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Clientelismo y corrupción

Desde hace varios años, los analistas de la economía colombiana han puesto de presente los grandes costos económicos de nuestra limitada infraestructura de transporte. En un futuro cercano, la economía podría literalmente atascarse como resultado de la falta de vías adecuadas. Los analistas afirman que la inestabilidad jurídica ha impedido una mayor participación del sector privado en un sector estratégico, y señalan que el ahorro privado (cada vez más concentrado en los Fondos de Pensiones) debería orientarse hacia la inversión productiva (cada vez más presente en el sector de infraestructura). En esta columna, quiero llamar la atención sobre otro problema: la creciente politización (y la consecuente ineficiencia) de la inversión pública en el sector. En el sector de infraestructura, el Gobierno tiene dos caras: la cara programática de los planes de desarrollo y los documentos estratégicos, y la cara clientelista de la escogencia de los proyectos y la repartición de contratos. La teoría es programática pero la práctica es clientelista. Los dos planes de desarrollo de Uribe han enfatizado la necesidad de que las inversiones públicas en infraestructura sean eficientes y oportunas, coherentes con la inserción internacional de la economía y conducentes a una mayor competitividad. Dice uno de los planes: “Para los proyectos financiados con recursos públicos, se seleccionarán aquellos de alto impacto económico teniendo en cuenta las razones beneficio-costo y la generación de empleo”. Pero este discurso no es más que un ropaje tecnocrático para una realidad clientelista. Los proyectos financiados con recursos públicos (los que conforman el llamado Plan vial 2500) no han sido seleccionados con base en su rentabilidad social. O con base en un análisis de los beneficios previstos o de los costos probables. Los planes de desarrollo ni se obedecen, ni se cumplen. Los proyectos han sido seleccionados con base en consideraciones políticas. La milimetría regional ha sido el criterio predominante. Como resultado, el todo de los proyectos será mucho menor que la suma de las partes: los proyectos son inconexos y desarticulados. Además, los recursos para su mantenimiento permanecen en un limbo presupuestal. Una vez inaugurados, los proyectos viales entrarán en una fase irreversible de deterioro. Tristemente el clientelismo se desvanece en el aire. Pero la historia no termina con el clientelismo. Ahora el Plan 2500 parece también afectado por la corrupción contractual. Seguramente el Gobierno hará las purgas respectivas. Y exigirá que se conozca toda la verdad del asunto. Esto es, el Gobierno asumirá el papel de víctima cuando ha sido, al menos, generador del problema. Al fin y al cabo, la corrupción es consubstancial al clientelismo. Uno no puede llenar la alcoba de queso y después salir a quejarse de los ratones. O, en otras palabras, uno no puede lavarse las manos cuando se ha dedicado sistemáticamente a ensuciar el aguamanil. Para terminar, cabe retornar al mensaje del comienzo. En las finanzas públicas, la corrupción es el problema más conspicuo, pero no es necesariamente el más grave. O el más importante. El problema de fondo es el clientelismo. Cuando el clientelismo predomina, el Estado deja de ser un instrumento para el desarrollo y se convierte en una herramienta para el mantenimiento de ciertas redes políticas y de ciertas lealtades regionales. Pero, como decía Lauchlin Currie, la opinión pública suele ser inflamada por los escándalos pero no por el clientelismo. Ni tampoco por las inversiones públicas malogradas. Aparentemente el público (y los medios) requieren de la corrupción para percatarse del clientelismo. He ahí una paradoja.

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  • idrobo
    25 noviembre, 2006 at 5:06 pm

    Es cierto todo lo dicho ahi, sin embargo nada de eso es una novedad para los que nos interesamos por informarnos, es decir, todas las semanas al menos un par de columnistas escriben sobre el tema.
    Sin embargo, me gustaria leer de Alejandro y de los participantes en el blog algun camino de solucion o por lo menos de mejoria en el futuro de este problema evidente.

  • Anónimo
    25 noviembre, 2006 at 6:01 pm

    Me parece que es un análisis que es cierto, pero no novedoso.
    Sería bueno oirlo sobre el TLC y sus efectos en nuestro diario vivir, ya que no encuentro escritos ecientes suyos sobre el tema.
    Eso del TLC tampoco es novedoso para todos, pero si sería positivo escucharlo usted para empaparnos de más opiniones.

  • Jaime Ruiz
    25 noviembre, 2006 at 8:58 pm

    Muy interesante que a dos comentaristas les resulte un discurso que conocen de sobra. Yo no creo que sea así, creo que hace falta leer con atención el artículo y aun ir más allá.

    Voy a empezar por el discurso anticorrupción convencional: en apariencia es un clamor por la probidad y una expresión de rabia contra los rateros, pero cuando se analizan sus premisas siempre se encuentra uno con un sobreentendido colectivista-estatista que desde mi punto de vista es la clave tanto del clientelismo como de la corrupción (y con frecuencia deriva hacia visiones totalitarias fascistoides del tipo Andrés Hurtado, o polpotianas, del tipo PDA: les recomiendo los comentarios sobre el próximo Congreso que aparecen en la página oficial del Polo).

    Es decir, ni el clientelismo ni la corrupción tienen quien los defienda, por lo que la proclama de los intérpretes de la angustia popular resulta unánime y sempiterna: todos los gobiernos encontrarán el mismo lamento y el mismo rencor y siempre habrá una mayoría de ciudadanos agraviados que no ven los resultados de lo que pagan en impuestos y lamentan que todo se quede en manos de los políticos ladrones y sus clientelas. Pero cada uno de esos mártires sedientos de justicia sobre todo espera una oportunidad de participar del botín. De otro modo esos vicios se habrían resuelto, o habría alguien sensato y serio que creyera seriamente que en 2016 ya serán historia.

    Los políticos siempre sucumbirán al poder de las clientelas porque una ciudadanía autónoma y vigilante requeriría poblar el país con gente nueva. Para mí el problema es la concentración de los recursos en el Estado, las vías podrían ser construidas, lo habrían sido hace décadas, por empresas que cobrarían peajes y tendrían en cuenta su viabilidad en términos de mercado.

    Dios mío, ¿para qué una ocurrencia tan simple? Es obvio que nunca se podrá hacer algo así en Colombia porque los cazadores de rentas son los habitantes típicos del país y si una empresa se tomara el trabajo de hacer eso tendría que tomar unas garantías que la harían inviable. En la página del PDA hay propuestas claras de «desprivatizar» todos los medios de producción, también las vías: tratándose de unos opresores extranjeros (en el país no hay empresas con recursos, organización, tecnología y candidez suficientes) casi no habría quien no se alegrara del despojo.

    Buen ejemplo de eso es el malecón de La Habana, construido por los estadounidenses a principios de siglo, o las minas de cobre chilenas.

    De modo que la red vial que habrá será la que se construya con clientelismo y corrupción, y la minoría que se interese por tener vías funcionales deberá vigilar en lo posible que la corrupción no rebase sus límites (¿cómo era lo de Turbay?) y que el despilfarro no se agrave. (Por cierto, un poco brutal la transición de Alejandro: los recursos para su mantenimiento permanecen en un limbo presupuestal. Una vez inaugurados, los proyectos viales entrarán en una fase irreversible de deterioro. ¿Por qué esa fatalidad, eso «irreversible»? Bah, todo lo consumado empieza a deteriorarse, claro, pero incluso con clientelismo y corrupción podría ser que alguien cuidara de las vías.)

    O mejor, cambiarse lo antes posible de país porque para que Colombia se desmamertice hace falta una invasión extraterrestre.

  • Juan Francisco
    26 noviembre, 2006 at 12:16 am

    Al igual que Jaime Ruiz, pienso que no es conveniente pasar por alto el escrito de Alejandro, afirmando que «de eso ya se ha dicho mucho». Al contrario, la tolerancia social hacia el clientelismo es uno de los principales factores que condujo la sociedad colombiana al grave error de reelegir a Uribe. Es interesante leer en El Conflicto, callejón sin Salida, una diferencia conceptual muy clara entre mercantilismo, clientelismo y corrupción, que en gran parte explica el por qué no debemos aceptar ni justificar el clientelismo. Pero, sin lugar a dudas, esta lógica que da sustento ideológico al clientelismo (tan característica del presidente) es reforzada por la incapacidad que hemos tenido para desarrollar y hacer populares propuestas políticas ajenas a la manipulación de las riquezas, las tierras y el dinero. Pero un contexto donde podemos ver y demostrar la ineficacia del clientelismo de Uribe, que justifica disque para generar progreso y crecimiento económico a corto plazo, es en el debilitamiento e insostenibilidad de las entidades públicas y en la ineficacia de las inversiones sociales. Y para quienes son más inteligentes que Uribe, pueden percatarse de sus propias contradicciones en su lenguaje, sus tesis de quinta categoría y en su inseguridad, escondida en el rol de autoritario y arrogante. Y en lo personal, me preocupa la salud metal de Alvaro Uribe, porque en el último discurso presidencial pude notar un lenguaje no verbal que expresaba mucha frustración, mucho temor y mucha rabia.

  • idrobo
    26 noviembre, 2006 at 12:34 am

    Al decir que el tema es repetitivo no quise decir que lo aceptara o que me conformara con que sucediera. Es solo que recurrentemente se habla sobre esto pero no hay propuestas, alternativas, posibles caminos o soluciones para un problema que quizas no se pueda erradicar del todo pero que quizas si se pueda disminuir a su maxima expresion.

  • Anónimo
    26 noviembre, 2006 at 9:20 am

    Felicitaciones por este valeroso artículo que denuncia toda la narcocorrupción en que ha hundido el paragobierno al país. Creo que el profesor Gaviria es un activo importante en la construcción de la democracia colombiana que lidera su tocayo Carlos. ¿No son parientes? No importa creo que el profesor Gaviria debe acudir como invitado al Congreso del Polo Democrático Alternativo porque con denuncias como esta se golpea mas al narcogobierno que con protestas y otras formas de lucha de la sociedad civil. Lastima que los colombianos de la diaspora no podamos acudir a oir sus ponencias.

  • Anónimo
    26 noviembre, 2006 at 2:17 pm

    Como por molestar yo me pregunto si realmente la falta de vias es el problema, porque yo en lo textil me he dado cuenta que el tiempo entre los puertos y Medellin no es critico, un despacho se prepara en 45 dias, que mas da que se demore un dia mas en llegar. Y si estamos hablando de traer materia prima es una gran mentira que se demore menos entre Asia y el puerto que entre el puerto y Medellin, por lo menos eso es lo que yo he visto. Por favor corrijanme si me equivoco.

    Ademas, yo he visto que un gran problema es que no hay camioneros, la carga literalmente puede esperar un dia o dos por los camiones, entonces si una via reduce en un 30 % o 40 % el viaje, pues la ganancia se pierde esperando el camionero. Claro que ahi hay un circulo vicioso, no hay camioneros en el puerto porque los camioneros se estan demorando por la vias que tenemos.
    Un computador DELL se demora 20 dias entre la orden de compra y la llegada, y ese no es un problema para ellos. Mi jefe dice que el problema es de planeacion en las compañias. Por ejemplo mi jefe vende maquila a empresas colombianas y todo el mundo siempre necesita todo para ayer por la mañana, menos hermeco que toda la produccion la tienen «programada».
    Ademas, de pronto me diran que el problema son los costos, pues yo quiero saber cuanto tiempo pasa un camion que viene de Cartagena a Medellin en la via, y cuanto pasa esperando en las fabricas a que le carguen y le descarguen.

    Me gustaria mucho que me dieran datos.

    Gracias

  • Juan Francisco
    26 noviembre, 2006 at 3:24 pm

    Una opinión personal:
    un anónimo afirmaba que Carlos Gaviria y el PDA representan una opción de cambio para desmantelar el clientelismo. No niego la importancia de las denuncias y las críticas del exmagistrado, pero sí dudo mucho que el Polo represente una ruptura total con las prácticas clientelistas. El lenguaje de la pasada campaña a la presidencia era netamente populista y detrás de muchos grupos de personas que apoyan al polo en las regiones hay una serie de intereses particulares, igual que en los grupos que apoyan al uribismo. En lo personal creo que solo Antanas Mockus y los Visionrios han logrado presentar una propuesta de gobierno orientada tanto en lo conceptual como en lo metodológico para disminuir la influencia del clientelismo; Y esto se debe a las diferencias en sus líderes: Antanas nunca ha desarrollado metodologías clientelistas, a diferencia de algunos miembros del Polo, como Petro, Moreno y Navarro.
    Otra Opinión:
    Los agarrones dentro del partido de la U han puesto en evidencia algo que era evidente iba a pasar desde que se repartiron la torta de curules en el congreso en las elecciones, sin ninguna orientación ideológica y política clara. Espero que la disidencia en la U sea una expresión de inconformidad con el clientelismo del partido político del gobierno, y no una mera estrategia politiquera que aun no ha mostrado sus verdaderas motivaciones. Espero que los congresistas disidentes, como Marta L Ramirez, empiecen a entender que se aliaron con los mismos politiqueros que en un principio creyeron estar «combatiendo».

  • panOptiko
    26 noviembre, 2006 at 4:51 pm

    Juan Francisco: Lea sus dos intervenciones para entender un poco más el problema del que se trata. Pone usted cabezas al clientelismo para adjudicar responsabilidades, desconociendo que se trata de un fallo sistémico. Esa es la actitud general que mantiene el problema inerme, incluso revigorizado con cada oportunidad «productiva» desde lo público. Habría que encontrar un modelo de clientelismo positivo o hacer terapia hipnótica a través de la TV. Perdón por los ejemplos, sólo quería decir que la cuestión es mucho más compleja.

  • Juan Francisco
    26 noviembre, 2006 at 9:44 pm

    Panoptiko: Tiene razón, poner cabezas al fenómeno del clientelismo no ayuda. Pienso que uno de los problemas que tenemos a la hora de hablar de política es la personalización en que caemos constantemente. ese error lo he cometido, en tanto es una manera simplificada de crear un contexto para la discusión y para establecer juicios. Pienso que para desmantelar el sistema del clientelismo es necesario un esfuerzo de la sociedad extremadamente pedagógico, que se centre en los cinco principios que Mokcus ha sintetizado:
    1. Coherencia argumentativa entre los métodos que se emplean y los fines que se buscan.
    2. Enfasis en la transformación cultural, porque la ley y la moral no son suficientes para lograr acuerdos.
    3. Centrar la democracia en la capacidad de deliberar y expresarse (con argumentos).
    4. La equidad se logra por medio de la educación.
    5. La constitución hay que bajarla al contexto de la cultura.

    También es importante razonar con la opinión pública para que esta no caiga tan fácilmente en las promesas atajistas. para ello es importante crear nuevos símbolos que sean constructivos. Por ejemplo, el presidente se convirtió en un símbolo de inconformismo ante la guerrilla, y eso lo ha perpetuado en la presidencia, a pesar de que carece de argumentos sólidos para sus políticas y de que la misma opinión pública se percata de sus incongruencias, pero para minimizarlas a cambio de un sentido de seguridad colectivo, mal infundado por supuesto. Entonces, movilizar a la sociedad hacia fines más visionarios y nobles que defenderse del miedo a la guerrilla es algo importante, y es posible mediante el uso de argumentos sólidos, para quienes quieren escuchar, y resistencia y acciones colectivas de presión social, para quienes están tan cómodos que nada quieren oír.

  • Anónimo
    26 noviembre, 2006 at 11:53 pm

    La paradoja es que en Colombia, país santanderista por excelencia, el imperio de la ley es suplantado por el clientelismo y la violencia paraestatal contra la ciudadanía para mantener a los gobiernos de turno (nacionales y subnacionales). Esto en detrimento de la preeminancia del derecho como herramienta privilegiada para gobernar y guiar la conducta ciudadana, que es lo que prima en los países civilizados. Es la consecuencia lógica de vivir bajo un Estado mafioso (por lo menos en muchas partes del territorio nacional) y no bajo un Estado de derecho.

  • Alejandro Gaviria
    26 noviembre, 2006 at 11:54 pm

    Quisiera insistir en un argumento ya expuesto por otros comentaristas. La corrupción en este país se ha convertido en una especie de reality. En una forma de vender publicidad para algunos especialistas en el arte de la indignación. Pero, como lo dice Jaime Ruiz, los indignados son los mismos que promueven el tipo de intervenciones públicas que generan los hechos corruptos. Así se perpetúa la corrupción. Y se perpetúa el negocio de los periodistas.
    Por ello, cabe ir más allá del escándalo de turno y señalar la hipocresía que acompaña las denuncias de corrupción. Hipocresía del Gobierno que primero compromete dos billones de pesos en un Plan Vial negociado (km a km) con los Congresistas y después se lamenta de la corrupción. Hipocresía de los medios que pretenden adjudicar licitaciones desde la cabina de mando. E hipocresía de la opinión pública que demanda un Estado omnipresente y probo (una contradicción evidente).
    El hecho de que (la semana anterior cuando escribí sobre un tema similar) un comentarista me haya llamado “hiperultraderechista” y esta semana otro comentarista me invité a la asamblea del PDA, no es causal. El clientelismo y la corrupción (su denuncia y su defensa) no tienen color político. En el sur de Italia, los comunistas acabaron con el clientelismo de los demócratas cristianos. En la India, los socialistas han sido tradicionalmente clientelistas. En Colombia, Antanas Mockus en Bogotá y el Antonio Navarro en Pasto lograron enfrentar con éxito al clientelismo local.
    Sobre los costos de nuestra lamentable infraestructura, podría citar una serie de estudios del Banco Mundial pero no viene al caso. El comentarista anónimo señala, con razón, que algunos sectores han sido capaces de lidiar con el problema, y que, en ocasiones, una buena programación puede contrarrestar una mala infraestructura. Pero habría que pensar en los otros muchos sectores que no se han desarrollado precisamente por la falta de vías adecuadas. En todo caso, resulta paradójico que mientras el Gobierno pavimenta unas vías secundarias que ni siquiera será capaz de mantener, la carretera a Buenaventura se bloquee cada mes después de un aguacero.

  • camilo ernesto
    27 noviembre, 2006 at 1:10 am

    La respuesta final de gaviria a la desbandada de comentarios (lúcidos, pertinentes, hostiles), me parece bien sustentada, pero quisiera acotar algunas cosas:

    1. El clientelismo, en las ciencias sociales colombianas ha adquirido una notabilidad y presencia, es verdaderamente una camisa de fuerza, su uso ya no denota mucho, además ha mutado y ha adquirido otras dimensiones. Y finalmente, creo que se ha confundido con cierto moralismo democrático.

    2. Clientelismo, nepotismo, patrimonialismo, son fenómenos de muchas sociedades como bien lo anota Gaviria, pero parece ser que se exagera nuestra particularidad y destino fatal e insuperable.

    3. La política no corrompe, libera la corrupción larvada, pero con un buen sistema de incentivos (Vaya que gaviria es economista), reglas y sistema de contrapesos y ciudadanos medianamente responsables y competentes, se puede mitigar.

    4. La administración eficiente y racional, sin política tiene visos de autoritarismo. Y definitivamente la corrupción solo se podrá reducir a sus justas proporciones, y el clientelismo su lubricante natural estará ali presente. Eso pienso.

  • zangano
    27 noviembre, 2006 at 6:35 pm

    el clientelismo es la lacra politica mas antigua del anticuado sistema politico colombiano.
    la impunidad de los corruptos es talvez,el aliciente mas grande que hay para que continue,la corrupcion, resultando en el abuso de poder de los politicos,lo estamos viendo en los procesos que adelanta la corte suprema de justicia.
    si los politicos y cualquiera que detente una posicion de poder,tuvieran que publicar su patrimonio antes de ser postulados ,tuvieran que someterse a fiscalizaciones efectivas ,si tuvieramos un sistema federal, que escrutinice el uso de los dineros publicos ,la corrupcion,el clientelismo,no tendria ambiente para surgir y persistir como lo hace en colombia. cierto la corrupcion se da en todas partes,sinembargo,el clima moral y el sistema politico administrativo colombiano es muy buen caldo de cultivo.
    debemos comenzar por corregir la mayor corrupcion que existe en colombia ,la violencia, que este gobierno y los anteriores, han sido y son los mayores protagonistas,la violencia como modelo de solucionar conflictos sociales y politicos. la poblacion ve, la impunidad con que se irrespeta la vida,todo esto conlleva el ejemplo de que el crimen paga, es el caldo de cultivo para la corrupcion y el clientelismo.

  • lelo69
    28 noviembre, 2006 at 4:49 pm

    MAFIAS Y MAS MAFIAS..

    El problema no es simples «mordidas o coimas» el problema es de mafias enquistadas en el tejido social hasta lo màs profundo.No hay sociedad donde afortunadamente exista la posibilidad de brincarse un requisito o comprar algo de contrabando, pero la corrupciòn «nostra» de politicos tradicionales como el caso de Josè Name y familia que acapara cuanta inversiòn o presupuesto tenga a su alcance que los gobiernos nacionales y departamentales le entregan todos los años como pago de sus favores en el congreso y de todas las corporaciones que controla politicamente.Otra forma de corrupciòn es la que ha desarrollado algunos politicos como es el caso de Alvaro Garcìa que crea grupos de autodefensas para apropiarse del ùltimo centavo en el segundo departamento màs pobre del paìs
    El sector privado es en una proporciòn importante generador de corrupciòn en el sector publico, acuerdense del caso Siemmens, Fresenius y otros que se han robado con funcionarios publicos presupuestos enormes..

    La mafia – escribe el historiador Paolo Pezzino – es una forma de criminalidad organizada que no sólo está activa en múltiples campos ilegales, sino que tiende también a ejercitar funciones de soberanía, normalmente reservadas a las instituciones estatales, sobre un determinado territorio […]. Se trata pues de una forma de criminalidad que presupone algunas condiciones: la existencia de un Estado de tipo moderno, que reivindique para sí el monopolio legítimo de la violencia, una economía libre de vínculos feudales […], la existencia de violentos con capacidad de obrar a su modo, imponiendo también a las clases dirigentes su propia mediación violenta

  • sillogysmes_mao
    28 noviembre, 2006 at 4:56 pm

    DON JUAN FRANCISCO :
    Me dicen que el ‘clientelista’ Santos no merece permanecer en el cargo.Me dicen que este tipo concentra las riquezas del Estado Burgues entre sus amigos contratistas… Me dicen que este burocrata es como una especie de pavimentador con peaje pre-pagado. ( sera verdad ? )

  • lelo69
    28 noviembre, 2006 at 5:03 pm

    Lo dice el propio gobierno colombiano….pero que ha hecho?

    Transparencia y lucha contra la corrupción

    La corrupción es uno de los problemas más graves del país. Entre sus efectos más serios está la pérdida de confianza en el gobierno y el surgimiento de un apreciable grado de apatía y disociación en la ciudadanía. Asimismo, esta erosiona la legitimidad del Estado, limita el proceso de desarrollo nacional y pervierte el ahorro público. En 2001, el costo de la corrupción ascendió a US$2,240 millones, equivalentes a 80% del déficit fiscal, o 2,6% del PIB de ese año. En sobornos por compras estatales y licitaciones, el costo de la corrupción fue de cerca de US$480 millones y por desviación de recursos de US$1,760 millones. En países con niveles altos de corrupción, la tasa de inversión apenas llega al 12,3%, mientras que en países con baja corrupción la inversión alcanza el 21,3%. Esta brecha se traduce en escaso crecimiento y en altas tasas de desempleo.

    Una encuesta realizada por la Presidencia de la República con el apoyo del Banco Mundial, muestra a las claras que la captura de rentas del Estado, -entendida como «la capacidad de grupos de interés para influir a través de prácticas corruptas en los altos procesos de decisión estatal»- es una de las formas más comunes de corrupción en Colombia. Igualmente, el estudio arroja datos reveladores en relación con el desvío presupuestal en las compras y contrataciones estatales, y el débil desempeño institucional en materias de transparencia, control interno y autonomía. Adicionalmente, el Índice de Integridad de las Entidades Públicas 2002, preparado por Transparencia por Colombia, señala bajos niveles efectivos y de percepción de integridad de las entidades públicas

  • sillogysmes_mao
    28 noviembre, 2006 at 5:13 pm

    Esto lo ‘sabe’ hasta Mockus. Todo ciudadano agraviado es un clientelista en potencia. ( Tambien se sabe que en Bolombolo la burguesia opera como clase agraviada desde el BOGOTAZO. ) ( Viejisimo cuento )

  • Adán
    29 noviembre, 2006 at 12:16 am

    CREENCIAS

    Soy un simple observador de la realidad. El poder que tengo para modificarla solo alcanza la órbita de lo personal. Pero el hecho de estar sometido a condiciones objetivas, externas a mí, ajenas a mi control, me confiere la posibilidad de interpretarlas a mi acomodo. Y haciendo uso del refinado derecho de expresión, a escribirlas y publicarlas. Afirmo, eso sí, que no pretendo convencer ni probar nada a nadie. Pero en ellas creo.

    Creo que Carlos Lleras patrocinó un fraude electoral para favorecer la victoria de Pastrana sobre Rojas Pinilla. Que aquella noche, cuando fueron interrumpidos los boletines radiales con el conteo de las mesas, para por la mañana dar un resultado contrario a la clara tendencia que se evidenciaba, se manipuló el resultado por orden presidencial.

    Creo que la administración de Misael Pastrana ha debido tener la voluntad política de perfeccionar el Incora. No sé si se hubiera podido controlar la inflación pero presiento que ella era inevitable. Y que, dadas las circunstancias, el UPAC fue un éxito.

    Creo que durante el gobierno de López se hubiera podido prever el descalabro moral que vino con la plata mala. Que se tomó a la ligera la alegría de las bonanzas, marimbera y cafetera, y que le hizo mucho daño al subconsciente colectivo la estética del nuevo rico, la que hasta ese momento estaba reservada para los esmeralderos del altiplano o los contrabandistas de la costa.

    Estoy seguro de que el estilo de Turbay fue una consecuencia directa de varios lustros de Frente Nacional. Que fue a partir de esa época cuando se pudo poner en práctica en toda su extensión lo que se conoce como clientelismo.

    Creo que el fenómeno de Carlos Ledher sentó el precedente de maridaje entre carteles y sociedad, abarcando instituciones tanto políticas, como económicas y religiosas. Que Pablo Escobar lo repitió mostrando que hasta en su forma más torva, violenta y vulgar podía imponerse. Y los Rodríguez establecieron el axioma de que negocios son negocios (…»Así es este negocio»).

    Sé que Belisario, además de mal poeta, es un ser que se desorientó por los caminos de la mala política. Hubiera podido ser un mediano director de biblioteca. O un embajador deliciosamente hospitalario.

    Que Samper es un tipo astuto, pero la lleva perdida con la historia. Ese sambenito le quedará por los siglos de los siglos.

    Con Pastrana tengo un agradecimiento. Nos demostró que la guerrilla está feliz como está. Que ésta conoce otra variante para sacar provecho de las circunstancias. Que se creen y practican aquello de «la malicia indígena».

    Creo también que Jaime Garzón estaba en lo cierto, cuando afirmaba que Uribe es peligrosísimo, así, con superlativo y todo. Tanto es, que sabía que lo iban a matar. ¡Y lo mataron!

    También tengo algunas certezas y una que otra sospecha. Estoy seguro de que el despelote viene por lo menos, desde el siglo XIX, sino desde el mismo descubrimiento, de la conquista y de la colonia, agravado en décadas recientes con inventos como el del Frente Nacional, papá del clientelismo. No me cabe duda de que la responsabilidad de los destinos de la nación recae en sus gobernantes. Culpa de ellos es que jamás hayan vuelto política de estado educar a la población, a la totalidad de ésta. Que mientras tal propósito no se logre, el desempeño de las instituciones, la vida democrática misma, será solo letra, sino muerta, desahuciada.

    Tengo la convicción de que únicamente el hombre educado tiene recursos suficientes para no supeditar la conciencia a la estulticia. La educación es prerrequisito para decidir responsablemente. En el ejercicio de esas decisiones lograrían pleno significado los conceptos de Democracia Representativa, Dignidad, Justicia, Equidad y Libertad, ideas de un Estado Social de Derecho. Mediante ella sabríamos que esto no es solo un negocio.

    Sospecho que nos tomará un buen tiempo acabar con la condición de borregos mansos llevados al matadero, a menos de que nos movamos rápido y aprovechemos el hastío y la náusea que nos va a dejar el doblete de Uribe para optar por quienes han mostrado unas posiciones ajenas a las habituales formas de practicar la política.

    Intuyo que educar no es, como hace poco decía alguien usando su derecho de defender las propias realizaciones y sin que nadie dijera ni mú, escoger 1400 muchachos graduados en los mejores colegios, bilingües en su mayoría, formados con los mayores cuidados y en óptimas condiciones, la crema de la crema, los cuadros más excelsos del establecimiento, y financiarles su formación de postgrados con dineros en un 44% públicos. Eso ha hecho Colfuturo. ¡En quince años! Como si no solo no existiera una diáspora de cerebros fugados, sino sin ver el analfabetismo que nos circunda. Tampoco debiera prestarse el tema para hacer demagogia como cuando proponen volver bilingües todos los colegios oficiales. ¡Si vieran las que pasan los planteles de estrato seis para conseguir buenos profesores de inglés! Educar es más que eso. Debiera ser, repito, política de estado, propósito nacional.

    Tengo también la sensación últimamente de que estamos como decía una nota en el baño de un antro al que cuando puedo ir voy, mientras ex profeso miramos para otro lado disimulando el hedor que nos rodea, «el país se derrumba y nosotros de rumba».

  • Juan Francisco
    29 noviembre, 2006 at 12:45 am

    Syllogysmes Mao:
    Disculpen el fanatismo mío con los Visionarios, pero quiero hacerle un comentario a Syllogismes:
    Usted hace un comentario que da la imopresión que usted tiene una imágen de Antanas como alguien ingenuo o tonto. Nada más alejado de la realidad. Lo que pasa es que Antanas nunca emplea juicios fuertes o descalificaciones precisamente debido al nivel desde el cual argumenta. Me gustaría usted viera eso, y todo Colombia lo reconociera.

  • Juan Francisco
    29 noviembre, 2006 at 12:53 am

    Adnan:
    Disdrute mucho su pequeño ensayo. Quiero añadir que: En el lamentable gobierno de lópez michelsen se cree que empezó en forma el clientelismo en el sector público, se formalzió, acabando con los primeros intentos de fortalecer los proceso de selección de personal en las entidades públicas. Y que tiene toda la razón sobre abordar la educación como política de estado. El caso del Sena es uno de los mástristes sobre la falta de entendimeinto del gobierno de lo que realmente debe ser la educación. espero en otra ocasión explicarles cómo el gobierno y el director nacional del sena estan cabando con lo que quedaba de esta institución.

  • zangano
    29 noviembre, 2006 at 12:07 pm

    a la clase dirigente(oligarquia, clase bellaca),no les interesa educar alos colombianos,ellos saben muy bien que el conocimiento es poder,y como no quieren ceder nada de su poder, mantienen a la gran mayoria de nuestros conciudadanos,ignaros e ignorantes,al rebano se le conduce mas facil.
    me gusto el memorial de agravios que publico adan,muy cierto lo que dices, los poderosos,no escuchan a la razon por que ellos tienen la razon de la fuerza.

  • Anónimo
    29 noviembre, 2006 at 3:05 pm

    Sobre el último incendio:
    Qué ironía que quienes votaron por Uribe, especialmente la primera vez, se ufanaran de haberlo hecho como fúrica reacción al hecho de que Pastrana le hubiese “entregado” el Caguán a las FARC durante esa feria de relaciones públicas con invitados hasta de Wall Street en que se convirtió en aquel entonces el proceso de paz, mientras las guerrillas se fortalecían y conquistaban espacios. Deben estar riéndose entre dientes los pastranistas y quienes en ese entonces apoyaron la frustrada iniciativa al ver la debacle en que se ha convertido el “proceso de justicia y paz” de Uribe con los paramilitares, durante el cual éstos aprovecharon para incrustarse cada vez más con sus estructuras mafiosas en todos los aspectos de la vida económica, política y social de la entraña que los vio nacer, para no mencionar instituciones críticas del ámbito nacional como el DAS. De ahí el afán de Uribe y sus áulicos por buscar equivalencias igualmente atroces en el otro extremo del espectro ideológico («El M-19 también, el ELN también, las FARC también…»).
    ¿Seguirán pensando esos votantes uribistas que “entre dos males el menos peor”? A lo mejor sí. No es sino mirar las imágenes de los delincuentes de turno: muchachos bien trajeados, corbata fina, perfumados, bien afeitados y de tan “buenas familias” que por acción, complicidad u omisión han cohonestado masacres y desplazamientos de millones de compatriotas. “Pero por lo menos se visten bien”, pensarán las señoras y señores de estrato seis.

  • Jaime Ruiz
    29 noviembre, 2006 at 3:17 pm

    Pues ya está, se cambia a la clase política, se busca entre todos los bocachicos avatara y herederos del comandante Bochica y se escogen nuevos ministros y senadores. Eso sí, en las páginas sociales que no se metan porque se les nota la falta de clase y se lo tiran todo.

    Claro que vivo angustiado porque los beneficiarios de las becas de Colfuturo son requeteunánimemente mamertos y bochiquistas. Es que la juventud ya no sabe lo que le conviene: ilusos que sueñan con la igualdad y otras aberraciones foráneas y están dejando a las toldas del tradicionalismo sin quien las defienda.

    Dios mío, no, que resucite Bochica, no aburriría tanto.

  • lelo69
    29 noviembre, 2006 at 3:20 pm

    Adàn:

    «Estas en lo cierto»

  • Jaime Ruiz
    29 noviembre, 2006 at 3:28 pm

    El anónimo tiene razón: en 2002 debería haber salido de presidente Serpa, o al menos en 2006 Carlos Gaviria. Pero no debe desesperarse, en 2010 el ya anciano Cobramasacres del Frac tendrá su oportunidad y ahí sí que se va a ver la legalidad florecer y por fin una alborada de justicia en que el hombre vea al otro hombre como su hermano y cese para siempre la inquina con que los terratenientes expropian a los pobres campesinos que no tienen propiedades ¡y vienen los malnacidos de las multinacionales a comprar empresas colombianas para obtener rentas y llevárselas a sus países!

    (Esto último no sólo lo escribió un débil mental que cree que las FARC no son los mismos que secuestran, sino que hace unos años lo leí en un artículo de Luis Eduardo Garzón.)

    Con el noble jurista rigiendo los durante tanto tiempo atribulados destinos de la patria ya no serán ellos quienes vengan a lucrarse a costa del trabajo de los colombianos, sino que se formarán cadenas solidarias de ahorro ¡para comprar empresas en esos países y sacar rentas para Colombia! Así se les da a esos bastardos de su propia medicina.

  • Jaime Ruiz
    29 noviembre, 2006 at 3:46 pm

    Juan Francisco, Mockus no es alguien ingenuo o tonto sino una especie de Savonarola que no tuvo ni tendrá ocasión de disciplinar a la indiamenta según las frías pero exactas evaluaciones de los departamentos más sutiles de la Universidad Nacional. Por lo demás un político de segunda que no se sabe qué quiere hacer con la guerrilla, que en última instancia hará lo mismo que hicieron todos los que fueron al Caguán. De hecho, no fue porque era alcalde y después porque no tenía un movimiento político. A fin de cuentas su cabeza de lista a la cámara era el cantinflítico Gómez Buendía, el del informe de desarrollo humano: otro promotor de la solución negociada.

    Mockus es el típico antiliberal ilustrado que ejerce desde un circo y desconcierta a los pretenciosos con sorpresas de zen tropical. En caso de llegar a la presidencia decretaría la ley seca por meses enteros. Hay que ver la «pedagogía» (dominación desde la superioridad-ventaja social) que practicó sobre los bogotanos, uno se echa a temblar al pensar en la gente más rústica y desorganizada.

    Pero no llegará a ninguna parte y todos los que lo apoyan, colombianamente los mismos que quieren legalizar el basuco, tendrán que unirse a las huestes humanitarias de Carlos Gaviria.

  • Luis Ernesto
    29 noviembre, 2006 at 4:12 pm

    Sólo una cosa. Una cosa dicha y redicha aquí, y que me ha granjeado innumerables discusiones con muchos de ustedes:

    Una política de Estado. Cualquier política de Estado, no es más que una FUNCIÓN DE BIENESTAR SOCIAL. El problema es que nos ha dado pereza entender esto. Es que pensar es aburrido, mejor hacer comentarios de opinómetro.

    Por eso no damos buenos debates. Por eso el Congreso es de una carencia conceptual soporífera. Por eso las noticias son como son, simples colecciones de chismecitos, unos más graves que otros. O si no miren el periódico de hoy.

    Muchas gracias.

  • sillogysmes_mao
    29 noviembre, 2006 at 4:23 pm

    Y es que el Plan Vial que los berlusscon-santitos le han endilgado a Bolombolo contiene un sobreentendido de pirateria privatizante que va mas alla del politiquero paisa-paraco.Estos sujetos son cazadores irreversibles de rentas ajenas. (Perfilan los bolombolitos al agraviado Ministro de Defensa como su proximo presidente?.)

  • sillogysmes_mao
    29 noviembre, 2006 at 4:32 pm

    DON JUAN FRANCISCO :
    No es un extra-terrestre Mockus.
    Recuerda usted el Galanismo?.Una redomada estupidez sin un apice de
    ingenuidad y con pista de aterrizaje dentro del ‘sistema’. El sistema que usted denuncia.Digo

  • sillogysmes_mao
    29 noviembre, 2006 at 4:48 pm

    Y el BIENESTAR SOCIAL que le han esquilmado a una gran mayoria de colombianos.Como para citar a Gaviria : » Hipocresia de la opinion publica que demanda un Estado omnipresente y probo.» (Como para citarme a Gore Vidal.Los ricos siempre han gobernado con las manos atadas.)

  • Alejandro Gaviria
    29 noviembre, 2006 at 5:15 pm

    La cosa se está complicando, señores. Adán parece perdido en los confines del determinismo histórico: “el despelote viene por lo menos, desde el siglo XIX, sino desde el mismo descubrimiento, de la conquista y de la colonia”. Luis Ernesto les pide a los políticos que dejen ese cuento sucio de los votos y de las componendas, y que se concentren en el bienestar común. Juan Francisco insiste en los reyes filósofos. Mao advierte que la oposición simplemente está pidiendo pista. Piedad Cordoba estaría feliz de canciller. Así podría lucir sus turbantes por el mundo. Y darle un chance a la champeta.

    A todas estas, sólo he leído una propuesta razonable: la de legalizar el bazuco.

  • Anónimo
    29 noviembre, 2006 at 7:29 pm

    Una de las cosas que he aprendido es que en este país casi nadie da puntada sin dedal (casi nadie es objetivo sino que por el contrario tienen un objetivo…) y, además, que la gente (y la prensa, y los políticos) disipa información sin analizar los datos, lo cual hace difícil la controversia seria.

    De dónde sale la afirmación de que «los contratos viales han sido seleccionados con base en consideraciones políticas?». A mí me gustaría poder constatar (con cifras duras, no con anécdotas) la afirmación… es eso posible?

  • Anónimo
    29 noviembre, 2006 at 8:02 pm

    La Ceja, Feb. 1 de 2006. Palabras de Alvaro Uribe:

    «Yo creo que si hay algo importante en el Plan 2500 es la manera como se discutió, como participaron en esa discusión los congresistas, los gobernadores, los alcaldes, los concejales, los diputados, la comunidad».

  • Luis Ernesto
    29 noviembre, 2006 at 8:50 pm

    Como economistas nuestra única función, lo que hacemos desde el primer semestre, es derivar e igualar a cero. Maximizar.

    Maximizar de formas más o menos complicadas. Haciendo investigaciones que nos permitan dilucidar la forma más adecuada de maximizar, haciendo evaluaciones de impacto, ARIMAS y todas esas cosas que hacen que los escritos y las tablas se vean elegantísimos.

    Pero como siempre, lo que está subyaciendo es la maximización. Una pregunta para Alejandro: ¿qué otra función le ve a los economistas? Otra pregunta: ¿Maximizar qué?

    Si no tenemos claro qué queremos, ¿cómo podemos reclamar que no se nos de lo que queremos?

    El país posiblemente pueda soportar la corrupción. Pero lo que no puede, es darse el lujo de no saber para donde quiere ir. Ya después debatiremos sobre las formas de llegar allá.

  • zangano
    29 noviembre, 2006 at 8:52 pm

    lo que dice adan de la actualidad no es invalidado por la incertidumbre del origen cronologico de nuestros males,claro el agente dela cia, j.r. quiere hacer chacota de los crimenes y criminales ,no hay sorpresa aqui,aunque quieran negarlo,el brazo dela justicia esta alcanzando a los criminales,clientelistas y corruptos.
    enhorabuena!

  • Luis Ernesto
    29 noviembre, 2006 at 9:08 pm

    Por otro lado, generando bienestar. Maximizando esa FUNCIÓN DE BIENESTAR. Una propuesta. El Gobierno planea gastar cerca de 3 billones en carreteras, politizadas o no, son 3 billones, en 2007.

    Alrededor del 15% del total de kilómetros se harán por concesión, que elimina la necesidad de hacer gasto y libera recursos para utilizarlos en la provisión de bienes socialmente más productivos. El restante 85% se hará por contratación directa.

    Ante esto a uno le dirán que ese 85% son carreteras que no se pueden ceder. Que no son rentables. Pues simple. Ya tenemos ejemplos de cómo se puede lograr que los privados sirvan mercados que no son rentables. Para eso es la regulación, para hacerlos rentables.

    Esto sería así. Todas las carreteras en una misma bolsa. Se ceden todas las carreteras. Una comisión, que bien puede depender del Mintransporte fija los peajes, y los ingresos de cada concesionario, de tal forma que reflejen los costos de los privados. No creo que haya costos más fáciles de monitorear. Hay indicadores de uso de las carreteras, hay una depreciación clara asociada a ese uso y el costo de reposición es fácilmente observable en el mercado. De esta forma se tiene un sistema que termina por ser rentable y al Estado no le cuesta un peso. Los problemas de economía política se pueden solucionar.

    El problema en últimas no es la corrupción. El problema es la falta políticas de Estado. El problema es la indefinición de esa Función de Bienestar.

    Con un sistema vial que funcione a partir de la inversión privada se liberan recursos para actividades socialmente más productivas. Así se garantiza la afiliación al sistema de salud. Así se da educación. Así se crea bienestar. Así se maximiza.

  • Jaime Ruiz
    29 noviembre, 2006 at 9:11 pm

    Luis Ernesto: es que ese «vamos» es un tanto problemático. Ese «queremos ir». La gente que trabaja quiere vivir en un país lo más parecido posible a EE UU, los universitarios quieren vivir en un país lo más parecido posible a Cuba.

    Hay que pensar en 1956, sería más o menos lo mismo. En 2056 tal vez Cuba ya no sea comunista, pero los doctores seguirán soñando con el paraíso de la educación y la salud. Y sin la menor duda seguirán mandando matar gente para ejercer su generosidad.

  • zangano
    30 noviembre, 2006 at 10:23 am

    la ignorancia de j.r.con respecto ala vida en eeuu,iguala su mentalidad inquisitorial en todo lo que no sea el paraiso de sus empleadores.no todos los que trabajamos,ni mucho menos,queremos vivir en un pais parecido a eeuu,ud si lo querra,asi podra disfrutar del saqueo,de los paises productores dela materia prima y de la mano de obra con que se enrriquecen las grandes companias alla.
    yo vivi y trabaje alla,comprobando que eeuu es una sociedad que como dicen en ingles: its good if,you are young,healthy and wealthy.
    pero sera que jr tiene esas tres cualidades inmutables?
    mas aun si es un poco cetrino,disfrutara con las virtudes de los red necks.
    viva alla y aprenda!

  • Anónimo
    30 noviembre, 2006 at 3:36 pm

    Jaime no ofendais a los hijos de Bochica, que, y lo puedo comprobar, son mucho más inteligentes que usted y que todos nosotros juntos. el buen colombiano no se encuentra en los cocteles, sino en sus actos, y los indígenas no son más violentos que toda la patria boba junta, mas violento usted que con sus alabras se hace creer de mejor familia, quien es usted para juzgar acaso un hombre de sangre azul, o hijo bastardo de la reina de inglaterra?

  • Alejandro Gaviria
    30 noviembre, 2006 at 3:55 pm

    Luis Ernesto:

    No creo que los economistas seamos simples maximizadores. Ese tipo de ingeniería social–uno define la función de bienestar y después define las políticas para maximizarla– es impracticable. Yo prefiero otra visión de la economía. Realismo analítico podríamos llamarla. Una visión que supone que quienes toman decisiones tienen sus propias funciones de utilidad y que la clave consiste en crear incentivos –instituciones que es lo mismo– para que la maximización individual se aproxime al bienestar colectivo. Esta idea está expresada magistralmente en un librito de Buchanan titulado “What should economists do?”.

  • Anónimo
    30 noviembre, 2006 at 4:30 pm

    Por cierto alejandro, ya que mencionas a Buchanan y para bajarle un poco el tono al ambiente, quisiera preguntarte cuales son los autores más referenciados en tu análisis. En otras palabras, que estas leyendo actualmente tanto papers de economía como literatura en general y que libros sigues releyendo y consultando.
    Un poco como consejo a un economista recien graduado con preocupación por los temas sociales.
    Agradezco tu respuesta

  • Anónimo
    30 noviembre, 2006 at 5:26 pm

    Una de las cosas que he aprendido es que en este país casi nadie da puntada sin dedal (casi nadie es objetivo sino que por el contrario tienen un objetivo…) y, además, que la gente (y la prensa, y los políticos) disipa información sin analizar los datos, lo cual hace difícil la controversia seria.

    De dónde sale la afirmación de que «los contratos viales han sido seleccionados con base en consideraciones políticas?». A mí me gustaría poder constatar (con cifras duras, no con anécdotas) la afirmación… es eso posible?

  • Jaime Ruiz
    30 noviembre, 2006 at 8:31 pm

    Zángano, la gente que trabaja en Colombia quiere emigrar a EE UU. Usted no trabaja en Colombia y no es representativo: el rigor con las cifras, la enjundia de los argumentos, la sindéresis que se evidencia en su actitud, la elegancia de la prosa y la productividad del nick delatan sin la menor duda a un producto de la universidad colombiana. Es más gracias a su planteamiento sobre el origen de la riqueza estadounidense, se puede precisar la carrera que estudió: economía. Alguien que hubiera hecho otra carrera no sería tan certero en su visión.

    Yo sólo intento acercarme a su comprensión porque soy una persona sin estudios que apenas se defiende con los datos que salen en la prensa. El sueldo de la agencia es bueno, pero hay que estar todos los días en los blogs y no queda tiempo para formarse. Aun así, me permito deducir de su post que el haber tenido que trabajar en EE UU le ha resultado la mayor afrenta imaginable. Y ahí sí lo comprendo, ¡a un doctor colombiano no se le puede hacer eso!

  • Jaime Ruiz
    30 noviembre, 2006 at 9:08 pm

    Definitivamente éste es un foro universitario colombiano, se nota en la comprensión de lectura: el anónimo de las 10:36 asciende al remoto héroe civilizador de los chibchas a comandante, y de paso le atribuye un montón de hijos de otros pueblos… Y es sólo un ejemplo, yo podría poner muchos otros. Virgen Santa…

    Hete aquí que el comandante Bochica era el líder del movimiento Jorge Eliécer Gaitán, una guerrilla cuyo planteamiento consistía precisamente en destruir a la clase política vendepatria.

    Yo me he equivocado creyendo que la universidad colombiana sólo produce en serie émulos de ese valeroso revolucionario. Ojalá fuera así. Eso era hace treinta años. Ahora sólo produce genios con la comprensión de lectura de ese pensador anónimo.

  • sillogysmes_mao
    30 noviembre, 2006 at 11:39 pm

    A mi me gustaria oirle musitar a Piedad Cordoba el ALELUYA de Leonard Cohen. ( Y ese recital aderezado con la imagen contundente en primer plano del Amable subastando los turbantes de la senadora en los pasillos de Disney.Al fondo, un maximizado Gaviria en plan de redestribuidor de riquezas gritando casi conciliador; ‘El realismo analitico es el Estado’. Que tal ? )

  • Juan Francisco
    30 noviembre, 2006 at 11:46 pm

    dOCTOR gAVIRIA
    Me parece divertido su concepto de los «Reyes Filósofos». Pero la verdad es que no encuentro ni un solo ejemplo histórico para poder darle validez a esta categoría que usted plantea. Claro que mis opiniones tienen un viso de admiración, y eso no es conveniente. Pero considero que el énfasis en entender la raiz pedagógica y metodológica de los problemas colombianos, dentro de un contexto ampliado de la educación y del cambio cultural no es para nada una forma de «snobismo real» o de letargo y ensimismamiento académico o intelectual. Por el contrario, me parece algo supremamente práctico y realizable. Solo que los esfuerzos pedagógicos en las entidades públicas y gubernamentales deben ser muy rigurosos. por ejemplo, solo mire un debate en el congreso por televisión y encontrará un vacío absoluto de argumentos pedagógicos y centrados por problemas. Si existieran reglas culturales que sensurarn a los senadores cuando dejan entrever motivaciones de persecusión política en sus intervenciones y no argumentos centrados por problemas, entonces tendríamos la posibilidad de avanzar significativamente desde este nivel. también si la opinión pública y los medios sensuraran a uribe cuando menta sus tesis ridículas o se escuza en su «moral cristiana» para no dar respuesta a cuestionamientos, pues avanzaríamos considerablemente, y atacaríamos el clientelismo en su raiz. Y de cuando a acá Alejandro tiene que ver la propuesta de legalizar el basuco (con la cual estoy deacuerdo) con el debate inicial sobre el clientelismo.

  • Juan Francisco
    30 noviembre, 2006 at 11:58 pm

    Doctor Gaviria:

    Cómo describiría usted a alguien que tomando decisiones adecuadas llega a representar una función de utilidad. Quiere decir con esto que sería quien vela por fortalecer las instituciones, pero manteniendo un equilibrio entre el bienestar personal y el colectivo-
    Qué tan cerca o qué tan lejos considera usted está el gobierno de representar esta función de utilidad-

  • Jaime Ruiz
    1 diciembre, 2006 at 12:41 am

    Ninguna fantasía es suficientemente grotesca: los partidarios de un visionario que mandaba matones a arrancarle a la gente los vasos que contenían bebidas alcohólicas y tirarlos al suelo también quieren que se legalice el comercio de basuco.

    Bueno, sí, hay poderosas razones económicas a favor de eso.

    Mockus no podría haber sido Savonarola porque al ambiente le hace falta avanzar hacia una humanización plena. Hay algo de toda esa idiotez que no es propiamente humano.

  • Anónimo
    1 diciembre, 2006 at 1:39 am

    Gaviria tuvo razón: ya salió el Ministro a lavarse las manos. Comenzó la venta del sofá. La excusas de siempre para que too sigue igual.

    “Durante la audiencia pública, Gallego informó que son 27 los contratos del Instituto Nacional de Vías, Invías, que presentan irregularidades y que si es necesario caducarlos lo hará sin importar que las obras se atrasen.
    Así mismo, se conoció que 12 funcionarios de alto nivel de Invías salieron de sus cargos. Entre los retirados se cuenta la renuncia del director del organismo Mauricio Ramírez Koppel.
    Fueron removidos de sus cargos la directora del Plan 2500, Tatiana Ramos y José Ricardo Villadiego, director de la red vial nacional, esposo de la primera. También se desvincularon de Invías el secretario general, la directora de planeación y presupuesto, el director de emergencias, la jefe de la oficina jurídica, el secretario técnico y el asesor del Invías, Juan de Dios Cisneros.
    El viceministro de Transporte, Daniel García, fue nombrado provisionalmente en la dirección de Invías y podría quedarse en el cargo definitivamente”.

  • j.
    1 diciembre, 2006 at 10:53 am

    «Zángano, la gente que trabaja en Colombia quiere emigrar a EE UU.»

    Mi mamá vive en Colombia y no quiere emigrar a Estados Unidos. Mi papá también. Esto, además, aplica a varios tíos y tías, primos, amigos y conocidos. Alejandro Gaviria creo que también vive y trabaja en Colombia y tampoco está pensando en emigrar, podríamos preguntarle de todos modos. Uribe trabaja en Colombia y por ahora no piensa emigrar, aunque tal vez Peñalosa lo nombre embajador en Washington, pero dudo que la esposa le permita aceptarlo.

    Y bueno, luego dicen que Jaime Ruiz no dice mentiras. Ahora él, claro, nos matizará su uso de la palabra «trabajo» para que excluya trabajar en universidades, hospitales, escuelas, el instituto caro y cuervo, zonas francas y la casa de nariño. Así es él.

  • zangano
    1 diciembre, 2006 at 12:12 pm

    j.r. sufre por la falta de formacion,ademas del estipendio insuficiente de su empleador.
    por fin estamos discutiendo puntos relevantes al clientelismo y la corrupcion,sigue haciendo meritos con tu trabajo en los blogs,podras conseguir las dos semanas de vacaciones de que gozan los empleados en eeuu,si haces el tiempo requerido, podrias llegar a tres semanas,maximo absoluto despues de muchos anos de trabajo.
    no fue afrenta trabajar en eeuu,fui bien pago y lo anote como una experiencia iluminante.
    j:he trabajado en colombia,me frustre con el manzanillismo,la corrupcion y el clientelismo asfixiante del sistema.
    afortunadamente, estuve en la posicion de irme ,no a eeuu,sino ala vieja europa,que si me enseno lo que se.

  • Jaime Ruiz
    1 diciembre, 2006 at 3:27 pm

    J, claro, Mancuso y Jojoy también «trabajan» en Colombia y no se esfuerzan precisamente por ir a EE UU. No sé ni quiero saber nada de sus padres, pero seguro, segurísimo que en EE UU no se ganarían el sueldo que se ganan en Colombia. La gente que hace trabajos duros se ganaría al cambio 15 o 20 veces más. Es lógico, los parásitos que reciben rentas estatales por colaborar con el sindicato no quieren irse a EE UU.

    Es que precisamente tienen varios esclavos y esclavas porque a punta de cortes de franela se apropiaron de las rentas estatales. En EE UU probablemente estarían en la prisión.

  • Juan Francisco
    2 diciembre, 2006 at 3:52 am

    mi anterior mensaje son preguntas, solo que el signo ? no funcionaba en el teclado

  • sillogysmes_mao
    2 diciembre, 2006 at 3:55 pm

    Y CLARO.El Plan Vial de los berlusscon-santitos resulto la cueva de Ali Baba. !!! Que AGRAVIADOS estan todos esos pillos !!!. ( Hagan votos los bolombolitos porque el «realismo analitico» de Gaviria les meta las barbas en remojo a unos cuantos de esos. )

  • Sergio Méndez
    2 diciembre, 2006 at 4:02 pm

    Jaime Ruiz:

    Una pregunta

    ¿Ud como sabe que los papas de J -como lo insinua- son «parásitos que reciben rentas estatales por colaborar con el sindicato» y que por eso «no quieren irse a EEUU»?

  • Jaime Ruiz
    2 diciembre, 2006 at 7:13 pm

    Sergio, las insinuaciones las ve usted. No me interesan las circunstancias personales de nadie sino el fenómeno social. ¿Nadie le ha hablado del sindicato del Seguro Social? ¿Y del sindicalismo estatal?

    Sergio, no prodigue tanto sus intervenciones, puede que a alguien le dé por recopilarlas y publicarlas como paradigma de moralina infantiloide. Aunque también es cierto que tendría muchos rivales.

  • Sergio Méndez
    2 diciembre, 2006 at 7:53 pm

    Jaime:

    Deje de hacerse el pendejo porque se puede quedar as….bueno, demasiado tarde ¿Pero igual, si no està insinuando nada sobre los padres de J, entonces cual es su punto?

  • Anónimo
    3 diciembre, 2006 at 11:56 am

    Ruiz: Ya todas estas, por qué no se va a vivir a Estados Unidos y deja es este muladar.

  • Alejandro Gaviria
    3 diciembre, 2006 at 1:01 pm

    Juan Francisco:

    Le estaba debiendo una respuesta. Yo creo que las reglas culturales son importantes. Creo también que una forma de acercar el interés individual al colectivo es mediante la promoción de sanciones sociales y frenos de conciencia; sin embargo, la ingeniería cultural tiene sus límites: el mismo Mockus reconoce que su campo de acción es limitado, circunscrito más a lo local que a lo nacional.

    Volviendo al tema de la columna: el clientelismo me preocupa porque representa una distorsión de la política. La política funciona cuando se intercambian votos por promesas. Pero cuando se intercambian votos por favores tangibles la cosa se distorsiona. Creo que el clientelismo nos aleja de la función de bienestar social. Creo que el clientelismo debe ser denunciado, expuesto pero no sé, nadie sabe me atrevería a decirlo, como acabarlo. Hablé de reyes filósofos como una forma de referirme a la pretensión de Mockus, loable pero irrealista, de acabar con el clientelismo a punta de pedagogía.

    Saludos.

    J.

    Aquí estoy y aquí me quedo. Yo viví en EEUU por un tiempo. Allí nació mi hija y aprendí varias cosas pero no tengo intenciones de volver. A pesar de que mi vida no es precisamente la de un rentista feliz y acomodado.

    Anónimo (estudiante recién graduado):

    Acerca de su pregunta sobre recomendaciones de lectura, le envío una lista interesante:
    http://business.tepper.cmu.edu/default.aspx?id=143622

  • Anónimo
    15 diciembre, 2006 at 1:49 pm

    Me causa gratitud ver a un columnista tan sensato que no se limita, como la mayoría, a describir con asombro los escándalos que sacuden al gobierno actual, sino que denuncia la hipocrecia del gobierno y los medios.
    Coincido en que el gobierno se lava las manos aduciendo a casos aislados. «Este no es mi problema» pareciera decir, como si no fuera responsable por los hechos. Esto es agravado por los medios de comunicación, que se aprovechan de la ingenuidad de la gente para armar escandalos y de su conformismo y corta memoria para repetir el proceso, cuando lo que ocurre es algo sistematico a sus sabiendas. Una corrupción gravísima de varios gobiernos que han robado en esta ultima decada mas de 100.000 millones de pesos a través del INVIAS, por citar un caso. Pero, como todo con este gobierno, nada parece salpicarles al presidente y sus colaboradores, quienes debería asumir la responsabilidad de los hechos y no limitarse a citar casos aislados y pronunciar discursos bonitos pero vacíos. Por supuesto, no lo harán y nada pasará. Esa platica, se perdió.