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Ideas sin debate

Las disculpas demagógicas terminan muchas veces revelando lo que quieren esconder. Pensemos, por ejemplo, en las razones aducidas por los asesores del presidente Uribe para justificar su empeño en evitar la confrontación intelectual con sus competidores. El Presidente, dicen los asesores, no ha evadido el debate; lo ha democratizado. La campaña, reiteran, ha sido un ejemplo de diálogo directo, de pedagogía popular, de rendición de cuentas. Pero detrás de la demagogia se insinúa una inquietante renuencia a aceptar el diálogo con los pares. A desestimar la importancia de la crítica entre iguales. A despreciar el cuestionamiento y la deliberación: los filtros más eficaces contra las malas ideas.

Más aún, las maneras de la campaña siguen de cerca el estilo de gobierno. Pareciera como si las únicas formas posibles de interacción fuesen verticales. El profesor y los alumnos. El predicador y los fieles. El general y los soldados. El director y los dirigidos. Quienes se atreven a disentir, deben necesariamente mirar hacia arriba. El disenso horizontal está descartado por principio. Los debates, por ejemplo, se despachan sin reparar en las consecuencias adversas: si no se debaten horizontalmente, las malas ideas no sólo sobreviven. Prevalecen. La discusión jerarquizada, sobra decirlo, raras veces corrige el exabrupto.

Así, no debería sorprender, dada la ausencia de disenso horizontal, la abundancia de malas ideas llevadas a la práctica. Podríamos comenzar con la fusión de los ministerios, una mala idea sin debate que resultó un desastre sin atenuantes. Tanto así, que ya nadie discute la inconveniencia de las fusiones: sólo queda por definir cuál de las tres fue más desastrosa. Podríamos mencionar también el referendo, una mala idea hecha de malas ideas que nunca se discutieron debidamente: casi un caso paradigmático del esperpento que se engendra cuando la confrontación se reemplaza por la obediencia. Y así podría continuar la lista de malas ideas que nunca pasaron por el filtro necesario del debate atento y receptivo: el programa Familias Guardabosques, la exención tributaria a la reinversión de utilidades, la iniciativa Agro Ingreso Seguro, y hasta el mismo Plan Patriota, cuyo resultado más evidente parece ser un brote de leishmaniasis.

El desprecio por el debate y la confrontación horizontal sugiere el reemplazo de una ética basada en la reciprocidad por otra distinta basada en la jerarquía. Estanislao Zuleta las llamaba la ética griega y la ética cristiana. La ética griega “la podríamos representar espacialmente como horizontal, entre iguales, mientras que la ética cristiana tiende a ser más bien al contrario, vertical: la compasión (de arriba a abajo), la caridad (de arriba a abajo), la obediencia, la sumisión, la paciencia”. En últimas, el presidente Uribe parece preferir el púlpito a la mesa de debate. Él arriba y los otros abajo. Él dicta y los otros copian.

Quizá la negativa del Presidente a asistir a los debates haya sido un mero cálculo estratégico. O un capricho de ocasión. O una vanidad pasajera. Pero me temo que la misma sea un síntoma de una enfermedad mayor: la reticencia a aceptar el diálogo entre iguales (la ética horizontal). O dicho de otra forma, la tendencia a evitar la deliberación y el cuestionamiento. No de otra manera podría explicarse la proliferación de malas ideas en un Gobierno cuya diligencia sólo es comparable con su improvisación.

En últimas, sólo cabe esperar que la campaña no haya sido un anticipo ominoso de un segundo período repleto de muchas malas ideas que se ejecutan antes de debatirse.

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  • zangano
    20 mayo, 2006 at 8:40 pm

    un periodista pregunto a harold mac millan,ex primer ministro tory de gran bretana que era lo peor que podia suceder en politica,su respuesta:events, dear boy,events.
    el no debatir a la griega provoca cascadas de sucesos,como los temidos por el expremier britanico. hoy el fiscal general de venezuela comienza la investigacion del presunto complot,en el das, para desestabilizar venezuela,esto a una semana escasa de la eleccion presidencial,es muy posible que no tengamos un uribe reelecto,si el electorado colombiano,rechaza
    esta incultura politica de la que escribe su columna.

  • Adán
    21 mayo, 2006 at 1:05 am

    Haz dado en el clavo, mi querido Alejo. Como opositor declarado brillas, absolutamente despampanante. La descripción del estilo de vuestro mandatario (soy reacio a aceptarlo como mío) es perfecta. Ya había sido definido como energúmeno de látigo, como mayoral obtuso, finquero con pretensiones de iluminado, pero la argumentación presentada hoy rebasa cualquier intento anterior. Se te quedaron en el tintero un par de innovaciones introducidas en el cuatrienio que acaba, que sobrepasan la noción de ideas: la institución misma de la reelección, que hará doblar período a cuanto delfín o tiburón suba, con las licencias que el ejemplo de esta campaña permitirá, y la oficialización de la actual distribución de tierras, que me hacen pensar sobre el futuro, de modo contrario a como lo suponen los vaticinadores de dichas del régimen.

  • Adán
    21 mayo, 2006 at 1:20 am

    ¡Ah! Se nos olvida mencionar la gravedad que implica para cualquier diseño serio de planeación el improvisado censo, que imagino que no citas por no lucir cantaletero, pero asaz delicado y que pasa desapercibido en medio de la barahúnda de noticias extremas.

  • Anónimo
    21 mayo, 2006 at 12:53 pm

    De quién es la culpa que no haya debate? De Uribe? de Echeverri?..o no será de nosotros? de los medios? de los otros candidatos? Alguien ha permitido que el candidato aludido se dé el lujo de no debatir, y para qué debatir si ya la verdad se ha revelado? El problema creo que viene por ahí, no hemos podido demostrar la necesidad del debate, porque no hemos podido que la realidad aflore y sea evidente que alguien debe debatirla. Los «events» a que alude zangano..no han salido!!

    Fíjense, la iglesia acaba de salir -de nuevo- chamuscada con el tema del aborto, y no es que la Iglesia haya permitido el debate, sino que los contradictores, pusieron la realidad muy clara, de frente, y ganaron, así monseñor Rubiano le hubiese colgado a la W.. Ellos no aceptaron tampoco el debate, como tampoco Uribe lo ha aceptado.

    Creo que es a nosotros a los que nos da miedo el debate con Uribe, porque no hemos podido mostrar otra realidad posible…a nosotros es a quien nos afecta la realidad, y somos los que debemos poner nuestra «verdad» a flote y si no hay debate, es poque no hemos puesto el argumento contrario en la mesa…y eso no es culpa de los asesores del señor Uribe…

  • Claudia Scognamiglio
    22 mayo, 2006 at 1:16 pm

    Alejandro

    Me gustaria saber cuales son los inconvenientes que ha tenido el Programa Familias Guardabosques

    Gracias

  • El Chico de la Tapa
    22 mayo, 2006 at 4:26 pm

    Diligencia para poner en práctica ideas sin filtro. O sea, para hacer boberías por capricho o por mala fe. Ese es la síntesis más sincera de este gobierno.

  • Roberto Angulo
    22 mayo, 2006 at 8:18 pm

    Creo Alejandro, que estamos en las puertas de un nuevo cuatrienio, ya no en el de las muchas ideas malas que se ejecutan sin debatir, ahora viene uno de muchas ideas que se ejecutan y que no son malas sino mediocres e irrelevantes. El optimismo parece ser un activo valiosísimo, sobre todo porque permite vender ideas fútiles en medio del aplauso generalizado.

  • Alejandro Gaviria
    22 mayo, 2006 at 10:37 pm

    Problemas de Familias Guardabosques:

    1. La meta está muy lejos de las 50 mil familias planeadas inicialmente.
    2. El programa ha sido ineficaz para prevenir la siembra de coca. Muchas familias hacen de guardabosques en el área vigilada y de cocaleras en la selva adyacente.
    3. El programa viola la regla de oro de cualquier intervención asistencialista (i.e., deben existir reglas claras de salida).
    4. Como simple programa de transferencias, el programa es inferior a Familias en Acción. Tanto así que el Gobierno ha movido recursos de las partidas presupuestales dedicadas a Familias Guardabosques a aquellas dedicadas a Familias en Acción. Calladamente, al recomponer el presupuesto, el mismo Gobierno ha aceptado el fracaso de esta idea que, valga la aclaración, se originó en los famosos 100 puntos de Uribe. Al comienzo del Gobierno, este programa fue la punta de lanza de todos los esfuerzos de cooperación internacional. Incluso el Gobierno llegó a decir que sólo recibía donaciones internacionales para este programa.
    5. En el año 2003, durante la asamblea anual del BID en Milán, el Gobierno fracasó estruendosamente en conseguir donantes para el programa. Todos los potenciales interesados anticiparon los problemas que finalmente echaron al traste está mala idea.

  • Scared Crow
    22 mayo, 2006 at 10:59 pm

    Autoritarismo; por ahi va el asunto Alejandro; no es posible que salga el director de campaña de Uribe, el señor Echeverry, diciendo que como las encuestas ya dan por sentado el triunfo de «Messiah» los orientadores y lideres de opinion deberian revisar sus tesis y discursos; entonces los que no estamos de acuerdo debemos ponernos la camiseta uribista solamente porque el señor va de primero en el «tour» presidencial?; esa es la vision «uribista» del asunto, ese es el teflon del «adelante presidente»: nos gusta pegarnos al carro ganador, al equipo que haga mas goles, al candidato con mas favorabilidad. Parece que me voy por los cerros de Ubeda, pero aun no; simplemente se me ocurrio intentar una radiografia de los Uribismos Patrioticos Varios; todos pegados a la popularidad y carisma del Candidato que finge fungir de Presidente; uribismos oportunistas como el de la mitad mas uno del otrora Glorioso Partido Liberal, como el de los Gamonales de Harvard JM Santos y German V LLeras (no hay sino que escucharlos en la radio aduciendo las razones de la ausencia Uribelezca en los debates; Vargas Lleras luminoso: «él sabe que eso de ir al debate es arriesgarse, esos riesgos no se corren, él no tiene nada que ganar…»); uribismos solapados como el de aquellos periodistas que sienten que su deber, despues de poner en duda al Gobierno (estilo Mauricio Vargas, o Ma Isabel Rueda), es de empatar la jugada hablando mal del candidato de enfrente; y en fin, uribismos hagiograficos como el de Jose O Gaviria, o el de los opinadores de foros que de manera brillante ignoran lo que no les interesa y nunca ponen en duda ni una palabra del discurso oficial; gente que mantiene blogs en los que el unico tema de discusion es el uribismo y las vejaciones y ultrajes a que es sometido «Messiah» y no pueden leer opinion discordante sin tacharla de «guerrillera y terrorista».
    Esa es la tonica, y ese es el talante; hablo aqui exclusivamente del «tonito», de la forma; Gaviria si que habla, y bien, del fondo; y en este caso es elocuente que las dos cosas empatan, como en un poema.
    Dios nos salve de «Messiah».

  • Adán
    23 mayo, 2006 at 11:25 am

    DETRÁS DE UN ADJETIVO

    Juro solemnemente que hasta ayer lunes no había leído la columna de María Isabel Rueda en Semana (Edición 1255), y que por lo tanto es una aparente casualidad que tanto ella como yo hayamos usado el peculiar adjetivo «despampanante» en fechas aproximadas. Alguien debió haberlo usado recientemente y a los dos se nos quedó (¡Ay!) ¿Qué más da?, se preguntarán los aburridos lectores de foros. Pues nada, ¡tanta tontería que ve uno por ahí escrita, de los espontáneos comentaristas y hasta de los pagados! Es un asunto conmigo mismo.
    Se me hace improcedente, inadecuado, desafortunado, endilgarle tal epíteto a una figura como Alejandro Gaviria, cuando dicha calificación estuvo en boca de un personaje como la señora Rueda, así ésta se haya referido a algún atributo de Carlos Gaviria. ¿Por qué?
    Porque son dos polos opuestos. Lo que representa el señor Gaviria para los lectores de opinión y para el país en general es absolutamente lo contrario de lo que significa la dama en cuestión.
    Alejandro Gaviria es alguien coherente, preocupado por temas de una altura y nobleza incuestionables. Estudioso serio de la inequidad. Teórico del inmovilismo social, conoce en profundidad temas como el origen y las manifestaciones de la violencia entre los diferentes estratos socioeconómicos. Ferviente seguidor de las soluciones que la macroeconomía puede ofrecer para disminuir la pobreza. Teórico claro, humanista multiforme. Valiente, se atreve a tener un blog en el que nadie es censurado, como corresponde a su talante. Cortés, desde siempre ha seguido a pié juntillas la mínima norma de cortesía de responder las cartas que se le manden a su correo, hasta cuando lo rebase la propia rigidez del tiempo disponible. Ha tenido la flexibilidad de espíritu para acoger sugerencias o ideas plausibles aun cuando provengan de otros. Y así.
    En cambio, ¡en cambio doña María Isabel…! Es lo opuesto. Ambiciosa como pocas. Se le nota a la legua como se le aflojan las costuras ante cualquier símbolo de poder. Astuta, juega el ajedrez de sus opiniones con un cálculo que envidiaría cualquier politicastro de provincia, para quienes resulta un manual de conveniencias por entregas semanales. Impúdica, tiene la desvergüenza de poner al zángano del hijo como ejemplo y tema, no en una, sino en varias de sus columnas. Deslenguada, tiene la capacidad de desbaratar una honra en menos de una línea, de tal forma que aunque sea evidente que mienta o tergiverse, hace el daño. Manipuladora, sin ningún recato le tuerce el cuello al argumento que sea con tal de hacerlo coincidir con sus intereses. Sus inferencias son lo más descabellado que existe. Y así.
    Por supuesto que es supremamente desagradable expresarse en esos términos sobre una mujer, por lo que pido disculpas, pero creo que Florence me otorgará, en aras de la verdad, el derecho de hacerlo.
    No opino jamás (ya sé, a nadie le importa) sobre las columnas de Poncho Rentería. Nunca digo nada en el blog de Zuleta. Pero el caso de María Isabel Rueda es extremo. Si no me creen, léanse la última columna. O la penúltima. O cualquiera.
    Necesitamos más gente como Gaviria o Abad F. y sobran las Mariaisabeles.

  • Claudia Scognamiglio
    23 mayo, 2006 at 12:57 pm

    Gracias Alejandro

  • helena
    23 mayo, 2006 at 4:39 pm

    ¿Pero por qué fue que no funcionó el Programa de las Familias Guardabosques? ¿Era una mala idea desde el principio? ¿O fue por qué no tuvieron ni idea de cómo llevarla a la práctica?

  • Alejandro Gaviria
    23 mayo, 2006 at 7:52 pm

    Helena:

    Yo creo que por ambas cosas. La idea tenía problemas de concepción (asistencialismo permanente) y tuvo problemas de impementación (dificultades de monitoreo).

  • chicagoboy
    23 mayo, 2006 at 9:49 pm

    Alejandro, ¿tiene alguna idea acerca de quién está en el equipo económico de Gaviria? Estuve buscando en su web (la de Carlos Gaviria) pero no encontré información al respecto. Pregunto porque aunque me encanta el liberalismo social de Gaviria, me decepciona su evidente anti-liberalismo económico, así que estoy buscando alguna evidencia que insinúe que Gaviria no desconfía tanto de los mercados, como él insiste en afirmar. Gracias.

  • la colombia que no claudica
    24 mayo, 2006 at 3:53 am

    Entonces no vivimos en democracia sino en demagogocracia, al igual que en todos los países donde se escoge al presidente por el voto de los ciudadanos, por que no hay uno solo donde se le recomiende al candidato que va adelante en las encuestas acudir a esos debates.

    De manera que se cumple otra vez el postulado del gran mamerto, no hay democracia por que no se dan papaya como yo quiero, luego tengo todo el derecho a justificar todo tipo de asesinatos, soy un subversivo.

  • Scared Crow
    24 mayo, 2006 at 8:49 am

    Curioso, por decir lo menos, ese analisis de la Colombia que…; esta precisamente en la linea de los autores de blogs que equiparan oposicion a subversion y terrorismo; increibles las argucias verbales que encuentran para eludir la confrontacion: «ninguna democracia recomiende(a) al candidato que va adelante en las encuestas acudir a esos debates.»; hasta en Italia, en donde el premier era un hombre de escaso raciocinio, le toco al pobre salir en la tv diciendo tonterias frente al candidato de la izquierda; en los Estados Unidos, paradigma colombiano de la democracia, cualquier campaña es impensable sin debate televisado; la formula se repite desde Francia hasta el Peru, donde hace dias debatieron el ladron Garcia y la nueva amenaza populista Humala; claro, ninguna democracia impone la obligacion al debate, pero la palabra «democracia» por definicion, impone una igualdad, un rasero que, maxime en esta lides, deberia conducir a la igualdad de debate y de exposicion de ideas. Es desesperanzador, tras leer los pueriles argumentos de los uribistas, escuchar excusas como las que dio hace dias a Caracol el mismisimo Uribe; que no habia ido porque lo obligaban a pelear, pero decia al tiempo, y sin un solo temblor de voz, que era necesario el debate de ideas y no la «confrontacion»; que no habia aceptado porque, habiendo declinado las anteriores invitaciones, consideraba de mal gusto tomar ésta; es necesario continuar?
    A mi esto me parece gravisimo, y en el escenario de una segunda vuelta (ilusorio, ya lo sé), seria mortal para la democracia la ausencia de debate entre los candidatos finalistas; aunque me temo que el autocrata Uribe ya tiene este asunto en el bolsillo.

  • Anónimo
    24 mayo, 2006 at 10:13 am

    Muy bueno el elogio que hace un seguidor de Carlos Gaviria de su tocayo Alejandro. Lo que no entiendo es por qué el candidato mamerto reuye la polemica con el doctor Mockus. Me an dicho que siempre les gusta compararse con los de mas arriba, que odian a Santodomingo tanto como despresian a los pobres. Lo mismo se quehan de que Uribe no les de papaya pero ellos tampoco dan. Yo creo que Alejandro Gaviria esta de acuerdo con el articulo de Jotamario que acabode leer.

  • Anónimo
    24 mayo, 2006 at 8:44 pm

    La actitud de Uribe frente al debate ha sido tan patética que ha obligado a Mockus a rogarle al césar que por lo menos le de el mismo trato que a los paramilitares (!!!), es decir, que lo reconozcan como interlocutor. Lo cual es aún más patético, si se quiere,aunque igual le voy a dar mi humilde votico al profesor de matemáticas para que al menos seamos dos: la mamá y yo.

  • doppiafila
    24 mayo, 2006 at 9:12 pm

    Hola Alejandro. Creo que la decision de no atender a los debates nace de una considerazion etsrategica muy sencilla: no tenía nada a ganar, y todo a perder. Decidió entonces no ir. En una democracia mediatica como la colombiana, este tipo de comportamientos deverian estar regulados. En ausencia de una regulacion, les toca a los medios equilibrar la situacion: en Italia (como decia El Ancora) Berlusconi fue obligado a debatir con prodi, por que si no los medios no lo hubiesen dejado en paz!!! Y los medios colombianos? Algunas columnas de opinion, que no somos mas que 1 millon los que las leemos… Saludos, Doppiafila

  • Respondón
    25 mayo, 2006 at 1:44 am

    Ideas sin debate no me suena mal. Le corresponde al ciudadano decidir entre las ideas propuestas, con relative claridad, por los cuatro candidatos de peso y los dos de mayor peso. Ponerlos a debatir al estilo gringo, para que cada uno haga alarde de sus talentos de abogado, poco o nada contribuye al proceso de decisión del votante sino en el sentido más superficial de escoger al candidato que mejor sepa utilizar el medio. Yo creo que Uribe sería perfectamente capaz de ganar un debate de esos, y prácticamente haría llorar al brillante Gaviria con la sola invocación de sus escritos y comentarios a favor de la legitimidad de la lucha armada. Así que me parece un error táctico de Uribe el no participar, pero la idea de que el presidente está cometiendo un delito contra la democracia no deja de ser muestra de prepotencia de quienes se cree amos y señores del proceso político colombiano.

  • marta
    25 mayo, 2006 at 5:35 pm

    respondón, muy bien su nick, porque la verdad, me parece que a veces, y perdone si lo ofendo(me dice no más y dejo así), que usted a veces no investiga. señor, los años son una fuerza ineludible, y Carlos gaviria la (voz de la experiencia), la verdad es un erudito, un Gran Maestro yo tuve la dicha de tener a ese maestro. y la verdad Uribe en oralidad y sapiensa no le llega a los talones, además Uribe es y fue Alumno de Uribe, tengo entendido que hasta se siguen escribiendo. y por lo que le he escuchado a Uribe (no creo que y tal le he escuchado tanto como usted), todavía piensa que la constitución, o más bien los principios que rigen a Colombia es la constitución de 1886, mientras que Carlos Gaviria es un defensor de la Constitución de 1991, quien entonces está más inmerso en la Actualidad Nacional ? y quien aún continúa en el conservadorismo a ultranza y en la llucha por una tradición politica sin evolución y sin presta a un cambio?.
    además si es el super hombre, porque a ultimo minuto se retracto a un debate que debate no había nada, porque no se podía debator entre Uribe y los demás candidatos, y porque si acepto que el martes lo entrevsitaran, ya cuando el pudo el domingo ver los otros cuatro debates y un día en que no estaba permitido ya hacer campaña, porquelegalmente estas debieron cerrarse el domingo.

    a Uribe no se le puede negar que posee una gran inteligencia, que es un estratega sagaz, pero orador, y que le gané a Carlos Gaviria en un debate jamás. creo que la razón más poderosa a no aceptar ningún debates es el miedo que le tiene a enfrentarse a un gran educador, y más cuando es su educador.

  • Respondón
    25 mayo, 2006 at 6:43 pm

    Marta, es que no me entendiste, seguramente porque no me expresé bien. Creo que Uribe le ganaría sobradamente a Gaviria, no por sus mejores dotes de orador (pues Gaviria le gana ampliamente en eso), sino porque Gaviria tiene unas incoherencias berracas en cuanto a la lucha armada, y hasta un adversario poco versado en el debate sabría encarárselas. Lo de 1886 versus 1991 es chistoso, porque si hay algo de todos reconocido, es que la carta de 1991 tuvo sus orígenes en un movimiento totalmente de facto y sin piso jurídico, la bendita séptima papeleta.

  • Jaime Ruiz
    25 mayo, 2006 at 7:05 pm

    Respondón, el argumento más flojo que he oído contra la Constitución del 91 es que proceda de la séptima papeleta. Me recuerda una Constitución que votaron los cubanos hace poco, que decretaba que no se podría cambiar por ninguna otra Constitución ni reformar. Ojalá alguien se pusiera a leer con atención esa bazofia del 91, saldrían argumentos más sólidos. En una entrevista a Cambio, Carlos Gaviria cita la Constitución del 91 en aquello de «La propiedad es una función social que implica responsabilidades». ¿Cómo puede la propiedad ser una función? En las constituciones socializantes se dice que «tiene» una función social. En la colombiana es una función del modo en que el propietario en las zonas guerrilleras cumple una función de testaferrato para los verdaderos amos. Ahí la propiedad es una función: la Constitución pretende lo mismo. Tienes una tienda, en realidad esa tienda debe estar a disposición de la sociedad (del gobierno), la propiedad no es tu derecho sobre tu tienda, sino la función que «la sociedad» te atribuye, de figurar como dueño mientras al gobierno le dé la gana.

    Pero ninguna Constitución nace de que la Constitución anterior proclame su caducidad y «superabilidad». Por lo general su nacimiento es precisamente una ilegalidad.

  • marta
    25 mayo, 2006 at 8:20 pm

    yo creo que sí cada constituci´´on tiene sus problemas, pero miremos las ventajas que tiene la del 91. la primera dejamos de ser un estado regido por una relizión aser un estado laico, permitir que uno decida y busque su espiritualidad sin estar enlazado a ninguna religión. la segunda, hay una posble mayor protección al patrimonio, si usted no lo sabía, la constituicon de 1886 no permitía la regulación de algo tan importante el patrimonioinmaterial, la oralidad y la cultura son las raíces de todo ciudadano, lo tercero la creación de la fiscalía, ya no es el juez el que es parte y juez al mismo tiempo, es decir que se le impone limites al mismo juez y se crea la fiscalía para que actúe como parte, dandole mayor seguridad al ciudadano. la cuarta, somos un país un poco más moderno.

    con esto y con mucho más quese me quedo en el tintero, quiero decir que estamos mejor con esta constitución, independiente como nació, era necesario el cambió.

    porque los colombianos somos tan tradicionalistas, tan dados a quedarnos en el pasado, pero cuando se trata de conservar las raíces, y el patrimonio, decidimos ser modernos destrúir y hacer barbaridades?

  • Respondón
    26 mayo, 2006 at 12:54 am

    Jaime, tranquilo, no me tengas por sencillón, pues con respondón basta. Comenté la séptima papeleta porque Carlos Gaviria se lo pasa hablando de lo inviolable que es la carta actual (bueno, menos la parte sobre el Emisor), como si fuera un hallazgo arqueológico de sabiduría eterna en vez de un proyecto puramente coyuntural, y además de una pésima coyuntura. Si lo más curci de la nueva carta es la función social de la propiedad, fíjese que la reforma de 1936 ya la introdujo.

  • marta
    26 mayo, 2006 at 1:41 pm

    porque insistes solo en eso, si la Carta Política no es la mejor, pero porque no comparas, y verás los derechos que ganamos todos, vuelvo y te repito, la posibilidad de ecnotrarnos en un estado Laico, ese solo hehco es el qeu ha permitido la posibilidad de despenalizar el aborto, y ha permitido la posibilidad de libertad de expresión, de religión, y la posiibilidad de que uno, Dios no lo quiera, se encuentre uno dentro de la discusión de un proceso Penal, (siendo inocente y la Fiscalía lo involucra a uno como indiciado del delito, también po run accidente de carro donde uno mate o lesione a otra persona, cuando uno mate en legitima defensa o cuando simplemente cometa otro delito sin causales de justificación), tiene más garantías, porque el que investiga no es el que juzga, no quiere decir esto que estamos ante una constitución garantista todavía falta mucho para lograrlo, pero el crear la Fiscalía por parte de la Constitución ya es un logro grande.

    puede que haya cosas curci, pero por ello no niegues otras cuestiones.

    recuerda qu elos derechos fundamentales del ciudadano y de las colecttividades, son los elementos que se deben de estudiar por parte de un aconstitución.
    por favor antes de seguir criticando mira y compara las dos constituciones.

    no digo que hemos dado un gran paso, pero algo, alguito si se cambio.

  • Jaime Ruiz
    26 mayo, 2006 at 2:32 pm

    Respondón, me has entendido mal, el problema no es la función social de la propiedad sino el verbo que la acompaña: se puede aceptar que la propiedad es un derecho que tiene una función social, aunque de ahí sale cualquier cosa (por ejemplo, se puede decir que tiene la función social de garantizar la libertad individual respecto al poder político y por eso cualquier pretensión de imponerle restricciones es antisocial). Pero es que la constitución del 91 dice que la propiedad es una función social. Y el problema es que la función tiene un matiz de sujeción, más cuando se le atribuyen «responsabilidades».

    No esa frase no es cursi, es totalitaria, como muchas otras disposiciones de esa Grundnorm. Los avances que se le atribuyen son una falsa elección, como si no pudiera haber fiscalía, laicidad del Estado y autonomía del Emisor sin toda la carga retórica del fascismo. ¿Realmente es peor un Estado confesional que uno totalitario?

  • marta
    26 mayo, 2006 at 4:30 pm

    gracias a dios aún no lo sabemos, pero te puedo decir algo, y cito » Yo creo que estas dudas y divergencias no pueden dilucidarse ni conciliarse guiandosé únicamente por nombres, puestos estos son palabras vanas, y en los ordenamientos estatales se verifica muy a menudo dicha sentencia de Talleyrand, de que Dios le ha dado al hombre la palabra para esconder la verdad, (…) Talleyrand se refería a los ordenamientos políticos, y por este aspecto su sentencia es a menudo una verdad muy triste. Los gobernantes han abusado muchas veces de los nombres para engañar al pueblo, presentandole una institución odiosa bajo el ropaje de seductoras palabras; y el pueblo iluso las acepta y sólo reconoce el engaño cuando la opresión de los hechos le hace sentir la realidad que bajo esas palabras se esconde. el hombre de estudio, no debe definir las funciones del poder público siguiendo a ciegas los nombres que artificiosamente se les haya dado, sino que tiene que examinar las atribuciones y poderes de ellas, y según este criterio distinguir entre y uno y otro cargo, ya que, para mostrar un ejemplo desgraciado, «el pueblo romano no quería el odioso nombre de rey, y aceptó el de emperador, y los emperadores fueron más tiranos que los reyes. Cfr, Carrara Francesco, Programa de derecho criminal, parte general, Volumen II, cuarta edición revisada, Temis, 1985, Bogotá, pp, 302-303.

  • Respondón
    27 mayo, 2006 at 1:15 am

    No pienso perder más tiempo en constituciones. Colombia bien pudo haber sido un país de los más progresistas del mundo (entendida esa palabra en su sentido más positivo y menos polémico) bajo la carta de 1886. Que había religión del estado? Sí, lo mismo que en el Reino Unido y ellos han resultado más o menos libres. Que había centralismo administrativo? Francia ha logrado un desarrollo humano y político más o menos con una centralizción hasta más exagerada que la colombiana de 1886 a 1991. Hay mil maneras más o menos legítimas de organizar un estado democrático. La novedad de la carta de 1991 no está en el aspecto político-administrativo (la elección popular de alcaldes llegó antes, por un ejemplo) sino en el montón de garantías altisonantes en lo social, lo económico, y hasta en lo cultural: garantías que ningún estado puede volver efectivas. Lo que más detesto de la carta de 1991 es que encarna y entroniza la falsedad en el discurso público, quedando este corrompido a morir. La tutela es el abanderado de esta falsedad porque se sitúa en el nexo de lo discursivo y lo institucional, y los jueces saquean el fisco, es decir el patrimonio de todos, para que las fantasías de la constitución se traduzcan en jugosa realidad para unos avivatos.

  • Adán
    27 mayo, 2006 at 11:08 am

    O sea, a Respondón no le gusta la Constitución del 91 sobre todo por la tutela. Gracias.

  • Jaime Ruiz
    27 mayo, 2006 at 5:59 pm

    Respondón dice que no quiere perder más tiempo con el tema de la Constitución, pero ya que se menciona la tutela, ¿cuántas veces hay que decir que los mamertos son unos eméticos contrahechos morales? La tutela es un crimen en toda regla, un despojo abusivo por el que unos tinterillos se apropian de todo sin ningún escrúpulo. ¿Qué curioso que en ningún país civilizado exista nada parecido a la tutela colombiana? Claro, no son tan avanzados

  • la colombia que no claudica
    27 mayo, 2006 at 7:11 pm

    Afortunados nosotros los colombianos que contamos con la La costitución del 91, donde por decreto todos somos felices, y tenemos todas las necesidades satisfechas por medio de todo tipo de «derechos». Así que no tenemos que trabajar, solo tutelar.

  • marta
    29 mayo, 2006 at 4:16 am

    ESPERO QUE LOS QUE CRITICAN LA TUTELA, COSA QUE CREO QUE ES UNA FIGURA QUE NO CONOCEN, NO ENCUENTREN EN LA ÚNICA SOLUCIÓN A SUS PROBELMAS, EN LA SOLUCIÓN A REIVIDICAR UN DERECHO FUNDAMENTAL QUE SE LES HA VIOLADO, COMO UNICO RECURSO LA TÚTELA, PORQUE CREO QUE NO DIRAN LO MISMO QUE DIJERON EN ESTE FORO.
    PIENSO CON POSIBILIDADES DE EQUIVOCARME, QUE USTEDES DICEN LAS COSAS SIN TENER CONOCIMIENTO CLARO DE LAS MISMAS.