde hay un país en que se pague el triple por trabajar en domingo? En general, la parte más discutida de la reforma sólo corregía distorsiones de ese tipo.

    Esa idea de que una ley va a «crear empleo» lo deja pensando a uno: desde el punto de vista de los economistas, o aun de los políticos, los efectos de la ley son evaluables. Pero su aplicación no comporta por fuerza que se cree empleo. Tras esa protesta sólo asoma la nostalgia del Decreto de Pleno Empleo que anima a la Universidad Nacional.

    En cuanto se recuerda que el empleo no surgirá automáticamente al aplicarse la ley, creo yo, se aclara la aparente contradicción entre la recomendación a los magistrados de que tengan en cuenta los efectos económicos de sus fallos y la exigencia de que se ciñan a la constitución. En una entrevista a un antiguo presidente de la CC, un tal Eduardo Montealegre, le preguntaban por el impacto de las sentencias, y respondía que la Corte no tenía por qué hacerse cómplice de la ineficiencia del Estado. Cuando uno lee esas sentencias, casi siempre basadas en la adjudicación caprichosa de rangos morales («derecho fundamental») a lo que interesa o conviene a los negocios de los magistrados, se da cuenta de que realmente se sienten autorizados a decretar lo que les dé la gana para que sus criados, en apariencia el Estado pero en últimas la sociedad, lo cumplan.

    Cualquier constitución y cualquier reglamento plantean límites para un juego de resultado incierto. En las mentes totalitarias las leyes son como el guión de una película moralizante o de un cuento de hadas, pero en la realidad (en la que todavía no reina del todo el hombre nuevo), se parecen mucho más al guión de un partido de fútbol. Por eso, cuando se sale con que la reforma laboral no ha creado empleo por una parte parece que antes no hubiera legislación o que la que había debiera estar a salvo de cualquier evaluación, y por el otro parece que hiciera falta una ley de contratación forzosa.

    Una cosa es pedir a las cortes que no introduzcan distorsiones al juego; otra, no permitirles legislar según el resultado.

  • Apelaez
    21 octubre, 2007 at 12:10 pm

    No creo que la Corte avale la posición del Procurador, hay muchos fallos en contra de ese tipo de posiciones y esto lo debe saber perfectamente ese señor.

    Como usted dice, es populismo puro y duro, propaganda pensada en su futuro político ahora que está tan de moda «lo social».

    Acabo de leer la columna del Exfiscal en el Tiempo en donde dice que la compra venta de votos, y en general la corrupción electoral, sólo se acabará cuando se resuelta la cuestión social.

    Que pereza mental salir con esa respuesta tan soberanamente imbecil, en ese orden, para resolver cualquier problema en este pais (desde el espacio público, hasta el conflicto armado) se debe esperar a que se resuelva «la cuestion social». Me asquean los políticos como ese ex fiscal, me asquea que las elecciones las vayan a ganar los clientelistas de siempre y los corruptos de toda la vida.

    Por cierto, al parecer Samuel Moreno se leyó la encuesta de los Andes y ahora anda tratando de mostrar su linaje y la berraquera de gobierno que hizo su abuelo el dictador populista.

  • Apelaez
    21 octubre, 2007 at 12:16 pm

    A lo mejor el Procurador lo que busca es desviar la atención ahora que le estan saliendo nexos con la «parapolitica». No?

  • Jaime Ruiz
    21 octubre, 2007 at 2:05 pm

    Yo también leí lo de Gómez Méndez. Hay un tipo de políticos que parecen copiados en su retórica penosa. Cecilia López Montaño es otra figura casi idéntica; el procurador, otro. Yo creo que encuentran cierto público predispuesto a recitar que falta el decreto redentor a pesar de que lo digan precisamente quienes han podido emitir decretos y sólo han aumentado la pobreza.

    Las encuestas que publican sobre las elecciones en Bogotá podrían fallar por muchas razones (dos semanas entre la encuesta y los comicios, mayor disposición a contestar de los mamertos, desplome final de Vinasco, agotamiento de la propaganda y de los rumores…). En las elecciones de 2000 también figuraba María Emma Mejía muy por delante de Mockus.

    No se entiende que la gente vaya a apoyar clamorosamente al candidato de Samper y Dussán; sin duda algo de la encuesta es exagerado, y puede que se pretenda desmoralizar a la gente que votaría por Peñalosa.

  • Alejandro Gaviria
    21 octubre, 2007 at 4:47 pm

    En su columna de este fin de semana, Rudolf Hommes tiene un apunte interesante sobre la tesis del Procurador: “Un jurista, a quien se le pidió concepto sobre esta materia, sugirió que si esta tesis fuera acogida por la Corte, habría que pedirle entonces que eliminara la Procuraduría, ya que se creó para controlar y suprimir la corrupción en las instituciones públicas, objetivo que claramente no ha conseguido”.

    De otro lado, el economista Mauricio Cabrera, en su columna de El País de Cali, apoya la tesis del Procurador. Dice Cabrera que los empresarios le pusieron conejo a la reforma laboral, como si la misma hubiese estado basada en un contrato implícito: se bajan los costos por parte del Estado, se aumenta el empleo por parte del sector privado. Este argumento –i.e., la generación de empleo es cuestión de altruismo– es similar al usado por la Universidad Nacional en su estudio sobre el empleo industrial. Estos argumentos son algo exóticos en economía. Parecen más bien asociados a la idea de los incentivos morales, discutida aquí recientemente con relación al Che Guevara.

    Yo no estoy tan seguro de que la Corte vaya a rechazar el concepto del Procurador. En otros países, los jueces aspiran a ser recordados por la coherencia y claridad de sus fallos. Aquí simplemente quieren una curul en la Cámara.

  • Alejandro Gaviria
    21 octubre, 2007 at 4:53 pm

    Jaime: Sigo encontrando similitudes y coincidencias entre el debate español y el colombiano. Ver aquí .

  • Alejandro Gaviria
    21 octubre, 2007 at 4:55 pm

    La tragedia de América Latina (o de la combinación entre democracia, desigualdad y pobreza) es que muchas sociedades terminan autorecetandose un remedio que agrava los males originales, que empeora el bienestar social. O que puede llegar a matarlas, como en el caso de Venezuela.

  • Apelaez
    21 octubre, 2007 at 5:09 pm

    Los altos jueces aspiran a ser políticos porque pueden, nada se los impide. En otros paises la cosa es diferente. En EU, por ejemplo, los jueces de la Corte Suprema tienen cargos vitalicios, en otros, quedan inhabilitados para ejercer cargos políticos.

    Aca ser un juez es un trampolin para la politica, sobre todo si se es juez de la Corte Constitucional.

    Y Carlos Gaviria tiene el descaro de decir que la Corte se ha «politizado», como si el no hubiera tenido nada que ver con eso.

  • Anónimo
    21 octubre, 2007 at 5:25 pm

    La embestida del procurador como la de reste de dinosaurios ideológicos no es para tumbar la reforma laboral sino para evitar que se avancen en nuevas reformas que necesita el país para crear empleo y riqueza. Eso también lo cree Juan Carlos Echeverri en su última columna de opinión, donde asegura que se necesita mas reformas laborales no menos.

  • Daniel Vaughan
    21 octubre, 2007 at 5:26 pm

    Alejandro,

    ¿Cómo debe uno leer esto?


    La tragedia de América Latina (…) es que muchas sociedades terminan autorecetandose un remedio que agrava los males originales, que empeora el bienestar social. O que puede llegar a matarlas, como en el caso de Venezuela.

    Yo no se qué pretendía decir, pero la conclusión es obvia. Como diría usted: «su diagnóstico de los males de América Latina es risible».

    DV

  • Daniel Vaughan
    21 octubre, 2007 at 5:28 pm

    Echeverry tiene todo menos un interés de mantenerse objetivo en todo esto. Es conservador con carnet y su negocio en economía es vender consultoría a la banca de inversión en EEUU.

    Así que está vendiendo ideología y ampliando su mercado. Tiene credibilidad nula, creo yo.

    DV

  • Apelaez
    21 octubre, 2007 at 5:39 pm

    Echeverry tiene credibilidad nula porque tiene una firma de consultoría?

    Entonces los del CID tienen credibilidad bajo cero porque le hacen consultoría a la CUT.

  • Alejandro Gaviria
    21 octubre, 2007 at 5:42 pm

    Daniel: es simplemente una frase para la discusión. Nada original, por cierto. Lo mismo ya lo había dicho Albert O. Hirschmann hace cincuenta años. La desigualdad genera populismo, y el populismo agrava la desigualdad. Aquí puede encontrar una formalización reciente de la misma idea.

    La conclusión no es tan obvia. Mi conclusión, por ejemplo, es que es imposible avanzar la agenda de eficiencia sin pensar en la agenda de equidad. Que es imposible ignorar las demandas por políticas heterodoxas. Y que hay que responder a las demandas sociales con programas eficaces. Usar el populismo para comprar tiempo, si se quiere. El problema es que el populismo casi siempre se convierte en un fin en si mismo. Y por lo tanto, desde afuera, toca denunciarlo.

  • Camilo Andrés
    21 octubre, 2007 at 6:06 pm

    Qué coincidencia que en la encuesta de Datexco todos los izquierdistas ganen:

    -SamuEl
    – Salazar repuntó a 36
    – Ospina gana en Cali y no se sabe de donde porque en la última encuesta de Gallup Kiko tenía el 50% y Ospina el 26%.

    Esa encuesta de Datexco me da desconfianza. Ni que decir la del Espectador.

  • Alejandro Gaviria
    21 octubre, 2007 at 6:19 pm

    Mi preferencia en Medellín es por el “izquierdista” Salazar. Ojalá Datexco tenga razón en este caso. La semana pasada El Espectador publicó los resultados de una encuesta que mostraba a Luís Pérez más de veinte puntos por encima. Existen muchas diferencias en la forma como los encuestadores segmentan las muestras por estratos. Algunos van a perder su reputación completamente.

  • Jaime Ruiz
    21 octubre, 2007 at 6:24 pm

    Increíble el ramillete de temas: lo de Mauricio Cabrera remite a algo muy difícil de entender sin haberse desarraigado de Colombia. Es que el hecho de crear una empresa es un argumento contra alguien, como el haber ganado dinero o cualquier cosa así. De modo que todo el mundo está indignado con los empresarios y con la riqueza que obtienen a costa de los trabajadores. Lo de Moncayo exigiendo a Uribe que repartiera sus fincas es la versión desembozada de esa mentalidad. Cada vez que uno lee la recitación romañesca de los profesores de la Nacional en los foros descubre al obispo o diácono que predica la justicia aprovechándose la autoridad que le confiere la pompa de su rango. Creo que hay un deterioro cuando se pasa de las cuentas de las camándulas a las papas-bomba, pero siempre replicarán que el tamaño importa. Los incentivos morales y el altruismo forzoso también son del mismo origen: no hay ni una generación entre los jesuitas que sostuvieron a Onésimo Redondo y los que formaron a Fidel Castro, ni siquiera hay una coma nueva en el cuento del Hombre-Nuevo, que no es más que el monje-soldado que quería ser José Antonio Primo de Rivera, personaje que en verdad es el precursor del Che Guevara. Casi toda la Teología de la Liberación está también en la retórica de la primera Falange.

    – No encuentro mucha relación con Colombia en el enlace de Cebrián. Ese tipo es la primera figura de la España moderna. Era un director de informativos de televisión en tiempos de Franco y al llegar la transición se asoció con un editor de libros de texto y crearon El País. Les fue también después del ascenso del PSOE que se convirtieron en uno de los primeros grupos empresariales españoles. En 2001 el rechazo al terrorismo en el País Vasco era tan enérgico que faltó poco para que hubiera una mayoría no nacionalista en el gobierno local, pero entonces salió Cebrián dando la orden de aliarse con los nacionalistas, pues de otro modo el PP seguiría gobernando en Madrid (el interesado verá reproducido el texto aquí). De ahí viene la ruptura del PSOE vasco y el partido de Savater. En Colombia también el director de El Tiempo es el verdadero jefe de una facción poderosa, pero afortunadamente la parte del poder que depende de la elección directa está todavía lejos del alcance de esa facción.

    – Lo de Daniel y Echeverri es tan grosera falacia ad hominem que uno se pregunta si no se dará cuenta. Estaría bien que nos mostrara dónde está la ideología y lo reprobable de esa ideología en el artículo de Echeverri.

    – Lo de autorrecetarse (perdón por las negritas) el mal es más complicado. Hoy leí un artículo en el que se analiza el origen de las grandes fortunas, que casi siempre tienen que ver con la influencia sobre los gobiernos, a tal punto que Slim ya es más rico que Gates. No es que las sociedades se den el veneno, sino que en su seno los mecanismos de dominación operan en favor de esos intereses, tanto los medios de comunicación como las maquinarias de soborno e intimidación. Por eso el sesgo izquierdista de Santodomingo, tan inconcebible para los ñángaras purpurados que rentan la UN.

  • Daniel Vaughan
    21 octubre, 2007 at 7:08 pm

    Alejandro,

    El post original tiene poco que ver con su respuesta, que estoy de acuerdo, tiene poco de original (tal vez por lo obvia?). No hay necesidad de formalizarla más (ya debe haber unos 1000 artículos de economía política que la formalizan y otros muchos más empíricos).

    Del post original hay palabras que llaman la atención:

    Por ejemplo, ¿qué tenía en la cabeza cuando dice «autorecetarse»? Una interpretación posible es que toca «creerle a los expertos», que me imagino son los economistas, o el FMI, el BM, etc.etc.. Pero en el post siguiente dice que «es imposible ignorar las demandas de políticas heterodoxas». Así que después de todo es mejor no creerle a los expertos?

    DV

  • Maldoror
    21 octubre, 2007 at 7:17 pm

    Alejandro:

    Pero lo cierto (y creo que la única persona que se niega creerlo es Jaime Ruiz, lo cual reafirma el punto) es que la reforma laboral se pasó bajo la premisa fundamental de que iba a reducir el desempleo, cosa que no hizo. Por lo demás nadie nos ha aclarado con un argumento jurídico el concepto del procurador es anti constitucional en efecto. Eso si, a mi si me encantaría verla derogada

  • Daniel Vaughan
    21 octubre, 2007 at 7:19 pm

    Jaime,

    La definición de lo que es la economía ha cambiado sustancialmente en los últimos 60 años. La definición más apropiada de hoy creo que tiene que ver con el estudio de los incentivos del ser humano. En ese sentido, una de mis preocupaciones cuando leo y hablo con la gente es tratar de entender por qué dicen lo que dicen, o si prefiere, qué incentivos tienen para hacer lo que están haciendo.

    Si usted cree que lo apropiado es llamarlo «argumento ad-hominem» me parece perfecto. Pero lo invito a que se pregunte este tipo de cosas: algo que algunos llaman la «meta-economía» o la «economía de los economistas»: ¿qué motiva a los economistas a hacer lo que hacen y decir lo que dicen? Una respuesta ingenua y contradictoria es que a los economistas (académicos, algo que Echeverry, en el sentido estricto, dejó de ser hace rato) quieren «mejorar el entendimiento de su rama de estudio». Pero lo divertido del asunto es que si uno le cree a los modelos de los economistas, uno no debería creerle a los economistas (circular, muy al estilo de las paradojas de Russell, Gödel o Turing)!

    Dejémoslo ahí por ahora.

    DV

  • Jaime Ruiz
    21 octubre, 2007 at 7:49 pm

    No, Daniel, la falacia ad hominem obra así: 1. Echeverri dice A. 2. Echeverri dice A porque conviene a determinado interés (porque es malo, feo, tonto, etc.). 3. A es falso. Yo veo un anuncio en la televisión, entiendo que el actor no está ahí por tener conocimiento del producto sino por ser atractivo para la gente, luego deduzco que miente. Ya vamos bien.

    Eso de una economía que estudia los incentivos de la gente en lugar de la producción, el consumo, el ahorro, el crédito, los flujos monetarios, etc., es muy nuevo para mí. Tal como usted lo describe me parece otro frente de corrupción del lenguaje, como si la pornografía empezara a llamarse «Examen fisiológico».

  • Daniel Vaughan
    21 octubre, 2007 at 7:58 pm

    Jaime,

    Tiene razón. Digamos que este no es el sitio para tener una discusión sobre los argumentos de Echeverry, así que basta, por ahora, con decir que existe la posibilidad que él (o cualquiera de nosotros, por supuesto) tenga una agenda diferente, y que por eso vale la pena leerlo con cuidado y con ojo crítico.

    DV

  • Daniel Vaughan
    21 octubre, 2007 at 8:15 pm

    Jaime,

    Sobre la definición de la economía, la usada en libros de texto introductorios es generalmente la dada por un economista inglés en los años 40 llamado Lionel Robbins: «la economía es una ciencia social que estudia la asignación de recursos escasos para satisfacer necesidades ilimitadas». Las palabras escasez y necesidades ilimitadas son claves en esta definición.

    Desde los 50s ha habido varios cambios importantes en la profesión:

    1. El uso de teoría de juegos
    2. La microfundamentación de la macroeconomía.

    En suma, estos dos cambios generaron una preocupación por los incentivos de los individuos y las organizaciones.

    En años recientes ha habido una segunda revolución que hasta ahora está empezando a generar cambios, aunque de manera lenta: la llamada economía del comportamiento (behavioral economics) y la economía experimental, ambas preocupadas por el estudio de los incentivos, aunque de manera descriptiva y no normativa (o deductiva, si prefiere).

    DV

  • Jaime Ruiz
    21 octubre, 2007 at 8:24 pm

    Sergio, copio del texto enlazado en la columna (de CEDE):

    Aunque el análisis de las cifras no siempre conduce a resultados definitivos, al menos cinco conclusiones generales pueden formularse. A saber: (i) la reforma tuvo un efecto importante sobre la contratación de aprendices; (ii) la reforma también parece haber contribuido a disminuir el subempleo por insuficiencia de horas (especialmente en el sector servicios); (iii) el efecto sobre la generación de empleo fue inferior al esperado; (iv) el efecto sobre la formalización fue (si acaso) marginal y (v) los programas de apoyo al desempleado y de estímulo a la generación de empleo han experimentado problemas de demanda y su ejecución ha sido inferior a la inicialmente presupuestada.

    La inferencia de que

    Pero lo cierto es que la reforma laboral se pasó bajo la premisa fundamental de que iba a reducir el desempleo, cosa que no hizo.

    Es un poco abusar de la ideología y entrar en un mundo fanatizado en el que es posible a la vez el anarquismo y la contratación forzosa. El permitirse eso es cuanto menos frivolidad.

  • Alejandro Gaviria
    21 octubre, 2007 at 10:09 pm

    Este fin de semana he estado releyendo Nostromo de Joseph Conrad. Ayer me topé con una frase apropiada para la discusión: “the fundamental causes the same as ever, rooted in the political immaturity of the people, in the indolence of the upper classes, and the mental darkness of the lower”.

  • Camilo Andrés
    21 octubre, 2007 at 11:51 pm

    Bueno, a decir verdad, Alonso Salazar no es de centroizquierda.

    No sé si la copia de Fajardo gane, pero Luisito el rey parece tener todo listo para su victoria.

    Un dato clave: La mayoría de candidatos a la alcaldía de Medellín son Uribista.

    Luisito, haciéndose propaganda con un audio: «Gracias Doctor Luis, recuerdo que cuando comenzaba el gobierno» Bla, bla,bla.

    Salazar: Con Lina Moreno, José Obdulio Gaviria y todo el combo del partido de La U.

    Sergio Naranjo: Todos saben de la gran amistad de este con Uribe. Incluso fue hasta hace poco embajador en Malasia.

    La gobernación de Antioquia está super cantanda: Luis Alfredo Ramos, quien me parece un excelente candidato.

    Es raro, pero varios concejales liberales se hacen campaña a nombre de Uribe en Medellín. El PL no es de oposición al presidente?

    Y Por qué permite el PL que Luisito XV se haga campaña con las felicitaciones de Uribe.

    ***

    Otra cosa que me sorprende es después de lo mal que le fue a Vinasco en el debate de Caracol TV, donde Flórez, Leyva, Galán y Peñalosa lo atacaron este haya subido.

    Hoy hay otro debate en Caracol a las ¿10:30pm? ¿Un debate como este puede cambiar algo?

  • Camilo Andrés
    21 octubre, 2007 at 11:52 pm

    Perdón, Salazar es de centroizquierda.

  • Maldoror
    22 octubre, 2007 at 3:04 am

    Perdón por salirme del tema, pero no había visto la última columna de Paul Krugman (aparecida ayer en el espectador) sobre el premio Nobel de Paz de Al Gore. Muy interesante lo que dicen los editores del National Review. Creo que van a contratar a Jaime Ruiz como columnista pronto…

  • caborca
    22 octubre, 2007 at 4:27 am

    Quiero decirle a Alejandro Gaviria que a raiz del concepto del procurador no es valida su afirmación de que «tristemente, en Colombia, los jueces quieren ser políticos. Y los políticos, jueces. Un país extraño»

    Eso no pasa solamente en Colombia. Si uno lee a Ran Hirschl («Towards juristocracy. The origins and consecuences of the New Constitucionalism». Harvard University Press 2004” Pag 31-50), se puede dar cuenta que la constitucionalización de los derechos será la punta de lanza pra enfrentar el utilitarismo y el eficientismo que manejan los economistas. (Baste con decir que si se prueba la violación de derechos fundamentales con esa reforma laboral, la corte le mostrará los dientes)

    Este choque de trenes es internacional. Lo que pasa es que al procurador le queda mal ponerse en esas porque no tiene estatura intelectual para ello.

  • panOptiko
    22 octubre, 2007 at 8:58 am

    Caborca, lo que entiendo de su cita es que la corte constitucional deberia aprender de los fracasos de reformas aprovadas para declarar inconstitucionales reformas futuras; lo que no contradice lo que Alejandro propone: que permitir la revision expost fuera de las normas convenidas incentiva la perversion de las ramas del poder, para detrimento de todo el sistema.

    Daniel: Esa discusion sobre que es la economia, como unidad epistemologica – de ser esto posible – puede llegar a estar tan inconexa de la cotidianidad, que puede pasar por disparate. Ya tuvo una respuesta aca como ejemplo. En todo caso, bueno saber en que andan esos locos entre los que se cuenta.

    Saludos a todos,

  • Jaime Ruiz
    22 octubre, 2007 at 2:00 pm

    Eso del choque de trenes internacional me recuerda mucho la campaña de la banda de los cuatro contra Lin Piao y Confucio, que en Colombia condujo a muchas intimidaciones y puede que hasta algún asesinato entre los maoístas. ¿Se puede comparar realmente la tendencia de los jueces estadounidenses a abusar de sus competencias con lo que pasa en Colombia? ¿Alguien se imagina una alta corte decretando que una persona es mayor de edad ante la constitución porque su etnia la considera así? ¿O forzando el pago de algún servicio ajeno al contrato por parte de una empresa privada invocando el derecho fundamental a la vida? ¿O imponiendo un castigo severo a alguien que pretendía prevenir un secuestro con el pretexto de que no buscaba cambiar el régimen político (en el que reinan esos magistrados) y por tanto no se puede considerar altruista?

    ¿En algún texto de un jurista de un país civilizado sería posible encontrar alguna perla como ésta, que cita con admiración un periodista y que procede de una fiscal?:

    El derecho penal no se puede seguir sosteniendo en su carácter punitivo y represivo sino que debe trascender a niveles superiores en los que el hombre sea su centro, con un nuevo perfil que permita construir un orden más justo…

    La vida colombiana es como una representación teatral ejecutada en un patio de prisión por los reclusos de un frenopático. Todo se entiende mal y todo es primitivo y brutal. En una ocasión, para seguir con esos remedos de «progresismo», salió en El Tiempo un reportaje sobre la vida sexual de cuatro mujeres del común. ¡Una era un travesti que se prostituía! Creo que el mismo periodista contó otra vez el caso de una niña que había vivido catorce años en el cuerpo de un niño.

  • Camilo Andrés
    22 octubre, 2007 at 2:10 pm

    Alguien vio el debate de Bogotá en Caracol TV?

    Samu-El dijo que compraría votos.

    ***

    Por qué Alonso Salazar no se presentó al debate de Cosmovisión?

    Le fue Muy bien a Luicito el rey y que descuadrado esta el doctor Sergio Naranjo.

  • Maldoror
    22 octubre, 2007 at 2:23 pm

    Camilo Andrés:

    Si lo ví. Cualquier duda de porque voy a votar en blanco quedó despejada en mi mente. De esos candidatos no se hace ni medio decente

  • Luis Ernesto
    22 octubre, 2007 at 4:08 pm

    Alejandro, como yo entiendo, en constitucional hay una cosa que se llama prueba de razonabilidad. Que es algo así como cuanto de acepta que un derecho sea disminuido, con tal de aumentar otro.

    Si la Corte cree que ciertos beneficios de los trabajadores eran un derecho adquirido, y si esos beneficios se disminuyeron, no veo porqué no pueda hacer revision ex post sin ser completamente coherente.

    Por otro lado, como ponía Apelaez, aplicar la prueba de razonabilidad no es algo que dependa de que la evaluacion sea antes o despues.

    Y por último. ¿Sí ve porqué doy tanta lora con los estatutos y la priorización?

    Si tuvieramos regulado el derecho al trabajo, estos dolores de cabeza no existirían. Y sobre todo, habría certeza.

  • Alejandro Gaviria
    22 octubre, 2007 at 4:44 pm

    Yo insisto en lo siguiente: declarar inexequible una ley con base en una evaluación de los resultados observados es, en primer lugar, novedoso; y, en segundo, peligroso.

    Si se generaliza el uso de evaluaciones ex post en los análisis de constitucionalidad, la Corte podría entrar a revisar sus fallos cada que aparezca un nuevo estudio.

  • Luis Ernesto
    22 octubre, 2007 at 4:50 pm

    Por eso hay que regular. Al final, la pelea no deberia ser ni contra lo que pueda decir la Corte, ni contra el Porcurador. Populismos simpre habrá, y gente dispuesta a defender los derechos como mejor le parece tambié.

    La pelea es en el Congreso, en la discusión de estatutos. Esa sí es una discusión fundamental.

  • Jaime Ruiz
    22 octubre, 2007 at 5:22 pm

    Luis Ernesto, ¿acaso no existe el derecho al trabajo? ¿A alguien le impiden trabajar?

  • Logica
    22 octubre, 2007 at 6:46 pm

    Según Ruiz, los paramilitares son altruistas porque se organizaron para defender a los colombianos contra el secuestro y por eso merecen penas suaves. Recordemos que Muerte a Secuestradores o MAS, organizado por los mafiosos más destacados de los años ochenta, fue la hermanita de la caridad precursora del paramilitarismo moderno. Y también recordemos que éste no tuvo que alzarse contra el Estado porque el «Estado» lo recibió con los brazos abiertos y le dio un trato al estilo Frente Nacional o miti-miti. De ahí la parapolítica: la corrupción del viejo orden feudal se junta con la corrupción del narcocapitalismo salvaje. Y esto a Ruiz no le da soponcio, por razones de coherencia interna.

  • Jaime Ruiz
    22 octubre, 2007 at 6:57 pm

    El anónimo de las 13:46 es un ejemplo típico de ese eslabón que hay entre los miembros de la Corte Suprema de Justicia y los secuestradores, del mismo modo que entre el dueño de una empresa y los peones hay capataces y administradores. Sencillamente no hay ningún altruismo en las FARC ni en el ELN sino la pretensión de imponer una tiranía. Los miembros de las AUC podrán haber cometido todos los crímenes que se quiera, cosa que se debería evaluar en cada caso, pero en la sentencia de la Corte se juzga a un tipo al que simplemente le encontraron uniformes y armas. Un guerrillero que hubiera masacrado a 500 soldados tendría derecho a ser considerado un héroe (lo dice con esas palabras la CSJ), pero una persona que hubiera pedido ayuda a los vecinos para evitar un secuestro incurriría en concierto para delinquir.

    Un país en el que las sentencias de la más alta instancia judicial son abiertos llamados a asesinar gente sólo es un muladar, y ese silencio generalizado, esa pereza de prestar atención al contenido de las sentencias, esa alegre suposición de que el hecho de que unos políticos hayan sido llamados a juicio ya los hace culpables es un síntoma aún más preocupante.

  • Alex
    22 octubre, 2007 at 8:49 pm

    Muchas peleas inútiles en varios comentarios que discuten sobre lo que no plantea el autor.

    El Procurador debe preocuparse por lo que son sus funciones; es delicado que en un ambiente de elecciones con varias denuncias de irregularidad este funcionario mire para otra parte y trate de congaciarse con algún sector político.

    Alejandro: Que casualidad! Estuve leyendo el Corazón de las Tinieblas. El libro tiene una muy conocida frase que permite resumir el comportamiento del Procurador: «The horror! The horror!»

  • Carlos
    22 octubre, 2007 at 11:26 pm

    Lo que habría que revisar es si la Constitución le asigna al procurador la responsabilidad de pedir que se derogen proyectos de ley.

    El articuulo 278 de la constitución que define las funciones del Procurador no dice nada al respecto:

    «ARTICULO 278. El Procurador General de la Nación ejercerá directamente las siguientes
    funciones:
    1. Desvincular del cargo, previa audiencia y mediante decisión motivada, al funcionario
    público que incurra en alguna de las siguientes faltas: infringir de manera manifiesta la
    Constitución o la ley; derivar evidente e indebido provecho patrimonial en el ejercicio de su
    cargo o de sus funciones; obstaculizar, en forma grave, las investigaciones que realice la
    Procuraduría o una autoridad administrativa o jurisdiccional; obrar con manifiesta
    negligencia en la investigación y sanción de las faltas disciplinarias de los empleados de su dependencia, o en la denuncia de los hechos punibles de que tenga conocimiento en razón
    del ejercicio de su cargo.
    2. Emitir conceptos en los procesos disciplinarios que se adelanten contra funcionarios
    sometidos a fuero especial.
    3. Presentar proyectos de ley sobre materias relativas a su competencia.
    4. Exhortar al Congreso para que expida las leyes que aseguren la promoción, el ejercicio y la
    protección de los derechos humanos, y exigir su cumplimiento a las autoridades
    competentes.
    5. Rendir concepto en los procesos de control de constitucionalidad.
    6. Nombrar y remover, de conformidad con la ley, los funcionarios y empleados de su
    dependencia.»

    A no ser que el procurador este rindiendo un concepto ante una demanda de constitucionalidad sobre esa reforma laboral..que eso si le compete…

    Y para los posibles defensores del Procurador, les recuerdo que un servidor público solo puede hacer lo que la ley/constitución le permite.

    El organo que puede derogar o cambiar leyes se supone que es el Congreso y en parte la Corte Constitucional.

    Pero lo que dice Alejandro es cierto..en Colombia, los jueces quieren ser políticos. Y los políticos, jueces.

    Pero en un pais donde el próximo Alcalde de la ciudad capital, donde se supone ya hay mucha cultura política, reconoce en televisión que estaría dispuesto a comprar votos, no se puede esperar mucho…

  • Alejandro Gaviria
    22 octubre, 2007 at 11:43 pm

    Carlos:

    El Procurador sí está rindiendo un concepto de constitucionalidad. No sé, sin embargo, sobre cuales demandas se pronuncia el Procurador y sobre cuales no. Me parece que el Procurador escoge los casos más visibles y la opinión más conveniente para su futuro político.

  • Carlos
    23 octubre, 2007 at 12:02 am

    Alejandro: si, ya revisé. Efectivamente el Procurador estaba dando un concepto.En ese sentido pareciera estar dentro de sus funciones.

    Lo extraño es que utilize lo resultados de la Reforma como argumento para pedir su derogación . Es decir, lo que dices: «ausencia de resultados = inconstitucionalidad.»

    Pero, como la constitución establece ciertos derechos, o mejor dicho, es una constitución super-garantista, tampoco parece tan descabellado lo que hizo el procurador.

    Aunque obviamente la motivación es política.

    Apuesto lo que sea que en unos años se lanza mínimo al Congreso.

    Por otro lado..sabian ustedes quien logró la elección del Procurador en el congreso? El «gordo» García. El mismo que esta preso por lo de la parapolítica. El es una ficha del gordo García.

    Saludos,
    Carlos

  • Apelaez
    23 octubre, 2007 at 1:53 am

    Alejandro, no escoge, siempre va un concepto de la procuraduria, lo que si escoge es cuales «publicita» abiertamente en los noticieros.

    De paso, la Corte casi nunca le hace caso a lo que dice la procuraduría.

  • Jaime Ruiz
    23 octubre, 2007 at 8:11 am

    Formidable Stiglitz.

  • Luis Ernesto
    23 octubre, 2007 at 3:57 pm

    Parece que a nadie le pareció importante el cuento de la prueba de razonabilidad. Al fin y al cabo, ese no es nuestro tema, somos economistas.

    Por eso es que vivimos agarrados con la Corte, viendo como limitamos esas instituciones, que tanto defendemos en papers.

    Si algo es constitucional porque se esperan unos resultados, es obvio que se vaya a caer si no se dan los resultados. Eso hace parte de la infomación que tienen las empresas y el gobierno. Ya, si no la tienen en cuenta, pues es un problema de ellos, no de la Corte. No se si este caso aplique a la reforma laboral.

    Por otro lado, repito, si lo que queremos es seguridad jurídica, más vale que algún economista, de esos de altos cargos, sea capaz de llevar al Congreso un proyecto de ley estatutaria que regule el derecho al trabajo.

    Si uno es Jaime, pues llevaría un proyecto con tres artículos, donde define el trabajo, dice quienes pueden trabajar, y define que el derecho al trabajo nada tiene que ver con las prestaciones, sino que se refiere unicamente a la libertad de elegir la profesion y de dejarse contratar. Si uno es del Polo seguramente le pondrá más cosas.

    Les repito, el problema no es de la Corte, el problema no es del Procurador, el problema es que tenemos una Constitución que nos ordenó normarla, que nos dio las herramientas para normarla y nos ha dado miedo meternos en eso.

    Tal vez nadie cree que sea problema suyo. Pero no tener esa reglamentación, sí que nos genera problemas.

  • Anónimo
    23 octubre, 2007 at 4:02 pm

    muladar!ciertamene,en eso tiene razon jaime ruiz,debe ser un muladar cuando aun nino de pocos los defensores de uribe velez,los paracos, lo castran y lo dejan que muera desangrado,su delito ser hijo de un antiguo dirigente de la union patriotica,a quien buscaban con intenciones nefastas, sucedido en el departamento del meta,publicado en Voz.
    alarido miserabilista.

  • Carlos
    23 octubre, 2007 at 6:37 pm

    Jaime: Que bueno que alguien le dé palo a Stiglitz porque desde que se publico sus libros criticando la globalización es el economista consentido de la prensa a nivel mundial (que suele posar de ser «progresista» y eso dizque es ser de «izquierda»).

  • Daniel Vaughan
    24 octubre, 2007 at 9:51 pm

    Carlos,

    Criticar la globalización es facilísimo si sabe algo de economía (no hay que ser Stiglitz para eso) o si sabe algo de economía política (por qué los países ricos quieren que los pobres abran sus economías pero ellos las mantienen).

    No hay nada perverso al respecto. Así que si usted le pregunta a Stiglitz (o a cualquier economista razonable, estoy seguro que por ahí hay muchos que no lo son), estoy seguro que Stiglitz le va a dar un buen argumento.

    Lo divertido del asunto es que esto no opera al revés: si uno le pregunta a un libertario por qué la globalización es buena, lo único que pueden decir es que «los consumidores son más libres», o dicho de otra forma, porque viola uno de los mandamientos libertarios (la santísima trinidad libertaria).

    Y bueno, por eso es que los libertarios no tienen sitio en esta discusión… tampoco la tiene la Iglesia Católica… ambas son igual de irracionales, igual de ad-hoc e igual de dogmáticas.

    Saludo liberal, soldado libertario.

    DV

  • Maldoror
    24 octubre, 2007 at 10:06 pm

    Daniel:

    Bueno, es gracioso que diga todo eso, porque yo me considero libertario y comparto fundamentalmente sus criticas a la globalización. Quizás porque la globalización en si misma no es producto de una política económica de libre mercado, sino un sistema global e intensificado de competencia y especialización entre estados nación y grandes transnacionales y empresas con gran influencia en esas naciones, que se disfraza bajo la retórica de «libre comercio».

  • Alejandro Gaviria
    24 octubre, 2007 at 10:16 pm

    En mi opinión, Stiglitz ha caído en la trampa de la adhesión, como decía George Orwell. Escribe para complacer su clientela antiglobalizadora. Es un activista con un pasado intelectual. Lo segundo, sobra decirlo, adorna sus argumentos pero no los hace más creíbles.

    Dani Rodik (no precisamente un defensor ultranza de la globalización) criticó recientemente a Stiglitz por su incapacidad de señalar, como tocaba, que el libro de Naomi Klein es basura. La reseña de Stiglitz al libro de Klein es un ejercicio de equilibrismo intelectual verdaderamente detestable.

    Stiglitz seguramente piensa que la exageración retórica es conveniente, que toca inflar para vender. Pero un intelectual debería ser capaz de distinguir donde terminan los argumentos y donde empieza la publicidad.

  • Alex
    24 octubre, 2007 at 10:37 pm

    Es curioso que los mayores críticos de la «globalización» se centren en los aspectos económicos, como si esa fuera la única manifestación de ese fenómeno. Al confundir globalización con integración financiera internacional se tiende a poderar en demasía los últimos cincuenta años, cuando es posible sostener que la globalización se desencadenó desde el siglo XXII. Hay quien señala que si el autor no es economista está inhabilitado para hacer críticas sobre los problemas de esa disciplina, pero cualquiera con algún grado de conocimiento y sentido común puede escribir sobre economía; en resumen lo que hay son buenos y malos libros.

  • Jaime Ruiz
    24 octubre, 2007 at 10:42 pm

    Alejandro, yo no creo que defender las políticas de Chávez respecto a la pobreza sea exagerar en nada; al final su comentario sobre Stiglitz parece no aludir a la dirección sino al grado: puesto que es relativamente lícito oponerse a la globalización, se puede ser tolerante con las misiones chavistas, sólo hay que elogiarlas de forma menos estridente.

    Yo no creo que haya un problema de calidad intelectual o de estilo, elegancia, comedimiento, sensatez, etc. Lo que hace Chávez es funesto, no es defendible, la destrucción de empleos y el gasto en beneficios directos que al final se resumen en control estatal es un daño para su país. No es que Stiglitz exagere o ceda a mecanismos de propaganda, sino que forma parte de la corte intelectual de esa serie de personajes: Castro, Ahmadineyad, Zapatero, Morales…

  • Maldoror
    24 octubre, 2007 at 11:12 pm

    Jaime:

    Se le olvidó Al Gore y Osama Bin Laden, que como nos explican los genios del national reviw, son de la misma calaña…

  • Jaime Ruiz
    25 octubre, 2007 at 5:11 am

    Sí, Sergio, usted conoce a fondo la política española y la iraní, de ahí su rechazo del patrioterismo savaterista y su respeto del anarquismo abertxale.

  • Carlos
    25 octubre, 2007 at 7:06 pm

    Daniel: hay que ver como «salta» a defender a Stiglitz y ni siquiera se detiene a entender lo que dije en mi comentario. Es obvio que le duele que «le toquen» a Stiglitz.

    Ni siquiera he criticado directamente a Stiglitz ni mucho menos he descalificado sus criticas a la globalización, que por cierto, encuentro muy validas. Eso es lo que USTED asume.

    Simplemente me parece bueno que se le critique porque lo percibo como un consentido de los medios.Recuerdo que hace unos meses en la W, Julio Sanchez dijo algo así como que era el «mejor economista vivo».

    Alejandro si parece que entendió cual era mi crítica y comento algo que SI tenía que ver.

    Usted como es usual, se pone a asumir lo que uno piensa y a realizar ataques personales tontos.

  • Anónimo
    25 octubre, 2007 at 9:22 pm

    Carlos: Daniel no está «asumiendo» absolutamente nada; está «suponiendo» que es otra cosa (en buen romance, evidentemente).

  • Daniel Vaughan
    25 octubre, 2007 at 10:27 pm

    Carlos,

    Discúlpeme si lo malinterpreté. Lo suyo era un odio por ser el «economista de moda» y no por el contenido de lo que dice. Forma vs. fondo, como siempre.

    DV

  • Carlos
    25 octubre, 2007 at 11:26 pm

    Daniel: yo no conozco personalmente al sr. Stiglitz como para hablar de «odio» o «de aprecio».

    Tampoco creo que sea el «economista de moda» y me tiene sin cuidado que lo sea o no lo sea.

    Su admiración por este economista le nubla el juicio(por eso cree que yo «odio» a Stiglitz o algo así)

    Simplemente desconfío de la adulación mediatica. Y Alejandro da en el punto: tal vez Stiglitz se ha dedicado a decir los que sus admiradores esperan que diga.

  • Carlos
    25 octubre, 2007 at 11:39 pm

    Volviendo al tema de la columna, Gabriel Rosas escribe sobre el tema en el diario Portafolio.

    Me gusta su llamado a la cautela:

    «Es indispensable identificar con el mayor cuidado posible la mezcla de ingredientes que han contribuido a que las cosas no hayan funcionado como se deseaba.»

    Por ejemplo, poca gente dice que los costos laborales han aumentado en la era Uribe, via mayores contribuciones a pensión y recientemente a salud.Probablemente han aumentando mas que los costos del capital, que por el contrario, ha venido recibiendo mas y mas exenciones.

    Y no creo que la Corte se ponga a evaluar eso.

  • Anónimo
    26 octubre, 2007 at 3:16 pm

    carlos:tu carnal jaime ruiz,no conoce personalmente a los objetos de su odio, simplemente los odia por odiosos, a su manera de ver la realidad colombiana,crees que una repuesta similar la sientes cuando una autoridad como stiglitz, ve una realidad diferente a la tuya?
    cantaleta feminista