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Colombia: ¿el próximo cataclismo?

Nuestros países están al alcance de cualquier aventurero populista de izquierda que prometa la luna. Lo están esperando”, escribió recientemente Carlos Alberto Montaner en una columna citada en este espacio por Jaime Ruiz. La predicción de Montaner está basada en una apreciación pesimista sobre el clima de opinión pública en América Latina en general y Colombia en particular. “Hay demasiados problemas demasiada pobreza—dice—, y los gobiernos han sido tremendamente torpes en la búsqueda de soluciones”. Por lo tanto, concluye, el rechazo a la democracia y a la economía de mercado es mayoritario, lo que podría ser capitalizado por los émulos de Chávez. Los lunáticos.

¿Qué tan acertada es la apreciación de Montaner sobre el clima de opinión imperante en Colombia? La Encuesta Social y Política de la Universidad de los Andes (todavía inédita) da algunas pistas al respecto. El primer gráfico muestra, para cada quintil de nivel socioeconómico, el porcentaje de entrevistados que dice respaldar (i) la economía de mercado y (ii) las privatizaciones. Las cifras son representativas de la población urbana de Colombia. Y fueron recolectadas en los meses de abril, mayo y junio de este año.

El apoyo a las privatizaciones es minoritario: 44%. Sólo la población del último quintil (el 20% más rico) parece respaldarlas mayoritariamente. El apoyo a la economía de mercado está dividido por mitades: 50% a favor, 50% en contra. Y sólo es mayoritario en el quintil intermedio y en el último. Una profundización de la economía de mercado (vía mayores privatizaciones, por ejemplo) no cuenta con respaldo político. Y un discurso anticapitalista cuenta, de entrada, con el apoyo de la mitad de la población. En suma, el clima de opinión sí parece favorecer a cualquier aventurero populista dispuesto a prometer la felicidad.

El segundo gráfico muestra la distribución por quintiles del bienestar subjetivo o de la satisfacción con la vida. O para decirlo en el lenguaje de los titulares de prensa, de la felicidad. La felicidad no está distribuida de manera homogénea (como quiso decir Pambelé). 25% de los más pobres y 60% de los más ricos son felices. Los de abajo, como sugiere Montaner, estarían esperando a un populista, a un predicador o a la versión exaltada de Jaime Duque Linares. A alguien que les prometa algo distinto. La homogenización de la felicidad. O, al menos, de la infelicidad.

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  • Jaime Ruiz
    7 agosto, 2007 at 11:01 pm

    Perdón, pero no entiendo lo de «lunáticos». Chávez es un hombre brutal, bastante ignorante, megalómano y perverso, pero ni loco ni tonto. Los chavistas tampoco lo son, sencillamente están hechos a no trabajar y a esperar que el gobierno resuelva sus problemas. El estrato socioeconómico se vuelve indicador del principio de realidad, cuanto más se pertenezca a familias influyentes, se tengan diplomas, contactos, «cultura», etc., más cierto será que el gobierno ayuda. Hay que ver en Venezuela la prosperidad de los intelectuales y gente así. Los que esperan que se multipliquen los programas de doctorado tienen toda la razón del mundo en ser chavistas.

    Y en últimas todo ese anticapitalismo, ocurra en Sandoná o en Los Rosales, sólo es expresión del orden atávico, de los valores de siempre. Y la tragedia es que este gobierno no ha hecho lo esencial para abrir las oportunidades y reducir la desigualdad: incentivos para crear empresas, congelación del salario mínimo, fin de la parafiscalidad, reducción de trámites, impuestos a los ciudadanos acomodados.

    Puede que para impedir un reino chavista en Colombia haga falta cerrar o privatizar la U. Nacional, pero es algo que tampoco hará este gobierno. Y el caso es que un triunfo chavista en alianza con las FARC será sin la menor duda la guerra civil. Bueno, a lo mejor después llega quien cierra el antro y Colombia se encamina de verdad hacia la humanización plena.

  • Jaime Ruiz
    7 agosto, 2007 at 11:05 pm

    Excelente Eduardo Escobar.

  • Anónimo
    8 agosto, 2007 at 12:07 am

    Hola Alejandro, y perdone la confianza. No creo sinceramente, que en el periodo de mi vida (y soy bastante joven) vea cambios sustanciales en la calidad de vida de la MAYORIA de los colombianos. No por eso dejo de soñar con que eso ocurrirá. Yo considero que si en Colombia existiera de verdad democracia ocurriría como en otros países que se acercan a este ideal. Mire Bélgica, ocho años los socialistas estuvieron en el poder, la gente no se sintió más satisfecha y las últimas elecciones la ganaron los democristianos. Ni una bala, ni guerra, sólo libremente (de verdad libremente) la gente eligió. En cambio aquí siempre han gobernado los mismos: los Uribe, de Rafael Uribe, los Santos de Eduardo Santos, etc. La verdad esto parece más un sistema feudal disimulado al que le ponen el nombre de democracia. Es que democracia es más que votar. Colombia es uno de los países más cerrados en materia política del mundo. La gente no posee una formación política (no partidista, que no es lo mismo) y los niveles de dignidad individuales y colectivos son bastante bajos comparados con los de naciones vecinas. O dígame a que otro país le mienten de una manera tan descarada y la gente sigue tan campante. Mire los franceses: les toco ponerle coto a Sarkozy porque se iba confundiendo. El ignorante siempre es Feliz (lo dijo Platón, sino estoy mal). Pero más que la infelicidad o felicidad, el problema es el resentimiento. Yo no sé si ud. habla con gente de la calle. Hay mucho odio y resentimiento represado, porque son demasiadas generaciones en lo mismo. Lo que pasa es que en una estructura cuasifeudal, los siervos se atacan entre ellos y no atacan a los señores. Por eso la clase más atacada no es la alta sino a la media.

  • Juan Francisco
    8 agosto, 2007 at 2:02 am

    Gracias Alejandro por la primicia del estudio. Me gustaría leerlo por completo.
    Gerardo Pastor Ramos, un investigador de las actitudes políticas, afirma en uno de sus libros que puede observarse en diferentes países del mundo cómo sus habitantes se inclinan mayoritariamente a valorar más bien sea la Igualdad, asociada a ideologías de izquierda, o bien sea la Libertad, asociada a ideologías de derecha. Es así como en Inglaterra las opiniones de los electores son libertarias en su mayoría, pero en Francia tienden más hacia los ideales humanistas, en los social demócratas, y radicales en los partidarios todavía existentes del comunismo. Sin embargo, como bien afirma Pastor, una cosa son las opiniones espontáneas o incluso aquellas más reflexionadas, y otra cosa son las verdaderas actitudes políticas. Izquierdistas de antaño en España hoy en día son defensores de las ventajas del mundo capitalista. Y lo mismo debe pasar para derechistas de épocas pasadas. Es decir, que dependiendo de las necesidades más sentidas por la sociedad los comportamientos electores son maleables. Esto apoyaría la afirmación de la inclinación de la población por una opción radical. Pero es que en Colombia ya sucedió este fenómeno, no relacionado con la dialéctica entre Igualdad y Libertad, sino relacionada con el tema de Seguridad. El resultado todavía esta vigente, es el apoyo incondicional de las mayorías a Uribe. Creo que en cuatro años no va a cambiar mucho esta apreciación colectiva, sobre todo si la inseguridad sigue latente. Y no solo la seguridad rural, sino tmbién la urbna. Por ejemplo los discursos de lso candidatos a la alcaldía de Bogotá se están centrando cada vez más en la exclusividad del tema de la seguridad.
    El tema de la seguridad le gana al de la discusión entre igualdad y libertad porque es más mediático y ceñido a la cotidianidad de la mayoría de electores. No discrimina por estrato o nivel educativo.
    Igual, ¿si tenemos un presidente populista de izquierda cambiarían tanto las cosas, siendo que ya tenemos uno populista de derecha?.
    Creo que un presidente como Evo Morales, tan temido por Carlos y Jaime, puede ser costoso al progreso económico, pero Uribe etá siendo costoso a la viabilidad económica a largo plazo del país. Son unas cosas por otras. Pero el común denominador es la falta de mesura y de argumentación de los líderes políticos actuales en latinoamérica. Su irrespeto a la ley y a los órdenes constitucionales y su talante de misioneros sociales. Interesante poder evidenciar en qué medida las actitudes políticas más frecuentes en la población electoral pueden leer objetivamente o no las circunstancias políticas. Porque el problema se presenta cuando estos políticos logran dar en el clavo de las insatisfacciones más irracionales de los electores.
    Para concluir, creo que la alarma sobre el advenimiento de peores gobernantes no debe ceñirse a la eterna dialéctica de derecha-izquierda, sino a las verdaderas causas estructurales del predominio de los líderes radicales, de los populistas, de los misioneros sociales. La diferencia de si son de derecha o izquierda solo tiene que ver es con qué sector histórico de la sociedad representan, pero no tiene que ver con las cuestiones de fondo, creo yo.

  • CarlosH
    8 agosto, 2007 at 4:48 am

    A mí lo que me sorprende es que el apoyo a las privatizaciones sea tan alto. Yo hubiera esperado que fuera más bajo dado que:

    1) Cada no se cuanto sale un montón de gente a la calle a protestar contra las privatizaciones, hablando de ellas como si sus perjuicios fueran obvios, como si fueran malas en sí mismas. He leido muchos panfletos en la calle contra las privatizaciones, pero muy pocos dicen las razones por las que supuestamente son «malas».

    2) Mi corta y joven memoria no me permite recordar a algún político o funcionario (mientras aún es funcionario) que defienda las privatizaciones en público como tal. Nunca hemos tenido la fortuna de tener un político que, por ejemplo, hable de privatizaciones como Thatcher lo hizo cuando se cogió confianza. Cuando se trata de defender una privatización en particular, nuestros funcionarios y políticos usan «eufemismos» y hablan como si se disculparan por lo que están haciendo.

    Tenemos por lo tanto una política que es continuamente atacada, pero nunca defendida «de frente». Dado lo anterior, si la mayoría de información que la gente recibe viene ya sea de los medios o de la calle, como podríamos esperar que apoyaran las privatizaciones?

  • RuizSKBO
    8 agosto, 2007 at 6:30 am

    hmmm…

    Pero a ver Alejandro, aca veo un problema con una de sus premisas. El populismo no es un fenómeno que se limita únicamente a movimientos de izquierda.

    El populismo puede también manifestarse en gobiernos con tendencia derechista, donde también se promete agarrar el sol a dos manos (Re: Álvaro Uribe con su promesa de alcanzar la paz por medio de la mano dura).

    Si bien Chavez ha pecado aberrantemente por populista, Uribe no se queda atrás.

    Para ilustrar esto, quiero citar a Cristina de la Torre en su ensayo «Alvaro Uribe, Neopopulista». http://www.revistanumero.com/44/uribe.htm

  • Shaun
    8 agosto, 2007 at 4:42 pm

    Colombia,podría decirse, esta blindada contra una posible capitalización de los «emulos de chavez». Y este blindaje, que muy bien ha sabido crear y mantener el gobierno Uribe, es lo que ha «salvado» a Colombia de que la izquierda llegue al poder. Este blindaje(que por cierto no se le puede negar su genialidad) consiste en la creación y mantenimiento, con la utilización de la figura de las FARC, de un estado fanático, ignorante y crédulo en el que prevalece el miedo, el odio, la adulación y una continua sensación orgiástico de triunfo. En otras palabras, ha logrado moldear una mentalidad típica de la guerra. Mentalidad que si la logra perpetuar, evitara que la izquierda en Colombia le sea esquivo para siempre el poder.

  • julio
    8 agosto, 2007 at 5:51 pm

    Me gustaria saber… si los «Ilustres» que hablan mal de la politica socialista de la hermana republica de Venezuela por lo menos han vivido en ese pais??? con respecto a las privatizaciones leanse este interesantimo articulo que saco de la «Revista el Turbion». http://elturbion.modep.org/drupal/?q=node/139 e insisto, peuede haber democracia en un pais que es dueño de unas familias??? donde obligan a las personas a votar?? donde los ladrones estan en el gobierno?? donde se mueren los niños de hambre?? donde el estado no brinda educacion???

  • Alexander Tamayo
    8 agosto, 2007 at 6:15 pm

    ruizskbo

    Como ya lo había notado en algunos posts anteriores. Al igual que ud creo que el discurso de Uribe encanta las masas, encanta al país. Uribe tiene el discurso regionalista, el discurso, encantador, el discurso, popular. Uribe dice lo que el pueblo quiere escuhcar y en ocaciones acomete acciones políticas en pro de los beneficios ya conocidos del tan nombrado populismo. Sin embargo, creo que debemos diferenciar entre la Política Social de los gobiernos reaccionarios y oligárquicos y la Política Social de los gobiernos populares.

    A mi modo de ver, el gobierno de Uribe es más un gobierno reaccionario. Es un gobierno estadista que como decían los abuelos no da puntada sin dedal. Es un gobierno que no se compromete con políticas demasiado dadivosas como lo haría un gobierno popular, es un gobierno que no ofrece más de lo que le conviene, es un gobierno que tiene muy claro hasta donde llegar. Sin embargo, tiene la capacidad de dar, de ofrecer y hacer política social de tal modo que el dominado quede conforme y el dominador también.

    En últimas el gobierno de Uribe acomete acciones sociales que garanticen el trabajo en pro del capitalismo.

  • Carlos
    8 agosto, 2007 at 10:39 pm

    Alejandro: pero si las encuestas preguntarán el apoyo a la democracia y el rechazo a Chavez, los resultados serían distintos.

    Gracias a la mala prensa (por ejemplo, innumerables columnas de Daniel Samper Pizano y otros patricios) las privatizaciones son unicamente sinónimo de corrupción y ayudas a ricos. La economía de mercado es unicamente sinonimo de multinacionales codiciosas e inhumanas, monopolios, «fallas de mercado»,entre otros despropositos.

    Me sorprende que los resultados no sean peores con toda la bateria de ataques que diariamente recibe la libertad económica en nuestro pais, de parte de personas que se hacen llamar «liberales» y «democratas» pero que solo creen en una economía dirigida y manejada de forma autoritaria.

    Saludos,
    Carlos

  • Anónimo
    8 agosto, 2007 at 11:29 pm

    Las «fallas de mercado» son despropósitos? A qué religión fundamentalista pertenecer Carlos? (pregunta retórica)

  • Pascual Gaviria
    9 agosto, 2007 at 12:32 am

    Lo único es que no veo claro cual podría ser nuestro «lunático»:¿el socialista -«profesor de sociales»-de Sandoná? No creo que le dé la caminancia; la negra Piedad, no logra ser alcaldesa de Quibdó; Petro, así peleé de frente con Raúl Reyes no alcanza a bajar los odios y suspicacias que despierta; los Garzones han demostrado ser «terrícolas» bien centrados, Carlos Gaviria, tendría inconvenientes de bagaje liberal, líos de objeción de conciencia para ser un déspota, incluso lo he oído hablar mal de Petro, diciendo que es el anfitrión de Chávez en Bogotá, el verdadero chavista del Polo. ¿Quién queda para liderar el cataclismo? Creo que la gente en las encuestas vota por las ideas contra la privatización y por la izquierda como antidoto a las gulas del libre mercado, pero en el tarjetón se necesita una figura confiable para liderar la vuelta, es decir, la revuelta.

  • Maldoror
    9 agosto, 2007 at 12:41 am

    Gracias a la mala prensa (por ejemplo, innumerables columnas de Daniel Samper Pizano y otros patricios) las privatizaciones son unicamente sinónimo de corrupción y ayudas a ricos.

    ¿No será porque en buena medida las privatizaciones, especialmente en la forma en que se han hecho en latinoamerica, son en efecto «ayuda a los ricos» y focos de corrupción? ¿O es tan difícil pensar que eso pueda tener muchooo de verdad?

  • Jaime Ruiz
    9 agosto, 2007 at 2:38 am

    Ojo a esto:

    ¿No será porque en buena medida las privatizaciones, especialmente en la forma en que se han hecho en latinoamerica, son en efecto «ayuda a los ricos» y focos de corrupción? ¿O es tan difícil pensar que eso pueda tener muchooo de verdad?

    No, no es por eso, ciertamente. La escasa experiencia colombiana en privatizaciones no es tan atroz como la describe Sergio. Los colegios en concesión funcionaban y alguna carretera en la costa mejoró mucho. Incluso un monopolio como Transmilenio es menos fuente de desfalcos continuos y continuados que las empresas públicas.

    Vamos a dar por cierta la suposición de Sergio. En tal caso el rechazo a las privatizaciones sería más alto entre la gente más informada. Sencillamente a la gente fecodizable le dicen que el gobierno la va a robar y como eso es tan previsible (es lo que harían todos) inmediatamente sale en defensa de ese patrimonio que no sabía que tenía.

    Bueno, los amables garzones son el que financia la campaña por el intercambio humanitario y el que propone la constituyente de paz. El liberal Carlos Gaviria propone la economía planificada, algo que a Chávez jamás se le ha ocurrido. Petro también es más estatista que Chávez… Pero ninguno de ellos ganaría elecciones. La opción de la izquierda democrática es la candidata de la paz, la colombiana que llegó a ser francesa, o algún sucedáneo de Ernesto Samper que le podría proveer el PL (es forzoso el bipartidismo).

    No importa quién es el líder ni cuál es su estilo ni su estrato, sino que en Colombia el castrismo es muy poderoso porque despierta simpatías entre las clases pderosas.

  • charlie
    9 agosto, 2007 at 2:48 am

    Las quintas columnas de Chávez en Colombia no son los dirigentes del Polo. Son los empresarios y los comerciantes colombianos, que, con tal de no perder los negocios con Venezuela, no encuentran inconveniente en arrodillarse. Y en hacer arrodillar a Uribe cuando sea necesario. Como ya ha sucedido.
    Razón tenia Bolívar cuando dijo que los neogranadinos pensaban con el estómago.

  • Maldoror
    9 agosto, 2007 at 2:52 am

    Jaime:

    Me parece gracioso lo que ud menciona de Transmilenio, en particular en virtud de los ultimo aumentos de tarifa y del servicio tan deficiente en virtud de lo que cobran y el monpolio que tienen (y aunque no tiene nada que ver con la empresa de transmilenio, el escandalo de las lozas…). Peor cuando ud asume que es la gente «informada» la que sería mas susceptible a rechazar las privatizaciones (como si la gente que no tiene acceso a la educación superiir no pudiera darse cuenta por si misma de loas falencias de las políticas de privatización, como si no les tocara). Otro ejemplo lamentable de privatización es la seguridad social, en especial la salud. Para haber vivido en carne propia los abusos del sistema no se necesita ningún título, mientras las empresas se llenan los bolsillos no sólo gracias al dinero que la gente tiene que pagarles por ley, sino con los fondos del estado (el FOSIGA).

    En últimas los peores enemigos de las ideas de mercado son los apologetas de las ideas de mercado. Porque han confundido defender las ideas de mercado con defender a los ricos y a las clases privilegiadas, no importa que. Eso cuando ellos mismos no son unos parásitos como los que dicen denunciar (o se nos olvida a Plinio Apuleyo, que ha vivido de la teta estatal por años en el servicio consular)

  • Carlos
    9 agosto, 2007 at 12:54 pm

    Las privatizaciones efectivamente han dado a muchos actos de corrupción donde los mismos políticos se han enriquecido o empresarios vivos han aprovechado el papayazo. Pero la corrupción en las privatizaciones (pasar algo de la propiedad del Estado a miembros de la sociedad civil) es culpa de los funcionarios y políticos que las venden, es decir de sus verdaderos dueños. Pero los colectivistas de izquierda solo les interesa desprestigiar las privatizaciones como algo corrupto per se.

    Saludos,
    Carlos

  • Apelaez
    9 agosto, 2007 at 1:57 pm

    Maldoror. Las privatizaciones han sido en muchos casos fuente de corrupción y beneficio para «los ricos». En otros casos,han terminado con monopolios estatales ineficientes y corruptos.

    Usted habla de Trasmilenio como un sistema malo porque es un monopolio (seria mejor un oligopolio). Los operadores son varias familias de transportadores tradicionales y otros grupos de inversionistas. El sistema sin duda les genera ganancias, pero funciona bastante mejor que el servicio público colectivo, o no?

    Cual seria su alternativa, que TM fuera un ente público completamente? Que los operadores privados ganaran menos? Que los operadores fueran mas diversos?

  • Anónimo
    9 agosto, 2007 at 4:25 pm

    «Pero los colectivistas de izquierda solo les interesa desprestigiar las privatizaciones como algo corrupto per se.»

    No de manera muy distinta a como los libertarios pro-mercado estilo Carlitos sólo les interesa ensalzarlas como algo favorable per se (corrupto circunstancialmente, pero no -nunca- en esencia).

    Ambos cometen el mismo error, en últimas.

  • Jaime Ruiz
    9 agosto, 2007 at 9:55 pm

    Sergio, no: en términos generales, según el estudio, la gente de mayores ingresos (es decir, el tercio de mayores ingresos, pues ahí ya entran muchos que no se ganan más de tres salarios mínimos y no necesariamente gente rica) es el que más confía en las privatizaciones. Y ciertamente éstas ni son la panacea ni se han hecho bien en Latinoamérica. Es verdad que han sido ocasión para robar, no lo es que sin privatizaciones las empresas públicas hubieran ido mejor. Y tampoco que el rechazo provenga de esas malas experiencias (como dice usted antes), sino que proviene de la presión religioso-ideológica.

    El tema del post de Alejandro es el rechazo del capitalismo, y me resulta muy claro que ese rechazo lleva en sí la aceptación de un orden anterior, sea desde el punto de vista de los prebendistas, sea desde el de los sometidos, que no ven otra opción de prosperar que la «redistribución» (que les daría un gobierno generoso y amigo, y que ciertamente les da a los que lo defienden: de ahí surge la vocación política). Y que ante la idea del capitalismo sienten que les tocará todo el trabajo duro y poco beneficio (todo el comunismo se mantuvo con base en eso, en que en realidad la mayor improductividad era tolerable porque el esfuerzo productivo generaba competencia y jerarquías distintas a las ya establecidas en el plano político-funcionarial).

    En realidad esas mayorías son las interesadas en el crecimiento capitalista porque los sueldos aumentan y los puestos son estables sólo cuando aumenta la oferta de empleo, y porque el empresariado saldrá de gente de estratos bajos y no de la clase intelectual, que está dichosa en su sopor rumbero viendo cómo gana puntos para figurar cerca del panteón de próceres de la cultura nacional, científica y de masas.

    Ese forcejeo es el del aislamiento. Quien ha vivido cerca de la gente pobre en Colombia y en Europa sabe que el esfuerzo y aun el mérito de los colombianos es mucho mayor pero todas sus oportunidades de prosperar están coartadas por el peaje (o la canal) «bequista» y pedagógico y proveedor de viajes y suntuosidades a William Ospina y toda la pléyade de chavistas farianos. Es decir, la mayoría de la gente humilde irá aceptando el capitalismo en la medida en que Colombia vaya dejando de ser el Tíbet sudamericano y la gente deje de creer que el orden colonial es inamovible y no el resultado de la falta de higiene.

    Es verdad que los valores de libre mercado son para mucha gente los de la gente rica. Por ejemplo, la mayoría de los titulados universitarios asalariados en Colombia pagan impuestos excesivamente bajos para cualquier «estándar» internacional. Quien crea que ser liberal es aliviar de impuestos a privilegiados sociales está muy equivocado. La idea de reducir la desigualdad y al mismo tiempo la pobreza a través de la economía de libre mercado tiene que pasar por la adaptación a los estándares del Occidente. Es decir, es algo extremadamente fácil de definir: consiste en dejar de cobrar impuestos sólo por trabajar o por dar empleo y en últimas por no tener palancas para obtener una amena sinecura.

    Pero eso es romper con la identidad colombiana. Y puede que antes toquen unas décadas de castrismo y derramamiento de sangre. Ni en el artículo de Montaner ni en el estudio que cita Alejandro se tiene en cuenta la presión de la dirigencia social e intelectual a favor del castrismo-chavismo (empezando por la solución negociada y el canje humanitario). Parece como si los que alientan el asesinato de los pobres realmente fueran sus intérpretes. Y la verdad es que si en Colombia triunfa el chavismo no será tanto por receptividad de las mayorías a la demagogia cuanto por la presión de los núcleos de poder organizados (que al parecer sólo existen en mi imaginación).

  • Carlos
    9 agosto, 2007 at 10:34 pm

    Las privatizaciones no son algo favorable per se. Pueden ser incluso peores si se crean monopolios privados. Lo que es bueno es la reducción de recursos, de funciones, de responsabilidades, del poder del Estado(el monopolio de la fuerza y/o ultima autoridad sobre un territorio dado) y la desaparición de los monopolios(que no consiste en tener una gran cuota de mercado sino en la existencia de prohibiciones de competir en un mercado determinado para empresas distintas a la que tiene el monopolio). El porque creo que es bueno que sucedan esas dos cosas ya lo he explicado muchas veces y ha corrido mucha tinta sobre este tema(para evidencia empirica sobre el efecto negativo del crecimiento del Estado sobre el crecimiento de la economía ver aquí).

    Por otro lado, las empresas privadas tienden a ser mejores para producir bienes y servicios. Existen empresas publicas bien manejadas que si son productivas. Pero son la excepción y no la regla. Si no lo fueran, la URSS y los paises del Este todavía existirían. Y China no hubiera abandonado el Maoismo.

    Saludos,
    Carlos

  • Anónimo
    10 agosto, 2007 at 1:57 am

    Para salvarnos de los pronósticos de Montaner tenemos que hacer tres cosas:
    1- Resignarnos a la presidencia vitalicia de Uribe.
    2- Reactivar a los paras.
    3- Salir del clóset, o sea, admitir, de una vez por todas, que toda la liquidez de la economía, de la nuestra y de la de los países latinoamericanos
    ( incluida Venezuela), proviene de la droga. De la que somos los principales productores y distribuidores en el mundo. Que somos, por lo tanto, los requisimos dueños de una multinacional gigantesca que nos permite competir, de igual a igual, con el señor Chávez. Para lo cual necesitaríamos una especie de Pedevesa del negocio.

    Hasta que nos invadan los gringos.

  • Anónimo
    10 agosto, 2007 at 5:35 am

    Hey Pascual,

    Al «»profesor de sociales»-de Sandoná?», le tienen un hijo secuestrado hace muchos años, eso no da un toque de inmunidad por lo menos en estos foros?

    Y ademas el hombre entiendo que se camino toda Colombia. Lo que pasa es que a Alvaro Uribe de frente en Colombia todo el mundo se le atortola, o sino preguntele a Alejandro Gaviria.

    Entre otras cosas porque todos se le asustan a Alvaro Uribe cuando lo tienen de frente, porque griton si es, pero de todas formas el man es chiquitico, es hasta ridiculo, tiene aspecto de abuelita, pero aun asi todos se asustan. yo si le pido a mi Dios que si me lo encuentro no se me note el miedo.

  • la colombia que no claudica
    10 agosto, 2007 at 3:18 pm

    Colombia no es tierra para socialismos, no han podido las farc en 50 años con licencia para matar. No han podido los licenciosos en 50 años con dos ejercito. El Colombiano promedio (El de todos los quintiles, o terciles )no reconoce como fuerza fundadora de la sociedad sino el trabajo honrado y la emulación democrática (absurdos moralistas, dirían algunos.)Así que esos paraísos colectivos solo generan desconfianza, agradables conversaciones y muchas risas.
    Es obvio que después de atravesarles el macho en la democrática construcción de su anticolombianeidad los colectivistas de todos los pelambres, vean en Alvaro Uribe al HP mas grande de la historia. Pero al tenerlo el pueblo identificado como su mas genuina encarnación, bastara un guiño suyo para la sucesión, así sea un santico, un Varguitas un Peñalosita o un uribito.

  • Lanark
    10 agosto, 2007 at 4:48 pm

    Colombia es PAISON: Yo creo que después de «atravesarles el macho en la democrática construcción de su anticolombianeidad», esta encarnación de todos los quintiles y terciles, se sentó plácidamente en su oficina a esperar la interminable fila de acreedores que le habían prestado pedacitos del macho para atravesar. Aunque a algunos, por el momento, se les ha complicado el pago por su machito. Y aparentemente algunos quintiles y terciles echan más de menos la repartición de panes y peces que la de impunidad y puestos diplomáticos.

    Me pregunto si en su conmovedora inocencia se da cuenta de que con cada frase está contradiciendo algo que dice Jaime Ruiz.

  • la colombia que no claudica
    10 agosto, 2007 at 8:27 pm

    Estimado Lafark:
    Saludo tu meritorio nuevo oficio de guardian de la doctrina de nuestro gran amigo Jaime Ruiz, espero que allí puedas refinar tu socialismo quántico. Ahh y como te decia adelante, sienpre adelante. Claro, no faltaba más que el «macho y los machitos» son paramilitares, no lo dudes, todo lo que se opoonga al florecimiento de la civilizacion cientifica del socialismo en esta tierra, es y será Paramilitarismo.
    Un Abrazo fariano.

  • Anónimo
    10 agosto, 2007 at 11:07 pm

    BRABONEL.

    Ese tipo de encuestas, como la que utiliza Alejandro Gaviria para decir que Colombia puede caer en las garras populistas de Izquierda Extrema, no son tan confiables por que pueden estar sujetas a la manera como se formulan las preguntas. Por ejemplo, digamos que yo soy una persona casi nada informada sobre muchos asuntos económicos y se me acerca una chica a preguntarme que opino sobre las multinacionales, seguramente mi respuesta será vaga, para conocer alguna opinión solidad la entrevistadora me tendrá que ayudar. Según como valla la ayuda así será la respuesta ¿Usted esta de acuerdo con inversiones de multinacionales que vengan a explotar al trabajador Colombiano? La repuesta seria no, ahora, si la pregunta va en otra dirección como: esta de acuerdo que inversores vengan a general empleos y ayudar a bajar la miseria por medio de sueldos cada vez mejor remunerados, la repuesta será si.
    Igual sucedería con las otras preguntas sobre el tema.
    Yo no creo que Colombia sea un País anticapitalista anti mercado etcétera, o sea lo que se refiere al Colombiano de a pie, a pesar de la tinta que se riega acusándolo de todos los desastres. Mientras en otras latitudes se hicieron ciertas reformas liberales (a medias y luego por razones diferentes vinieron desastres, que por cierto, sino hubiera sido por esas reformas a medias los desastres hubieran sido peores) en Colombia el desastre fue fácilmente atribuido al auge guerrillero, por que lo fue, en las salidas de capital y gente calificada y eso llevo a que el País no hubiera aprovechado mediadamente la semi apertura que tuvo lugar en los noventas, ya que Colombia fue el único País de las Américas (sacando a los EEUU y el Canadá) que no recurrió a la apertura y reformas liberales por que su economía se encontraba en bancarrota. En esos tiempos la economía Colombia era solidad y hubiera aprovechado la apertura sino hubiera sido por la arremetida terrorista, eso, lo saben la mayoría de Colombianos por que lo vivieron en carne propia (eso no se los contaron) por que vieron como el País se rompía en mil pedazos cada vez que el narcotráfico y las guerrillas ganaban terreno.

  • Maldoror
    11 agosto, 2007 at 4:46 am

    Apelaez:

    Si, transmilenio funciona bastante mejor que el servicio de buses tradicional. Pero, como ud bien lo dijo, los beneficiarios son los mismos, con la complicidad estatal, de nuevo (es interesante notar que tanto Transmilenio como el sistema de buses tradicionales son sistemas operados por el sector privado). Pero realmente funcionar mejor que el sistema de buses tradicional no es un estándar muy alto que digamos (¿o ud cree que sí?). Ud me pregunta por otro lado, que haría que funcionara mejor. La verdad no creo que Transmilenio pueda hacer cambios substanciales para ofrecer un mejor servicio. Podría aumentar la frecuencia de sus buses, ofrecer una mejor señalización en las estaciones, más mapas e información, y debería hacerlo, pero en últimas el problema de Transmilenio es que tiene una capacidad limitada, en especial para una ciudad del tamaño de Bogotá.

    Eso no quiere decir que tengamos que desacernos de Transmilenio. Pero quizás si deberíamos repensar la naturaleza del negocio: quizás los operadores de Transmilenio deberían considerar poner un poco más de su dinero y depender menos de los subsidios y la colaboración estatal y del distrito, que es el que hasta ahora pone la mayoría de la plata para que ellos se llenen los bolsillos. Al menos es lo menos que uno puede pedirle a una empresa capitalista, que financie su propia empresa y no lo haga con dineros públicos. Por otro lado ya que igual disfrutan y continuaran disfrutando de un oligopolio, quizás deberían ofrecer más opciones a sus usuarios: ¿que tal tiquetes con descuentos para estudiantes, ancianos o tiquetes con descuentos con duración de un mes o de varios viajes, como ocurre en la mayoría de los paises con sistemas de transporte masivo? Transmilenio no tiene nada de eso. Estamos hablando de una empresa tan chichipata, que quería cobrarle a los policías la entrada por brindarle seguridad al sistema.

    En último lugar habría que decir que la otra cosa que uno quisiera ver es un compromiso más serio de los defensores de Transmilenio a buscar OTRAS alternativas de transporte para la ciudad que complementen a Transmilenio, y no me refiero a esas mal hechas y estrechas ciclorrutas de las que Peñalosa se enorgullece como si fueran una genialidad suya. Pero eso implicaría poner en cintura a los dueños de las empresas transportadoras, que contrario a la propaganda, no representan el «viejo sistema» en contraposición al «moderno transmilenio», pues al fin y al cabo ellos son socios muy importantes de la ultima empresa también.

  • Maldoror
    11 agosto, 2007 at 4:49 am

    Ah si Apalaez…seguramente la expresión «a los ricos» es bastante vaga. Asi que podríamos reformular la cuestión de los «liberales» latinoamericanos: no es que defiendan a «los ricos», es que han confundido la defensa de la sociedad de mercado con la defensa de la plutocracia reinante.

  • Jaime Ruiz
    11 agosto, 2007 at 9:37 am

    Yo creo que hasta cierto punto lo expuesto por Brabonel tiende a ser wishful thinking y válido como matización y no como refutación de los temores de Montaner. No porque no sea cierto sino porque coexiste con algo más poderoso que es el sistema de creencias tradicional. Si a alguien le preguntan «quiere que vengan las multinacionales a explotar a los obreros» y responde que no, es porque ya está imbuido de los valores de la tradición.

    Para poner un ejemplo típico, los enemigos de la maquila se sentirían deicidas o renovadores de una audacia increíble de no ser porque todo el mundo ve en el trabajo en esas empresas una forma de opresión y no una oportunidad: les ocurre a todos los que no tienen que escoger entre la maquila y la miseria y que secretamente sienten un halago muy grande cada vez que piensan en los niños hambrientos.

    Se puede plantear que se pregunta al pobre si prefiere ganarse 200 dólares al mes en la maquila o 10 dólares al mes en la zafra cubana y la respuesta sería obvia, pero envuelta la pregunta en la defensa de la dignidad contra los aborrecibles gringos la propuesta es más tentadora. Y no porque no se sepa que el precio son los sueldos de diez dólares al mes, sino porque eso es pagable por el que aspira a vivir con servicio y que cree que le irá bien porque su cultura le asegura una buena posición en un orden estable como el cubano. La misma inhumanidad con que se prefiere la dignidad de los burócratas cubanos ante el alimento o la libertad de oír la radio de los negros y mulatos deja ver el fondo racista y esclavista de la mentalidad tradicional colombiana.

    En fin, se puede pensar que el enemigo del capitalismo corre detrás del entrevistador mientras que el que sólo piensa en vivir un poco mejor lo rehúye, pero eso mismo pasa con las urnas y las manifestaciones, y lo que se ha demostrado en las últimas décadas en Colombia es que la vociferación acompañada de lanzamiento de guijarros contra los lacayos del imperialismo es el oficio más rentable y honroso.

    En alguna parte leí que la gente no apoyaría a un candidato de la izquierda porque la seguridad es la prioridad. Pero eso es entender muy mal las cosas. En rigor, elegirían al candidato amigo de las FARC porque la seguridad es la prioridad, no otra cosa representa por ejemplo el triunfo de Zapatero gracias al cambio de opinión de una parte del electorado después de las bombas del 11-M. La seguridad ante el terrorista que puede poner bombas es entenderse con él, es casi seguro que antes de las elecciones de 2010 el PDA encargará una campaña pedagógica que convenza a la gente de eso (ya unos asesinatos en Transmilenio en 2006 el día que hablaba Carlos Gaviria por televisión desplegando su propuesta de paz son un ejemplo excelente).

    Sergio me preguntaba qué era lo que se le podía criticar a Uribe, y es casi cómico que después diga que se confunden los valores liberales con la defensa de la plutocracia reinante. Eso es lo que se le puede criticar a Uribe, demorar la negociación del TLC en aras de defender los intereses de la plutocracia reinante (claro que a Sergio el TLC le parece funesto porque nos venden demasiado barato), y por lo mismo no apresurarse a desarrollar políticas de apoyo a la creación de empresas (congelación en lo posible del salario mínimo, supresión de la parafiscalidad, solución efectiva de los trámites creando una agencia especializada…) porque precisamente eso le plantearía competencia a la plutocracia reinante y generaría oposición entre la «plutocracia media» (la parte de usufructuarios del clientelismo armado de la izquierda democrática, que encontrarían pretextos para reagruparse y encontrar aliados ante medidas audaces).

    Los ingresos reales de la mayoría de la gente habrían mejorado mucho con esas políticas, pero entre los colombianos no hay una conciencia clara de su necesidad. En realidad, se vuelve ante lo mismo de Montaner en una especie de círculo vicioso. En cierto momento se prefiere a Uribe a las FARC por determinación mayoritaria, pero por ese mismo consenso las políticas de Uribe no son efectivamente liberales ni permiten una mejora drástica de los ingresos de las mayorías. Y ese mismo consenso puede llevar a los votantes de Uribe a una frustración que permitirá ascender al candidato de la oligarquía (es decir, de los dueños de los medios, es decir, de los columnistas contratadados por los dueños de los medios e inclinados a halagar a la parte de la sociedad rica por arraigo y temerosa de un mundo de competencia).

  • Alejandro Gaviria
    11 agosto, 2007 at 1:08 pm

    El último post de Jaime me recordó un artículo de Paul Krugman sobre las maquilas.

  • Anónimo
    11 agosto, 2007 at 2:39 pm

    La mente del señor Ruiz es tan repugnante como el icono de sus entradas.

  • Lanark
    11 agosto, 2007 at 4:57 pm

    Hoy murió Tony Wilson, gestor de la escena rockera de Manchester (New Order, Happy Mondays, Joy Division, James, etc.) después de unos meses en una campaña por la administración gratuita de medicamentos para pacientes con cáncer (él, uno de los que no podía pagarlos)

    Una de sus últimas declaraciones fue:
    «I used to say some people make money and some make history – which is very funny until you find you can’t afford to keep yourself alive.»

    Wilson sentó algunas de las bases para el fenómeno avasallador del brit pop de los 90s, pero no se hizo rico con ello, y finalmente no haberse hecho rico le costó la vida.

    El sistema de salud británico NHS es bastante benigno, especialmente comparado con el colombiano (acá que se cerrara un hospital publico podría costarle su puesto al primer ministro). Sin embargo, todo termina siendo cuestión de cuánto quieren cobrar las farmacéuticas por los medicamentos.

  • Lanark
    11 agosto, 2007 at 5:06 pm

    El anterior comentario lo traje a cuento porque el sistema de salud privado bien puede ser la razón de la mala imagen que tienen los colombianos de la privatización. En los «paseos de la muerte» muchos no vieron casos aislados de errores administrativos, o algo así, sino muestras de un sistema mezquino y despiadado.

  • Maldoror
    11 agosto, 2007 at 5:46 pm

    Afortunadamente existen refutaciones al argumento miserable para defender las maquilas estilo JR o Paul Krugman. En síntesis, decir que trabajar en una maquila es «la mejor alternativa posible» no es muy distinto a afirmar que alguien que está siendo atracado tiene como mejor alternativa entregar su billetera al ladrón…

  • Anónimo
    11 agosto, 2007 at 6:17 pm

    BRABONEL.

    Jaime, yo creo que no se puede subestimar el poder de la manipulación, de la misma forma que la mentalidad tradicional, todo no puede ser calificado como cuestión de deseos. Comparto con Usted que una de las principales cosas que nos tiene jodidos es el orgullo castizo igual que el limbo en que viven muchos de los herederos de ese orgullo, un ejemplo es Antonio Caballero. Alguien describía a Antonio Caballero como un personaje que nunca se acomodo a su clase social ni a su rango jerárquico, pero eso no es cierto, Caballero a lo que no se acostumbro y a lo que no se acostumbra es a que ese rango no signifique nada en el Mundo civilizado. Se puede decir que Antonio Caballero vive en medio del odio por ser lo que es y en donde lo es. Un poco confuso.

    Lo que no puede compartir con Usted es que cada colombiano nace con la marca de la mentalidad tradicional, como una especie de los de los tres seis imborrables. Si así fuera la mentalidad tradicional no hubiera necesitado apoderarse de los colegios públicos por medio de FECODE y adoctrinar a los niños desde pequeños, ni tampoco de la prensa y etcétera. Hay que hacer un poco de historia para ver que la toma de Cuba por parte de los Comunistas, no se le puede atribuir solo a la mentalidad heredera de la colonia. Entonces Fidel Castro no hubiera necesitado de la manipulación para encerrar a Cuba y perpetuarse en el poder. El cuento de Patria Socialismo o Muerte se debió a que Cuba necesitaba al Socialismo para defenderse de la muerte que traerían los gringos, es decir, sin la ayuda de la Unión Soviética, Cuba solo encontraría la muerte.

    Lo increíble es que Álvaro Uribe piensa igual que Usted Jaime. Uribe Gobierna no luchando en contra de esa mentalidad sino adaptándose a ella y sorprende aun más que Usted critique las triangulaciones de Uribe ¡Es que eliminar la parafiscalida también podría ser entendido como dejar en libertad a los Empresarios para que exploten a los obreros ¿al empresariado mandarse la mano al bolsillo no esta demostrando que le importa el obrero? Igual que eliminar mas trabas a la creación de riqueza se podría leer como abrir el camino a los vampiros capitalistas para que tomen los cuellos de los pobres obreros! Ante todo, antes que la mentalidad tradicional yo creo en una guerra de manipulaciones. Que ellos lleven la delantera es otra cosa.

  • Maldoror
    11 agosto, 2007 at 6:50 pm

    Ah…y otro argumento (libertario) contra las maquilas….

  • Jaime Ruiz
    11 agosto, 2007 at 8:33 pm

    Alejandro, gracias por el enlace de Paul Krugman. Espero que la metáfora de la persona que es víctima de un atraco les sirva a todos para entender las dificultades de la discusión con Sergio. De hecho, el desarrollo industrial chino de las últimas tres décadas se puede considerar como la hiper-maquila. Y no faltará el que se congratule de que los africanos se hayan salvado de esa opresión. ¡Para que tantos chinos terminen comiendo tres veces al día, como si no fuera un derecho!

    Brabonel: las políticas del gobierno respecto a la generación de empleo y a la creación de empresas tienen que ver con la afinidad entre el presidente y los gremios y demás beneficiarios típicos del sistema proteccionista-mercantilista, no a que considere inmodificable la mentalidad. Basta con leer las respuestas del ministro y de la directora de Planeación sobre la parafiscalidad para ver lo lejos que están de cualquier concepción liberal.

    Lo que le pasa a Uribe es que quiere complacer a todo el mundo y así mantiene su alta popularidad. Con políticas favorables al desarrollo empresarial se habría buscado más enemigos pero habría sentado las bases de un desarrollo más vigoroso.

    Hoy sale León Valencia anunciando como todas las semanas el declive del gobierno (creo que las columnas las escribe Pedro Medellín). Uno de los puntos que menciona es la condición de políticos de partidos tradicionales de los principales ministros. Liderando un movimiento cívico reformador y afín a valores liberales o un partido propio con esas ideas el segundo período de Uribe sería otra cosa. O aun sin reelección, un gobierno afín dirigido por otra persona.

    Pero Uribe es un político tradicional y sus concepciones tienen sus límites. Pero a fin de cuentas la elección de la sociedad es lo que cuenta, y yo no soy tan optimista. En el referendo de 2003 se me acabó el optimismo, al día siguiente salía elegido con ventaja el Cantinflas semi-oligarca en Bogotá.

  • Maldoror
    12 agosto, 2007 at 5:31 am

    Jaime:

    De hecho la metafora del atraco no es mía, sino de Kevin Carson. Y obviamente como ud no se molestó en leer el primer enlace que puse (de Carson) – y apuesto a que tampoco el segundo- no entiende en lo mas minímo de que estoy hablando. Pero para resumírselo: la razón por las que las maquilas pueden pagar sueldos bajos en piases del tercer mundo es precisamente porque se aprovechan de piases con gobiernos despóticos que han creado las condiciones para tener una mano de obra barata, cuando es que no han forzado directamente a largas masas de campesinos a emigrar del campo a la ciudad para que vendan su fuerza de trabajo por lo que sea (de ahí que «la mejor opción sea trabajar en la maquila», en muchos paises en los que los trabajadores tienen muy limitada su capacidad de asociación). Ud señala que China es una hiper maquila: razón no le falta…al fin y al cabo es el modelo de gobierno ideal para eso: totalitario y sin libertades ni garantías para los trabajadores (todo un sueño para ud, no lo dudo). Lo cual dice más de su persona que de la mía, en últimas…

  • Jaime Ruiz
    12 agosto, 2007 at 4:24 pm

    Sergio: si abrí los dos enlaces aunque no leí los textos completos. Ese cuento de Kevin Carson es el colmo del creacionismo, da risa que alguien se burle de los que creen en la teoría del diseño artificial y después proclamen la pobreza generada artificialmente y el iusnaturalismo laboral. ¡Madre de Dios, la ciencia ficción del futuro no tratará de las máquinas increíbles que sea posible inventarse sino de los disparates que se pueden escribir!

    La historia de la China reciente no tiene tanto que ver con el dominio del Partido Comunista cuanto con el liberalismo económico impuesto por Deng y sus sucesores. No hubo ningún mal gestor que creara la pobreza en China como no fuera hace varios siglos, y la gente ha emigrado a las ciudades en todo el mundo porque es en ellas donde se presentan las oportunidades, muy rara vez porque las condiciones del campo hubieran empeorado tanto.

    Es muy difícil entender desde dentro de la vida colombiana lo disparatado de todo ese creacionismo (unánime en Colombia, especialmente en el mundo clerical, o universitario, que siempre hay muchos nombres para todo).

    Y bueno, esa historia china es la del mayor milagro económico de la historia, el salto en una generación del hambre a la clase media de cientos de millones de personas. Con un orden político liberal probablemente habría ocurrido antes, pero ese orden es un invento (como la propiedad o como cualquier otra institución) que tarda mucho en arraigar en culturas extrañas, no un fruto que nos dejó el buen Dios para que disfrutáramos de él (y que al parecer perdimos por culpa del pecado nada original de trabajar).

    Y ciertamente el entusiasmo ante ese estallido de la prosperidad retrata perfectamente a mi persona: alguien que conoce el hambre y que automáticamente se pone en el lugar de los hambrientos. Pero ya dejaron sentado Nietzsche y Borges que sólo se pueden comunicar experiencias compartidas.

  • Maldoror
    12 agosto, 2007 at 4:29 pm

    Jaime:

    La verdad no tengo ni idea que tenga que ver Kevin Carson y el creacionismo científico. El no escribe sobre esos temas. Pero más allá de sus burlas sin fundamento, ¿que le hace creer que la pobreza en efecto no es creada en buena medida por la intervención de gobiernos autoritarios en contra de sus ciudadanos? No ví por ningún lado responder nada de lo que Carson o Hellmer argumentan, entre otras cosas con ejemplos históricos muy concretos. Cuando quiere responder a los argumentos que ellos formulan, nos avisa. Pero creo que eso es mucho esperar de ud.

  • Jaime Ruiz
    12 agosto, 2007 at 7:07 pm

    Bueno, Sergio, es simple: el hombre es una bestia que vivía en los árboles y carecía de cualquier bien. Suponer que hay una prosperidad natural es puro creacionismo, suponer que si una empresa le tiene que pagar 50 dólares al día a un obrero en un país rico y en lugar de eso le paga 3 dólares en un país pobre es porque previamente se empobreció a esos obreros es creacionismo, pues basta pensar en un siglo para darse cuenta de que en ningún país pobre los ingresos de la gente pobre llegaban a proveer lo que se compra hoy con dos dólares. Y ni en el país más rico habrían ganado diez dólares. Esa circunstancia de que un gobierno empobrezca a la gente a tal punto que la obligue a emigrar a las ciudades parte del supuesto de que la vida en el campo proveía más recursos, cosa que es bien disparatada.

    El creacionismo no se manifiesta en una interpretación del cosmos sino en racionalizaciones estúpidas como ésa. Sencillamente algunos países alcanzaron tal nivel de bienestar y los sueldos se hicieron tal altos que los trabajos más mecánicos se los encargaron a otros países. Si estos segundos países eran víctimas de gobiernos autoritarios (otro rasgo creacionista, parece que los gobiernos liberales de izquierda abundaran por todo el orbe antes de la conspiración de los banqueros y las multinacionales) sólo quiere decir que por eso estaban entre los atrasados, cosa bastante probable. Es decir, allí donde ha habido instituciones liberales es normal que el nivel de ingresos de la gente sea lo bastante alto para que a nadie le interese trabajar por pocos dólares al día.

    La verdad es que es difícil concebir algo más estúpido. ¿Para qué hay que hablar de otros países? También en cada país los gobernantes corruptos o autoritarios o lo que fuera habrían impedido el desarrollo de la gente de ciertos lugares, lo que los obligó a emigrar o a arar la tierra o a darle al martillo en las fábricas. Con regímenes liberales habrían superado eso y habrían dejado todo eso a los que trabajaran por menos. Por allá atrás antes de que la codicia y la perversidad de los empresarios condujeran a la invención de la explotación vivíamos en el comunismo liberal primitivo y todos eran prósperos y hábiles y las máquinas no necesitaban gente sufrida que las manejara y todos tenían sueldos justos.

  • Maldoror
    13 agosto, 2007 at 12:57 am

    Jaime:

    Ud simplemente no leyó el argumento ni de Carson ni de Hellmer. En ninguna parte sostienen una teoría semejante a la de que «hay prosperidad natural», ni que las maquilas en sí le «roben la riqueza a los obreros». El argumento de ambos es que las maquilas pueden cobrar salarios que son fundamentalmente una explotación del trabajo, porque aprovechan – y otras cosa que ud ignora, colaboran- con regímenes autoritarios que constriñen las libertades de sus ciudadanos y los obligan a vender su fuerza de trabajo a esas empresas. No es que «los obreros previamente se hubieran empobrecido», como ud torpemente quiere leer, es que los obreros nunca tuvieron la posibilidad de valerse de sus propios medios para crear su propia riqueza. Por lo demás, que ud se niegue a creer que los gobiernos puedan coercionar, empobrecer y arruinar a largos segmentos de la población, no es un argumento de ninguna clase…es simplemente su incredulidad, por lo demás bastante sospechosa considerando que ambos vínculos que puse tienen una larga cantidad de ejemplos en diversos países en que los gobiernos en efecto han cometido esos actos. Que ud se rehuse a leerlos a disputar si esos hechos en verdad existieron y las consecuencias de que hayan ocurrido, es su problema, no el mío.

    Reducirlo a una explicación simplista de «es que es una mera coincidencia que hubiera gobiernos autoritarios que permitieran el surgimiento de las maquilas», es ignorar la evidencia entre los lazos entre estas y esos mismos gobiernos. Pero bueno, es ud, no podía esperar que considerara los hechos.

  • Jaime Ruiz
    13 agosto, 2007 at 4:10 am

    No he dicho que fuera una coincidencia que hubiera gobiernos autoritarios, es que los gobiernos democráticos y liberales no son producto de la naturaleza, de modo que en todos los países los gobiernos son opresores antes de que surjan instituciones basadas en los derechos humanos. El atribuir a esos gobiernos programas perversos de empobrecimiento lleva dentro el supuesto de que hubiera (o pudiera haber) antes otros gobiernos que sí respetaran los derechos ciudadanos.

    Pero en el supuesto de que en un país pobre hubiera una democracia liberal que permitiera la actividad económica de todos, ese país sería el primero en desarrollar maquilas pues la provisión de recursos no es resultado directo de la democracia (a menudo es al revés). Puede que Hong Kong y Singapur no sean democracias ideales, pero sin duda son sociedades más abiertas que Paquistán o Filipinas (en tiempos de Marcos): ¿dónde se instalaron antes las maquilas?

    Todo el argumento es grotesco: ¿quién hacía el trabajo de las maquilas antes? ¿Qué trabajo es ése? Sencillamente la racionalidad matemática elemental que supone que el proveedor de algo intentará abaratar costes se reemplaza por un halagador humanismo «progre» que no cuesta nada ni resuelve nada y está basado en mentiras como el burdo iusnaturalismo que presupone sociedades libres y abiertas desfiguradas por regímenes aliados de las multinacionales.

  • Maldoror
    13 agosto, 2007 at 4:51 am

    Jaime:

    No, lo único grotesco es su poco interés en lidiar con los argumentos que se le están exponiendo en vez de lo que ud imagina que son. Primero, ud se rehusa a ver que en efecto -independientemente de lo que hubiera o no podido ser- las maquilas tienen la capacidad de conseguir mano de obra barata en paises del tercer mundo porque:

    1- Las masas que componen esa mano de obra usualmente son campesinos desplazados por la violencia y la arbitrariedad estatal a las ciudades.

    2- Porque existen regímenes que fuerzan directamente a los campesinos a trabajar en esas maquilas. Si, estoy hablando de una forma de esclavitud, y ahí están documentadas en los dos artículos que cité y que ud aún se rehusa a leer o que leyó pero quiere ignorar olímpicamnete.

    3- Porque en muchos de esos países los derechos políticos de asociación de los trabajadores (la posibilidad de crear sindicatos o buscar cualquier forma de unión para pelear por salarios más altos), están severamente restringidos por los estado.

    Cuando ud responda refutando esas alegaciones factuales, entonces estará respondiendo al argumento, no antes.

    Finalmente le dejo la pregunta ¿Por qué las maquilas o las empresas o fabricas que explotan a los trabajadores están en paises donde coincidentemente los derechos de asociación están restringidos, cuando no son franca y abiertamente gobiernos autoritarios? Eso incluye muchos de los piases industrializados del primer mundo (el ejemplo que Carson cita sobre las apropiaciones de tierra por la aristocracia inglesa, y las migraciones de campesinos a la ciudad para servir como mano de obra barata de las fabricas en los siglos XVIII y XIX es clásico). Por último, ¿por qué cree que las condiciones de vida de los trabajadores coincidencialmente mejoraron substancialmente en tanto esos países se hicieron más democraticos y en tanto las luchas de los obreros encontraron alguna correspondencia política -asi fuera a través del estado de bienestar, reducción de jornadas políticas, garantías para los sindicatos etc…-? Que «grotesca» coincidencia

  • Jaime Ruiz
    13 agosto, 2007 at 6:46 pm

    Hasta donde yo sé los países de Latinoamérica con más maquilas son México, Costa Rica y El Salvador. Extraño, las maquilas deberían estar en Cuba y Nicaragua. Extraño. Bueno: si no hay democracia política los gobernantes pueden disponer de la gente en condiciones parecidas a la esclavitud, pero ¿qué tiene que ver eso con las posibilidades de poner maquilas en un lugar como Colombia o, para volver al comienzo, con los casos que comenta Krugman? ¿Fueron forzados los campesinos de Hong Kong y de Singapur a trabajar en las maquilas o es que en esos países no hubo (no hay) maquilas?

    Sencillamente a una argumentación generalista se le responde con ejemplos particulares.

    Los países de Asia en que se ha expandido el empleo por esos medios no son las peores dictaduras. Éstas, Corea del Norte, Myanmar, etc., tienen miedo de cualquier tipo de libertad económica.

    Por otra parte, la capacidad de hacer presión para aumentar los sueldos puede ser muy útil para los políticos que trabajan de intérpretes de la angustia popular pero no para la gente que vive de su trabajo. Basta con comparar la historia de Argentina y de Japón en el siglo XX para entender hasta qué punto pedir no cuesta nada pero a la larga es muy fácil que en países como los nuestros la protesta sea el trabajo más rentable.